La Independencia Judicial - Núm. 8, Marzo 1989 - Colección Seminarios - Cuadernos de Análisis Jurídico - Libros y Revistas - VLEX 399591162

La Independencia Judicial

AutorOwen Fiss
CargoProfesor de Derecho Púbiico y Procesal en la Universidad de Yale
Páginas51-61

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LA INDEPENDENCIA JUDICIAL

Owen Fiss *

Como muchos de ustedes saben, nosotros en Estados Uni; dos de Norteamérica, enseñamos a nuestros alumnos el Derecho Constitucional, no leyendo la 'Constitución una y otra vez, no estudiando ciertoS tratados que dicen relación con la materia, sino más bien, analizando los fallos emanados de la Corte Suprema durante un período de 200 años y' procurando dar un contenido y significado específicos a los asgenerales de la Constitución. El tema que trataré esta mañana se refiere a la independencia del poder judicial.

¿Qué significado tiene en Estados Unidos? En qué forma intentamos avalarlo? Mi intención es responder a estas interrogantes, no en términos generales, sino aludiendo a un caso concreto que plantea el problema de la independencia judicial en forma evidente y dramática. Me refiero al pleito relativo a los documentos del Pentágono de 1971, en que la nación y los tribunales se vieron divididos y que involucró uno de los aspectos que, a mi juicio, es uno de los más célebres del Derecho Constitucional estadounidense: la libertad de expresión.

La causa se inició en la década del 60, la cual, como muchos de ustedes sabrán, fue muy particular para los Estados Unidos en términos legales y de libertad de expresión; el período comenzó con la manifestación en favor de los derechos civiles encabezada por Martin Luther King. No obstante, a mediados de la década, los ojos de la nación comenzaron a desviarse de los movimientos por los derechos civiles, centrándose en la guerra de Vietnam y en los movimientos de protesta generados por dicha guerra.

A comienzos de los 60, los movimientos de protesta estaban constitu ídos por grupos marginales en su mayoría, pero hacia fines del decenio, estos movimientos COmenzaron a tener un impacto en la política nacional organizada del país. Creo que esto influyó en la decisión tomada por Lyndon B. Johnson de no presentarse en 1968, en la derrota del candidato demócrata Hubert Humphrey, en la elección de Richard Nixon y, quizás también, en la aparición de dos personajes políticos na-

Traducción de Mada del Pilar Venegas. Revisado por Jorge Correa Sutil.

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cionales, Eugene McCarthy y George McGovern, críticos declarados de la guerra. Diría que los movimientos de protesta ejercieron un impacto transformador en la política nacional. Prácticamente en esta misma épo. ca, las tácticas utilizadas por estos movimientos de protesta comenzaron a cambiar, pasando de los métodos pacíficos y no violentos propugna· dos por Martin Luther King, a lo que nosotros, en Estados Unidos, deno. minamos política confrontacional, como quedó demostrado con la mar. cha frente al Pentágono y con las manifestaciones ante la Asamblea Na· cional Demócrata de hace 20 años atrás en Chicago. Los listados de en. rolamiento militar fueron incinerados Y las oficinas del servicio de re· clutamiento y selección militar se vieron invadidas; se instó a la resisten. cia, el reclutamiento por parte de los militares en las sedes de los estable· cimientos de educación superior fue obstaculizado, y muchos jóvenes abandonaron el país a fin de evitar ser llamados al servicio militar obli· gatorio.

El 13 de junio de 1971, los movimientos de protesta adop. taran un nuevo cariz, con la publicación en el "New York Times" de la primera entrega del expediente conocido con el nombre de los "Docu· mentas del Pentágono". Dichos documentos constituían un estudio en· cargado por el Secretario de Defensa en 1967, compuesto de 7.000 pá· ginas, 3.000 de ellas eran narrativas y 4.000 páginas consistían en docu· mentas clasificados, todos ellos rotu lados de "top secret" y el estud io en sí también estaba clasificado como "top secret". Tan pronto como los documentos comenzaron a aparecer en la prensa, el 13 de junio de 1971, se produjo un· revuelo extraordinario en Estados Unidos de América.

Una segunda distribución apareció el 14 y, en dicha opor· tunidad, el Procurador General de los Estados Unidos envió un telegra· ma al New York Times, exigiendo que se interrumpieran las futuras publi· caciones y que los documentos fueran devueltos inmediatamente al Mi· nisterio de Defensa. Al mismo tiempo, el Procurador General de los Es· tados Unidos amenazó al New York Times con entablar una acción cri· minal en su contra a la vez que un requerimiento judicial de prohibición, es decir, un proceso ante los tribunales destinado a proscribir cualquier publicación futura de dichos documentos. Al día siguiente, fue publica· da la tercera entrega, luego de lo cual el Procurador General de los Esta· dos Unidos inició la acción judicial, concretando así su amenaza al New York Times, y logró de los tribunales federales inferiores la dictación de una prohibición en contra del New York Times de publicar los documen· tos del Pentágono debido a que atentaban contra la seguridad nacional. El New York Times apeló de esta sentencia ante la Corte Suprema, com· prometiéndose, no obstante, a atenerse al resultado del litigio y a sus· pender cualquier publicación futura de los documentos.

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En ese momento, la causa en cuestión adoptó un matiz muy

ca común, ya que los mismos documentos del Pentágono comenzaron POaparecer en diversas partes del territorio nacional. Los miembros del. consiguieron copias, el Senador por Alaska comenZÓ a leer los documentos procediendo a insertarlos en los registros del Congreso; se ublicaron copias en Bastan, en Saint Louis, y luego en el "Los Angeles

El Procurador General inició un segundo proceso, esta vez en contra del Washington Post, también sin éxito.

No obstante lo que pudiera o no haber sucedido con respecto a esta causa Y lo que la· Corte Suprema hubiera hecho, debido a la proliferación de copias de los documentos del Pentágono a través de todo el país, dichos documentos, a la larga, iban a ser inevitablemente de dominio público. Lo que estaba en juego en este caso judicial, entonces, no era tanto la publicación de los documentos, sino más bien la estructura de la autoridad y la capacidad de la administración de mantener su sistema de clasificación de documentos reservados y secretos. Cuando la causa fue elevada a la Corte Suprema, lo que ocurrió a mediados de junio, la Corte estaba muy preocupada de...

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