Las formas de Gobierno y los Regímenes Políticos - Summary - Manual de Derecho Político. Las Fuerzas Políticas y los Regímenes Políticos. Tomo II - Libros y Revistas - VLEX 318981271

Las formas de Gobierno y los Regímenes Políticos

AutorMario Verdugo Marinkovic - Ana María García Barzelatto
Cargo del AutorProfesor de Derecho Político y Derecho Constitucional , Universidad de Chile - Profesor de Derecho Político y Derecho Constitucional , Universidad de Chile
Páginas77-106
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14. CONCEPTO DEFORMA DE GOBIERNO
YRÉGIMEN POLÍ TICO
A través de toda la historia del pensa-
miento político emerge la preocupación
constante de los autores por describir la
“mejor forma de gobierno”, esto es, “la es-
tructura que deben adoptar, en un país, los
órganos encargados de ejercer las funciones
soberanas y el mutuo enlace con que deben
estar trabados y relacionados entre sí”.1
En esta búsqueda los autores, como es
natural, comienzan por analizar y clasificar
las formas reales existentes, para remontarse
después a la construcción ideal. “El deseo
de clasificar, según criterios racionales de
semejanza o diferencia, la multiplicidad de
Estados y sus tipos o formas de gobierno
se presenta como algo más que la simple
satisfacción de una curiosidad intelectual.
La ciencia política empezó clasificando las
formas de gobierno, y el interés sobre este
punto se ha continuado manteniendo. Por
otra parte, en nuestra época se expresan
una serie de razones adicionales para que
esta necesidad siga persistiendo. Teóri-
camente, una exacta clasificación de los
tipos de gobierno puede ayudar a la mejor
comprensión, en nuestro mundo cada vez
más reducido, tanto de los sistemas políticos
extranjeros como del nuestro propio.
La necesidad de clasificar y valorar
las sociedades estatales según su tipo de
gobierno es tan antigua como el pensar
político del hombre. Si este esfuerzo in-
telectual hubiese sido llevado a cabo en
virtud tan sólo de una actitud de l’art pour
l’art del científico de la política, el trabajo
1 IZAGA, ob. cit., tomo I, pág. 2.
empleado en esta tarea a lo largo de los
siglos podría considerarse como infructuo-
so. Ocurre, sin embargo, que dado que la
insatisfacción con su propio orden político
parece ser un rasgo esencial del hombre
como zoon politikon, dicho esfuerzo estaba
fundamentalmente dirigido a descubrir
las ventajas cualitativas de cada ‘forma de
gobierno’, así como estaba presidido por
la búsqueda de la mejor de dichas formas.
Se puede por ello afirmar que cualquier
pensador político comprometido en dicha
empresa llegaba finalmente a establecer
una distinción entre las formas ‘buenas’
y ‘malas’ de gobierno”.2
Como ya lo expresábamos, la locución
“forma de gobierno” alude tradicional-
mente a la morfología del conjunto de
magistraturas que representan al Estado.
Implica, por tanto, describir los órganos
que en ejercicio de sus respectivos pode-
res tienen a su cargo la realización de sus
funciones estatales.
La estructura formal corresponde a la
normatividad jurídica que determina en
su estatuto de mayor jerarquía –la Consti-
tución– la naturaleza de los órganos y su
competencia.3
Pero junto a la estructura formal existe
una estructura real que comprende esencial-
mente los aspectos de hecho. Como ya lo
hemos reseñado precedentemente,
4
muy rara
vez existe coincidencia entre las estructuras
2
KARL LOEWENSTEIN, Teoría de la Constitución,
Editorial Ariel 1970, Barcelona, págs. 41-42.
3 Sobre esta materia ver en tomo I de esta obra
Secciones 6 y 7.
4 Sobre esta materia ver en tomo I de esta obra
Sección 7, Nº 30.
Sección Cuarta
LAS FORMAS DE GOBIERNO Y LOS REGÍMENES POLÍTICOS
14. Concepto de “forma de gobierno” y “régimen político”;
15. Las clasif icaciones clásicas de formas de gobierno;
16. Clasif icaciones de los regímenes polít icos contemporáneos;
17. Principios e instituciones de la democracia ;
18. Las autocracia s;
19. Totalitarismo y dictadur a.
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Manual de Derecho Político
