Comentario del libro Fuster Sánchez, Nicolás; Moscoso-Flores, Pedro, La Hoja Sanitaria. Archivo del Policlínico Obrero de la I.W.W. Chile 1924-1927, Santiago, Ceibo ediciones, 2015, 508 pp. Sobre La Hoja Sanitaria, los cuerpos, los archivos (y el problema del síndrome Menard)
Autor | André Menard |
Cargo | Departamento de Antropología, Universidad de Chile |
Páginas | 147-152 |
Revista de Derechos Fundamentales
- UNIVERSIDAD VIÑA DEL MAR - Nº 13 (2015), pp. 147-152
Comentario del libro FUSTER SÁNCHEZ, Nicolás; MOSCOSO-FLORES, Pedro, La
Hoja Sanitaria. Archivo del Policlínico Obrero de la I.W.W. Chile 1924-1927,
Santiago, Ceibo ediciones, 2015, 508 pp.
SOBRE LA HOJA SANITARIA, LOS CUERPOS, LOS ARCHIVOS
(Y EL PROBLEMA DEL SÍNDROME MENARD)
André Menard*
Al recorrer las páginas de estos documentos notables, el valor historio-
gráfi co más visible tiene que ver con la información inmediata que nos da
respecto de las formas que tomaba el discurso médico y sus formulaciones
políticas de tipo higienista en la década de los año veinte en Chile. Pero jun-
to con informarnos sobre las patologías más prevalentes en las masas urbanas
de la época así como sobre los principios que buscaban disciplinar las prácti-
cas corporales más cotidianas (el baño diario, la alimentación, la aeración de
las viviendas, etc.) entre las que por supuesto destacan las prácticas sexuales,
tiene el valor agregado de insertarse en un proyecto político específi co: el del
anarcosindicalismo vernáculo. Y es sobre la articulación de estos dos datos
que nos proponemos plantear unas breves preguntas respecto de las formas
de lectura de un archivo de este tipo.
En la introducción del libro, los autores hacen una amable referencia
a mis trabajos sobre el archivo mapuche. De hecho el proyecto de la Hoja
Sanitaria y sobre todo del policlínico obrero autogestionado en que se in-
sertaba su publicación, se enmarcan en el mismo auge del movimiento mu-
tualista que fl oreció en el Chile de esos años y del que no fueron ajenas las
organizaciones mapuche de la época. En esos mismos años Manuel Aburto
Panguilef había fundado la Federación Araucana, heredera de la Sociedad
Mapuche de protección Mutua, y que en su mismo nombre llevaba la marca
de la infl uencia que este modo de asociatividad tuvo en las formas de orga-
nización política del mundo mapuche. En todas ellas encontramos el rasgo
común de plantearse como estrategias para suplir la ausencia del Estado en
la salvaguarda de ciertos derechos y condiciones de vida. Y lo interesante
es que tratándose de una organización anarquista, se acercaban quizás más
aun al proyecto aburtiano, en la medida en que este último orientaba su
trabajo hacia el horizonte de lo que llamaba “la restauración territorial de la
Araucanía”, es decir a la recuperación de la autonomía política perdida tras
la conquista de los territorios mapuche por el Estado chileno. En su caso se
* Departamento de Antropología, Universidad de Chile.
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