El discurso de los docentes en el aula en la perspectiva de la nueva educacion chilena. - Núm. 45, Enero 2008 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 68429897

El discurso de los docentes en el aula en la perspectiva de la nueva educacion chilena.

AutorHerrera D

INTRODUCCIÓN

La relación existente entre la educación formal y sistémica y el lenguaje, no se limita a la enseñanza del mismo. El lenguaje posee un carácter mediador en el proceso educativo, ya que es a través de éste que realizamos nuestro aprendizaje. Más aún, podemos afirmar que, como plantea Bajtin, el signo refracta la ideología; en tanto, la estructuración del discurso y éste en sí mismo ya es portador de

contenido (13). Es por esto que no se debe dejar de reflexionar sobre este carácter que tiene el lenguaje y la importancia que cobra el discurso propiciado por el profesorado en el aula (14).

La sociedad chilena actual, en el ámbito educacional, se encuentra marcada por la aplicación -no exenta de roces- de la Reforma Educacional, que ha implicado un cambio curricular y metodológico de la misma. Más aún, se evidencia, producto de la evaluación docente, que los cambios propuestos en esta reforma no son aplicados de manera coherente, ya que se siguen manteniendo antiguos principios que guiaban la labor educativa. En este sentido, como sociedad deberíamos cuestionamos si esta nueva educación necesita de nuevos docentes formados bajo estos nuevos principios. Evidentemente, esta es una problemática que abarca demasiados ejes, por lo que nos centraremos específicamente en el aula. Es en la práctica donde podemos ver las contradicciones en que incurre el profesorado a la hora de pensar sus clases. En efecto, el problema no es sólo de "práctica", sino de la reflexión como proceso anterior a la realización del proceso educativo (15).

Uno de nuestros objetivos, es analizar la práctica pedagógica en relación a la Reforma Educacional Chilena. Este análisis, en primera instancia, evidenció los vacíos que la concepción e implementación de ésta ha mostrado en cuanto a la reflexión y práctica de los docentes. Pues, a pesar de la inclusión de metodologías y programación curricular pensada para el estudiante sigue prevaleciendo un discurso que se aleja de la realidad de los estudiantes, en tanto entiende la educación como una actividad mecánica en la cual no hay reflexión sólo aplicación, y los seres humanos se constituyen en objetos. A este primer análisis, le siguió un segundo objetivo, que fue la postulación de una práctica pedagógica coherente con la reforma y que se basa, principalmente, en hacer palmario/transparente el proceso educativo.

MARCO TEÓRICO

Desde la creación de la escuela como institución formal cuya intención era formar a los sujetos, ésta se constituye como fruto de una relación social. Relación de la cual forman parte el profesor (individuo) y los estudiantes (colectivo). A través de la historia, esta relación se ha estructurado de manera asimétrica, en la que el docente es el sujeto que posee todos los contenidos y los estudiantes se encuentran desprovistos de ellos. Entendiendo, así, la educación como eminentemente expositiva y narrativa. Esta forma de entender el aprendizaje, el conocimiento y la relación educador-educandos (16) se encuentra determinada por lo que se plantea como su finalidad, y ésta, a su vez, por concepciones ideológicas. La concepción de educación que subyace es la "concepción bancaria" entendida como la "donación [de conocimiento] de aquellos que se juzgan sabios a los que se juzgan ignorantes" (Freire 1970), o como diría Erich Fromm, 'necrofilico'.

Al contrario, si pensamos que la educación es una relación social y que "son sociales las relaciones que se fundan en la aceptación del otro como un legítimo otro en la convivencia, y que tal aceptación es lo que constituye una conducta de respeto" (Maturana 2001: 22) dejando, así, de lado la competencia (17) -entendida como contradicción y negación del otro. El discurso potenciado en la sala de clases debe ser fruto del consenso, no de la imposición de reglas, sino del fluir de otro. Consenso, en tanto, la relación no se encontrará determinada por uno de sus integrantes -considerado superior- sino por la interacción de todos ellos. En ese sentido, el discurso del docente debe considerar a ese otro al que se dirige, debe valorizar ese discurso, por lo cual, la educación ya no se entenderá como la donación de un conocimiento, sino que todos poseemos conocimiento, por lo tanto, no son sólo los estudiantes quienes aprenden en esta relación, sino también el educador.

Es decir, el discurso que se debe potenciar en el aula es el diálogo y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR