¿Existe un espacio público latinoamericano? - Núm. 1-2003, Julio 2003 - Revista de Estudios Constitucionales - Libros y Revistas - VLEX 42904909

¿Existe un espacio público latinoamericano?

AutorDomingo García Belaunde
CargoProfesor Principal de Derecho Constitucional de la Pontificia Universidad Católica del Perú
Páginas61-70

    Reconstrucción de la exposición llevada a cabo el 12 de julio de 2002, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Bayreuth, en el Seminario Internacional "Diálogo entre culturas jurídicas", organizado con motivo de la jubilación del prof. Peter Häberle. Artículo recibido el 15 de septiembre de 2003. Aceptado por el Comité Editorial el 29 de septiembre de 2003. Correo electrónico: estudio@flores-araoz.com


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Introducción

Cuando conocí a Häberle, hace algunos años, y luego lo traté más cercanamente y leí sus principales trabajos -felizmente traducidos, en su parte sustancial a otros idiomas- me di cuenta que era un profesor, o mejor aún, un gran jurista, que a diferencia de otros, no se había encerrado en una torre de marfil, es decir, en su propia casa, y tampoco lo había hecho en su propio país, sino que había pensado en otras realidades fuera de Alemania. Esto me llamó la atención, pues se trataba de una actitud poco común en un profesor alemán.

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Sin embargo, los intereses de Häberle no sólo se proyectaban hacia el futuro, sino que trataba temas de plena actualidad, abriéndose paso más allá de las fronteras de su país, para abarcar, como era natural que lo fuese, el ámbito europeo. Por eso es que Francisco Balaguer, en una esclarecedora entrevista que hizo a nuestro eminente colega, lo calificó, con propiedad, como un jurista europeo nacido en Alemania.

Ahora bien, con respecto a la realidad europea, Häberle ha hablado de un espacio público, concepto que traduce muy aproximadamente el término alemán öffentlichkeit y que creo que es comprensible.

Para Häberle el término espacio público europeo está vinculado con dos temas que también son importantes:

a) el Estado europeo, y,

b) la Constitución europea.

Häberle es consciente de que estos dos conceptos, Estado y Constitución europeos, no existen, o por lo menos no existen todavía, pero tampoco puede negar que se dan los elementos de base para que puedan existir en el futuro. Y en todo caso, ellos se dan en una realidad primaria, embrionaria y en pequeña dimensión. Y nadie puede negar que Europa va hacia eso, y que tiene muchos de los elementos que configuran una constitución común y algunos de los que conforman un Estado. Esto demorará, pero al parecer están dados los elementos para que esto funcione.

El mismo Häberle ha insistido en forma adicional, en dos ideas básicas: la Constitución como proceso abierto y el pluralismo en el ámbito constitucional (o como él quiere llamarlo, la constitución del pluralismo). Ambas ideas no son autónomas, sino que en rigor se derivan de una inocultable premisa democrática, que el mismo Häberle se ha encargado de precisar.

En términos amplios, un "espacio público" como él lo concibe, incluye muchas cosas: transparencia, participación, la publicidad tanto de las normas como de los actos y de la gestión públicas, la existencia de opinión pública, el funcionamiento de los partidos políticos. En fin, la participación del hombre común y corriente en la creación del Estado constitucional y democrático, el pluralismo y su desarrollo. Y sobre un transfondo histórico de una cultura europea y una cultura jurídica europea.

Todo esto conectado, por cierto, con el Estado europeo y la Constitución europea. Esto en apretada síntesis, que espero no sea infiel, el pensamiento häberliano en este tópico.

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Indudablemente la idea de la existencia de un "espacio público europeo", que contribuye decididamente a la existencia de un Estado constitucional, es tentador. Häberle es consciente de las enormes dificultades que esto encierra y de las razones que existen para tener dudas al respecto. Pero en términos generales, la tesis se presenta sugestiva y con visos de realidad. No inmediata, pero sin lugar a dudas a largo plazo. Y al parecer, de cumplimiento inexorable.

¿Puede haber un espacio público latinoamericano?

Este es, básicamente, el punto sobre el que he querido reflexionar. Y lo que he pensado es si estas consideraciones -superficialmente borroneadas antes- pueden dar pie a pensar que también pueda existir un "espacio público latinoamericano". Pero para esto es necesario tener en cuenta varios elementos y quizá un punto de partida distinto.

Lo primero que cabe preguntarse es qué es la América Latina y si ésta es una unidad tan compacta como lo es Europa. Y podemos decir que, salvo algunos territorios muy pequeños-costeros o islas-la mayoría de estos países son los que en su tiempo fueron conquistados y luego colonizados por dos coronas europeas importantes en su tiempo: España y Portugal.

Pero a diferencia de la colonización inglesa, que dio como fruto el nacimiento de los Estados Unidos de América, la española fue distinta y manejada a la distancia, vista más...

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