Elección de autoridades regionales - Núm. 1275, Octubre 2016 - Temas Públicos - Libros y Revistas - VLEX 650933137

Elección de autoridades regionales

LIBERTAD Y DESARROLLO
TEMAS PÚBLICOS
www.lyd.org
1275 - 2
7 de octubre de 2016
ISSN 0717-1528
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ELECCIÓN DE AUTORIDADES REGIONALES
La reforma constitucional que busca la elección de autoridades regionales ha sido
aprobada en primer trámite por el Senado. Dado que el gobierno insiste en que
estas autoridades se elijan en noviembre del próximo año, junto con las elecciones
presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales, está actuando en forma
precipitada buscando que sea aprobada "a como dé lugar”. Para que la elección
pueda ser en noviembre del 2017, no sólo se tiene que terminar de tramitar esta
reforma que aún debe ser analizada por la Cámara, sino que además debe pasar
por el Congreso la ley orgánica que regula los aspectos específicos de esta nueva
elección.
Pero no sólo por ser una reforma que se está tramitando de modo frenético en el
Congreso genera dudas en cuanto a si será positiva para el país. La principal
objeción para avanzar en este tema dice relación con el hecho que se mantiene
intacta toda la actual institucionalidad de los gobiernos regionales, diseñados y
pensados para que sean encabezados por alguien designado por el gobierno
central. El contar con autoridades regionales electas, requiere de otro tipo de
institucionalidad, con atribuciones y competencias bien definidas, así como
mecanismos de financiamiento que no dependan de la buena y arbitraria voluntad
del gobierno central.
La reforma constitucional que busca la elección de autoridades regionales ha sido aprobada en
primer trámite por el Senado. Lamentablemente, el gobierno ha presionado por avanzar en
materia de descentralización política, sin haber sido capaz de proponer una agenda realmente
descentralizadora en materia de competencias y recursos.
La institucionalidad que rige a los gobiernos regionales es consistente con autoridades
designadas. Nada se ha corregido para que sea concordante con autoridades electas. Ello sólo
generará mayores niveles de conflictividad entre el gobierno central y los nuevos
gobernadores regionales.
El contar con autoridades regionales electas, requiere de otro tipo de institucionalidad, con
atribuciones y competencias bien definidas, así como mecanismos de financiamiento que no
dependan de la buena y arbitraria voluntad del gobierno central.

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