Diferencias entre la composicion sectorial y ocupacional de las principales ciudades chilenas. - Vol. 36 Núm. 108, Agosto 2010 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 228998070

Diferencias entre la composicion sectorial y ocupacional de las principales ciudades chilenas.

AutorLuf

RESUMEN | La planificación regional y urbana ha tendido a fijarse exclusivamente en la composición sectorial de las economías locales, asumiendo en forma implícita que la estructura de ocupaciones por actividad es similar a lo largo de un país. Si bien este supuesto parece ser cierto para el conjunto del tejido productivo, se encuentran diferencias significativas cuando se analizan ocupaciones específicas. Entre ellas destacan aquellas intensivas en conocimiento, las cuales tienden a estar sobrerrepresentadas en las principales ciudades. Se propone una metodología para el análisis de la relación existente entre la estructura de ocupaciones y la estructura sectorial y se aplica al estudio de las principales ciudades chilenas en 2002 a partir de la información del Censo de población, con el objetivo de estimar en qué medida estas estructuras divergen y si existen concentraciones relativas de ocupaciones, observándose que aquellas relacionadas con el conocimiento y la toma de decisiones empresariales tienen una presencia mayor que la esperada en el área metropolitana de Santiago.

PALABRAS CLAVE | Economía urbana, mercado de trabajo, planificación territorial.

ABSTRACT | Regional and urban planning have tended to be exclusively focused on the industrial mix of local economies, implicitly assuming that the occupational mix of economic activities is similar throughout a country. This assumption seems to be right from the perspective of the productive system asa whole, however signiflcant differences arise when analyzing certain occupations. Among them, knowledge-intensive occupations stand out and tend to be overrepresented in the main urban areas. A methodology is proposed to analyze the relationship between the occupational and industrial structures. This methodology is applied to the case of the principal Chilean cities in 2002 using data from the population Census in order to estimate the extent to which these structures diverge and whether or not there are relative concentrations of occupations. Results show that the presence of managerial and knowledgeintensive occupations in the metropolitan area of Santiago is higher than expected.

KEY WORDS | Urban economy, labour market, territorial planning.

Introducción

La controversia sobre las fuentes del crecimiento económico regional sostenida por Douglass C. North y Charles M. Tiebout entre 1955 y 1956 mantiene todavía su vigencia. En términos generales, el objeto de debate era la hipótesis planteada por North (1955 y 1956) en referencia a la historia de los Estados Unidos, que planteaba que el crecimiento regional no requería pasar por una etapa de industrialización, como ocurrió en Europa, sino que podía fundamentarse en el crecimiento de una base exportadora no necesariamente industrial. Por su parte, Tiebout (1956), como más tarde sostendría Jacobs (1984) en el contexto urbano, aun sin negar la importancia de las exportaciones, defendía el argumento de que el crecimiento de las regiones también podía sustentarse en un proceso endógeno de división del trabajo que llevara a la sustitución de importaciones. Este proceso, caracterizado por la ampliación progresiva del número y variedad de ocupaciones, era capaz de promover el crecimiento regional sin necesidad del crecimiento de las exportaciones.

El papel que las teorías del crecimiento y el desarrollo endógeno han dado al capital humano como factor determinante del crecimiento y la falta de estudios empíricos que demuestren una relación consistente entre la capacidad exportadora y el crecimiento regional, manifiestan el interés de adoptar una perspectiva funcional como la propuesta por Tiebout para el estudio del desarrollo de las regiones y las ciudades. En la práctica, sin embargo, las estrategias de desarrollo regional de las dos últimas décadas -influidas en buena medida por la creciente globalización de los mercados- han tendido a presentar un enfoque marcadamente sectorial, basado en la identificación y promoción de actividades en las que se posee una ventaja, ya sea comparativa o competitiva, que refuerza la capacidad exportadora. En este sentido, puede afirmarse que la posición de North, si bien matizada, ha recibido hasta ahora una mejor acogida que la de Tiebout. No en vano los estudios que incorporan la perspectiva ocupacional a la planificación del desarrollo regional y urbano son todavía marginales y sólo recientemente se les ha prestado más atención (Feser, 2002; Markusen, 2004 y 2007; Markusen y Schrock, 2006; Barbour y Markusen, 2007), retomando las propuestas que veinte años atrás hicieron Thompson y Thompson (1987) sobre la complementariedad de ambos enfoques. Estos autores utilizan la metáfora del punto de mira de las armas de fuego, formado por dos líneas cruzadas que permiten enfocar el blanco. Destacan que la planificación del desarrollo regional y urbano, si pretende identificar de forma correcta sus metas, requiere no sólo de una mirada sectorial, sino también de otra ocupacional o funcional, centrada en la conformación de los recursos humanos locales, sus habilidades, educación y movilidad. Añaden, además, que esta doble mirada abre la puerta a una tercera dimensión del análisis regional relacionada con los determinantes de la localización de las actividades y los actores regionales.