formal y real. La configuración política de
un pueblo no es siempre la que aparece en
los textos constitucionales. ¿Es que acaso
manda siempre el que una Constitución
dice que manda? ¿Y se manda del modo
que los textos constitucionales establecen
y para el fin que ellos fijan?
La insuficiencia del esquema exclusiva-
mente normativo para conocer la verdad
política de un Estado ha llevado a los es-
tudiosos contemporáneos a abandonar la
metodología tradicional, para profundizar
en la estructura real de los órganos y re-
laciones de poder. En efecto, junto a los
documentos constitucionales se aborda el
estudio de las bases socioeconómicas, las
tradiciones, usos y costumbres y las fuerzas
políticas que impulsan el funcionamiento
de las instituciones.
Quienes postulan esta corriente metodoló-
gica prefieren utilizar la expresión “régimen
político” en lugar de “forma de gobierno”
para referirse al objeto de su estudio.
En tal sentido Jiménez de Parga puntualiza
que el régimen político es “la solución que
se da de hecho a los problemas políticos de
un pueblo: a) Como tal solución efectiva,
el régimen puede coincidir o no con el
sistema de soluciones establecido por el
derecho fundamental, por la Constitución,
y b) Como tal solución, un régimen podrá
valorarse siempre con normas jurídicas y
con criterios morales.
En esa solución que es el régimen in-
tervienen poderes oficiales y poderes fácticos.
Una exposición de los distintos regíme-
nes contemporáneos tiene que contener,
en consecuencia, algo más que una mera
exégesis de la Constitución”.5
En síntesis, la noción de régimen político
aparece como más dúctil y flexible que la
de forma de gobierno: responde al reflejo real
y vivo del funcionamiento de un grupo
político.6
5 Ob. cit., pág. 69.
6 En términos generales es la idea que aparece
implícita en las obras de Burdeau, Duverger, Pretot,
Loewenstein, Carro, Jiménez de Parga y otros.
15. LAS CLA SIFICACIONES CL ÁSICAS DE
FORMAS DE GOBIERNO
Con las prevenciones anotadas preceden-
temente resulta siempre ilustrativo conocer
las principales clasificaciones que desde
los inicios de la reflexión política se han
formulado sobre las formas de gobierno.
Aristóteles. Para el discípulo de Platón “hay
tres clases de formas políticas: monarquía,
aristocracia y politeia”. En la monarquía
el gobierno está en manos de uno; en la
aristocracia mandan más de uno, pero no
todos; en la democracia decide la multitud
de los ciudadanos; todos o la mayoría de
ellos. Monarquía, aristocracia y democracia,
por otra parte, son las formas rectas o puras,
las que tienen en cuenta el bien general; a
cada una de ellas se contrapone otra for-
ma viciosa o impura: tiranía, oligarquía y
demagogia. “La tiranía es, efectivamente,
una monarquía orientada hacia el interés
del monarca; la oligarquía busca el de los
ricos, y la demagogia el interés de los pobres;
pero ninguna de ellas busca el provecho de
la comunidad” (La Política, Libro III).
Polibio. Afirma, con Aristóteles, que exis-
ten tres formas de gobierno puras y otras
tres formas impuras. Y formula, igualmente
que hizo Platón, la teoría cíclica en el sen-
tido de que en todos los países se suelen
dar estas formas de gobierno más o menos
encadenadas. Es decir, que si comienza el
gobierno de un país por ser una monarquía
es posible que degenere en tiranía, pero
siempre vendrá un golpe de Estado o una
revolución que dé al traste con esta tiranía,
y monte un gobierno aristocrático. Pero la
aristocracia se puede corromper y surge la
oligarquía. Frente a ésta suele surgir una
nueva idea que instaura la democracia. Si
la democracia se corrompe da lugar a la
demagogia, y por reacción a la demagogia
se da nueva entrada a la monarquía. De ahí
se pasa nuevamente a la tiranía, aristocracia,
etc., forjándose el ciclo histórico de sucesión
de las formas de gobierno.
De ahí deduce Polibio que lo ideal sería
captar lo bueno que tienen todas las formas
de gobierno y constituir así un equilibrio
favorable, a fin de poder caminar rectamente

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