Corte Suprema 2 de diciembre de 1996. Aravena Rojas, Jorge Luis
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Conociendo de la solicitud de declaración de injusta condena,
LA CORTE
Vistos:
A lo principal de fs. 35 ha comparecido Jorge Luis Aravena Rojas, contador, domiciliado en Pasaje La Cascada Nº 1606, Población El Valle de La Serena, solicitando se declare, al tenor de lo dispuesto en la letra i) del Nº 7 del artículo 19 de la Constitución Política de la República, como injustificadamente errónea o arbitraria la sentencia de primer grado, recaída en la causa Nº 20.750-4 del 2º Juzgado de Letras de La Serena, que lo condenó como autor del delito de tráfico ilícito de estupefacientes, a la pena principal de seis años de presidio mayor en su grado mínimo, la cual fue posteriormente revocada por el fallo de segunda instancia pronunciado en los autos por la Corte de Apelaciones de esa ciudad, que lo absolvió del cargo formulado en su contra.
El Fisco de Chile, por medio del Abogado Procurador Subrogante de Santiago, Florencio Maureira San Martín, a fs. 40, solicita se rechace la procedibilidad para demandar perjuicios a su parte, por improcedente, con costas.
El señor Fiscal de esta Corte, don Enrique Paillas Peña, en su informe de fs. 49, es de opinión de rechazar la referida petición.
Se han tenido a la vista los autos en que se dictó la resolución en que incide la solicitud.
Se dispuso dar cuenta de la pretensión en la Segunda Sala de esta Corte Suprema.
Considerando:
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Que Jorge Luis Aravena Rojas, de acuerdo con lo previsto en el artículo 19 Nº 7, letra i) de la Constitución PolíticaPage 227de la República, ha requerido que esta Corte Suprema declare injustificadamente errónea y arbitraria la sentencia definitiva dictada con fecha 13 de julio de 1995 por el Juez Titular del 2º Juzgado del Crimen de La Serena, en los autos rol Nº 20.750-4, por la cual lo condenó a las penas de seis años de presidio mayor en su grado mínimo, al pago de una multa de 30 ingresos mínimos mensuales y al pago de las costas de la causa, como autor del delito de tráfico ilegal de substancias estupefacientes, la cual fue luego revocada por fallo de segunda instancia, dictado por la Corte de Apelaciones de esa ciudad, que lo absolvió de la acusación dictada en su contra en tal sentido.
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Que el solicitante basa su pretensión en que, en su concepto, la prueba de cargo no era suficiente, ni aún apreciada conforme a las reglas de la sana crítica, para condenarle, más aún si se comprenden todos los elementos que lo exculpaban y que fueron reseñados en el motivo tercero del fallo absolutorio de segundo...
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