El objetivo de este trabajo es analizar en qué medida existen diferencias entre las estructuras funcionales y productivas de las principales ciudades chilenas que justifiquen su análisis tanto desde una perspectiva ocupacional como sectorial. Para ello, se utiliza la metodología propuesta por Barbour y Markusen (2007) aplicada a matrices urbanas de actividades y ocupaciones elaboradas a partir del Censo de Chile de 2002. Estas matrices permiten hacer un estudio exploratorio sobre la existencia de algún patrón de división espacial del trabajo entre dichas ciudades. El artículo se organiza en cuatro partes. En la primera, se presentan los argumentos que justifican la necesidad de adoptar tanto una perspectiva sectorial como ocupacional en la planificación regional y urbana, y se exponen las hipótesis a verificar en el contexto chileno. A continuación, se describen la metodología y los datos empleados. En la tercera parte, se muestran los resultados del trabajo y, por último, las principales conclusiones.

Ocupaciones y sectores. La necesidad de una doble mirada

La preeminencia que hasta ahora ha tenido el enfoque exclusivamente sectorial en los estudios regionales y urbanos estaría justificada de cumplirse el supuesto de que la estructura de las ocupaciones por actividad de las regiones o de las ciudades es similar en todo el país (Barbour y Markusen, 2007). De ser así, la dimensión ocupacional resultaría irrelevante por ser espacialmente homogénea para cada actividad. De hecho, el ser capaz de promover el desarrollo de una actividad dentro de una región o una ciudad conllevaría, de modo automático, desarrollar el conjunto de ocupaciones correspondiente. De igual modo, el cumplimiento de este supuesto también justificaría la validez de un enfoque exclusivamente ocupacional o funcional. En esta dirección apunta, por ejemplo, el trabajo de Feser (2002), quien propone la identificación de clusters de ocupaciones intensivas en conocimiento, como un medio para diseñar estrategias de mejora y diversificación de la fuerza de trabajo local que permitan promover actividades productivas que requieran de un mismo tipo de habilidades y funciones. Esta perspectiva, como la sectorial, asume implícitamente que la estructura de las ocupaciones por actividad no difiere en el espacio.

Existen, sin embargo, diversos indicios que llevan a pensar que la estructura funcional de las actividades no tiene por qué ser la misma a lo largo de las regiones o las ciudades de un país. En primer lugar, la organización de las actividades productivas ha evolucionado hacia una mayor y más compleja división espacial del trabajo, no sólo en el contexto internacional sino también en el nacional (Markusen y Schrock, 2006). La forma en que se organiza una actividad en términos de su división espacial de labores puede dar lugar a patrones heterogéneos de localización de las ocupaciones, aun operando bajo condiciones de homogeneidad de la composición sectorial. Cabría, además, esperar que la presencia relativa de ciertas categorías ocupacionales, como por ejemplo las relacionadas con la toma de decisiones y las intensivas en conocimiento, fuera mayor en las ciudades más prominentes del sistema urbano. Esto resulta compatible con la existencia de sistemas de ciudades, en los que la división funcional se manifiesta en parte como heterogeneidad sectorial, pero también como heterogeneidad ocupacional y donde las ciudades cumplen diferentes roles y tareas en cadenas de valor-producción espacialmente distribuidas. Este elemento posee especial interés en el caso de las economías como las latinoamericanas, cuyos sistemas urbanos tienden todavía a caracterizarse por sus altos índices de primacía y donde los clusters periféricos de alta tecnología son prácticamente inexistentes.

Un segundo elemento a considerar es la reducción de los costos de transporte de las mercancías, que ha permitido a las empresas localizadas en las grandes concentraciones urbanas externalizar (fragmentar) determinadas funciones--antes integradas verticalmente--hacia áreas donde es posible obtener ventajas en los precios de los factores (Glaeser y Kohlhase, 2004). De igual modo, la extensión de la conmutación urbana más allá de los límites de las ciudades (Aroca y Atienza, 2008), a la que ha contribuido la reducción de los costos de transporte de las personas, hace que quienes trabajan y quienes viven en una ciudad no coincidan necesariamente, por lo que puede llegar a pensarse que la relación entre las estructuras funcionales y sectoriales de las ciudades ha rendido a debilitarse con el tiempo (Bagchi-Sen y Pigozzi, 1993).

Estudios empíricos recientes (Markusen y Schrock...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR