La importancia de los grupos en el comportamiento juvenil. Especial consideración con la pluralidad de malhechores del Art. 456 bis N° 3 del Código Penal - Núm. 4, Julio 2007 - Política Criminal - Libros y Revistas - VLEX 43907091

La importancia de los grupos en el comportamiento juvenil. Especial consideración con la pluralidad de malhechores del Art. 456 bis N° 3 del Código Penal

AutorRaúl Carnevali R.; Eva Källman
CargoDoctor en Derecho. Profesor Asociado de Derecho Penal de la Universidad de Talca y Subdirector del Centro de Estudios de Derecho Penal de la misma universidad. rcarnevali@utalca.cl Doctora en Derecho. Investigadora del Centro de Estudios de Derecho Penal de la Universidad de Talca. ekallman@utalca.cl
Páginas1-24
Introducción

Se nos ha solicitado un pronunciamiento en Derecho acerca de cómo la actuación en grupos de jóvenes infractores debe ser valorada para determinar si se configura la circunstancia agravante contemplada en el Art. 456 bis N° 3 del Código Penal, esto es, ser dos o más los malhechores.

Este informe pretende demostrar que uno de los rasgos más frecuentes de la actuación juvenil, incluyendo los comportamientos delictivos, es la especial relevancia que tiene, tanto en la etapa de la niñez como en la adolescencia, la conformación y participación en los llamados grupos de pares. Particularidad ésta, en las conductas de los menores, que debe ser considerada a la hora de precisar si se estructura la agravante del Art. 456 bis N° 3 del Código punitivo. Con lo anterior, se quiere significar que el juzgador debe prestar especial atención a las modalidades que adoptan las conductas juveniles, no pudiendo darles el mismo sentido y alcance que si éstas mismas fueran realizadas por adultos.

Este trabajo se divide en tres partes. La primera se dirige a precisar la importancia que para los menores tiene la integración en grupos de pares -peer groups-. Allí se explica las funciones que tales grupos cumplen y cómo éstos influyen, de manera determinante, en los comportamientos juveniles. Es decir, no es posible disociar la actuación en grupos y su influencia con la conducta individual.

En la segunda parte, se analiza la circunstancia agravante del Art. 456 bis N° 3 del Código Penal, escudriñando cada uno de sus elementos. Con ello se procura definir cuál es su ratio legis.

En la última parte de esta investigación se pretende exponer, sobre la base de las argumentaciones expuestas, por qué el juez debe tomar en consideración las formas de comportamientos juveniles al momento de resolver si concurre o no la agravante en cuestión.

1. Comportamientos juveniles La relevancia de los llamados grupos de pares
1.1. Cuestiones generales

La etapa de la niñez y de la adolescencia se caracteriza, fundamentalmente, por la pertenencia de los niños y adolescentes a grupos informales de jóvenes e incluso, en algunos casos, a grupos desviados o delictivos. Los grupos de pares juegan un papel esencial en el proceso de socialización de los adolescentes. Bajo la "socialización" se entiende hoy la totalidad de aquellos procesos en los que el ser humano, como ente individual se convierte en un miembro activo de una sociedad y su cultura. A través de estos procesos el individuo obtiene su identidad como persona capaz de obrar en la sociedad1.

Instancias de socialización son los grupos sociales -familia, grupos de pares-, las organizaciones -jardín infantil, colegios, universidades, empresas- y los medios de comunicación2. Tanto el lenguaje, como los valores, las normas, los conocimientos y las habilidades constituyen esenciales instrumentos que juegan un papel determinante en la socialización de la personalidad.

La llamada socialización primaria de las personas se realiza, primordialmente, a través de los grupos primarios, como lo es, particularmente, la familia, mientras las socializaciones secundarias y terciaria se efectúan en los sistemas sociales secundarios -como jardines infantiles, colegios o empresas-3. Es así como, además de la familia, los grupos de pares o grupos de amigos4 -los llamados peer groups5- son una

instancia de socialización muy importante6. La potencia socializadora de los peer groups incluso aumentó y ganó en importancia a partir de los procesos de fuerte industrialización que vivieron los países, especialmente a partir de la segunda parte del siglo XVIII7.

De la psicología evolutiva sabemos que la importancia del grupo de pares crece en la adolescencia, convirtiéndose en el centro de la vida. Es, de algún modo, el mundo del joven. Los adolescentes pasan más tiempo con sus pares que solos o con sus propios padres8. A este respecto, debe tenerse en cuenta el debilitamiento actual de las instancias de control social más tradicionales, como son la familia y la escuela.

En general, el número de compañeros que un joven necesita aumenta con su edad. Mientras el pre-escolar, generalmente se encuentra feliz con sólo uno o dos compañeros, los contactos se van ampliando cuantitativamente con el comienzo escolar. La vivencia en la escuela rompe, definitivamente, el círculo familiar. Al final del ciclo básico se inicia el llamado "ganging" que experimenta un fuerte aumento hasta su punto más alto en la prepubertad (10-13 años)9 y pubertad10. En la segunda etapa del período escolar, el grupo de pares, en lo que concierne a las experiencias sociales, va adquiriendo cada vez más importancia frente a la familia. Éste corresponde a las condiciones psíquicas y mentales de esa edad11. Es la fase de transición de la infancia a la vida adulta en que las relaciones -como veremos infra- juegan una parte vital, ayudándose mutuamente, de múltiples formas, a superar las tareas y las pruebas de la adolescencia12.

1.2. El grupo de pares (peer group)

Se ha observado que entre la niñez y la adolescencia, los individuos suelen, respecto al aprendizaje de los estándares de grupo, orientarse más hacia aquellas personas con una

edad parecida a la suya que hacia sus propios padres. Incluso, más tarde, las propias opiniones personales se ven influenciadas por el inmediato entorno social. Hay que considerar además, que junto a una vinculación etaria, los miembros del peer group tienen, en general, también un origen social similar y participan del mismo género.13

Existen, según el tipo de organización, grupos juveniles formales e informales, los que aparecen en todos los países del mundo occidental14. El grupo completo puede estar compuesto de individuos que difieren unos de otros, pero los amigos mutuos suelen ser bastante semejantes en rasgos de la personalidad15.

[CONSULTE CUADRO EN PDF ADJUNTO]

Fuente: SCHWIND, Hans-Dieter. Kriminologie. Eine praxisorientierte Einführung mit Beispielen. Heidelberg: Kriminalistik-Verlag. 1998, p. 252.

1.3. Las funciones del grupo de pares

En primer lugar, el grupo de pares cumple una función de puente, es decir, se constituyen en un espacio de transición entre la familia y la sociedad -aspecto social- y entre la familia de los padres y la familia propia que conforma después -aspecto temporal-. Por lo tanto, y por regla general, la formación de grupos es un episodio limitado en el tiempo, aunque constituye una etapa muy relevante para la vida del adolescente16. Usualmente, la asociación al grupo termina o su influencia disminuye con la constitución de una relación de pareja estable17.

La tarea probablemente más importante de la adolescencia es la búsqueda de la identidad, la pregunta para encontrar "quien soy yo en realidad"18. Los jóvenes necesitan desarrollar sus propios valores y averiguar sus habilidades y estar orgullosos de sus logros19, siendo un elemento principal la necesidad de llegar a ser independiente de los padres20. Se dirigen a dejar la identidad de ser el "hijo o hija de la familia González" para establecer su propia identidad privada, pero, a la vez conservar sus lazos con sus padres y su familia21. Ese proceso de desvinculación se inicia en la segunda etapa del período escolar y alcanza su punto máximo en la pubertad22. En esta fase los jóvenes sienten, generalmente, una constante tensión entre la necesidad de alejarse de los padres y su dependencia de ellos. Junto con el distanciamiento progresivo de los padres y la ruptura con la familia, paralelamente, tiene lugar la búsqueda de nuevas relaciones. Por lo tanto, antes de que el joven llegue a ser independiente por completo, se va produciendo un cambio de la dependencia, que va desde los padres hacia los compañeros23.

Los grupos de pares son instituciones sociales que permiten al adolescente, fuera de la mirada crítica de los adultos, practicar conductas sociales, habilidades y roles que

contribuirán a su identidad personal24. Para comenzar y mantener una relación los adolescentes deben aprender habilidades sociales adecuadas25. Al mismo tiempo, deben desarrollar entre ellos estrategias para la solución de conflictos, las que son aprendidas en menor grado con los padres. En este contexto, cabe señalar que los niños y adolescentes perciben mutuamente sus facultades, características especiales y atracciones personales, y de manera diferente a los adultos26. Obtienen entonces la posibilidad de un aprendizaje social y autorrealización que, en esa forma, no le es otorgada por el ámbito familiar, escolar o la formación profesional. Por tanto, se puede ver el grupo como un importante factor en el desarrollo de las competencias sociales. Precisamente, es en esta edad, de transición entre la niñez y la adultez, donde los grupos ofrecen además, una sensación de pertenencia y un soporte emocional27. Las normas del grupo constituyen un elemento determinante de orientación28. Al asimilarse al grupo (vestimenta...

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