El Judaísmo Español a través de sus poetas. - Núm. 49, Enero 2009 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 632228561

El Judaísmo Español a través de sus poetas.

AutorLorena Campos, Juana

El paso de los judíos por la Península Ibérica dejó huellas imborrables, es así como hoy España cuenta con valiosos monumentos arquitectónicos de aquella época que pueden ser observados ampliamente por los caminantes que recorren España. Sin embargo, además de estos monumentos, nos encontramos con otros no tan fáciles de ver, nos referimos a la literatura hebreo-española creada entre los siglos XI y XII. "Monumento" es todo objeto o documento que sea útil para la historia y toda obra científica o artística o literaria, de mérito excepcional, de esta manera nos podemos explicar por qué estas obras literarias, a pesar de no estar claramente expuestas a la luz pública, terminan por ser descubiertas y admiradas por quienes ven en las palabras un poder y una belleza que trasciende el tiempo y el espacio.

Si comparáramos la literatura hebreo-española con un cristal, podríamos decir que a través de este cristal es posible ver cómo el pueblo judío vivió su identidad dentro de un proceso histórico que definió y redefinió constantemente la cultura hispana; pero, por sobre todo, tendríamos que decir que este es un cristal que presenta una belleza en sí mismo, con características que lo hacen único y admirable.

Los judíos en España son fruto de la diáspora ocurrida luego de la destrucción del segundo templo de Jerusalén (70 d.C.), con lo cual el ejército romano de Tito diseminó a los judíos por todo el Mediterráneo. Dentro de un continuum histórico de más de 5.000 años, España es un hito de real importancia en la historia judía, tanto, que la historia de los judíos en España es para esa época, muy diferente a la de cualquier otra comunidad judía de la Diáspora.

La península estuvo dominada, alternadamente en tiempo y espacio, por musulmanes y cristianos, quienes aplicaron distintas políticas con las minorías, entre ellas la judía.

Con el reinado de Abderramán III (891-961), la situación en el emirato se consolida y se convierte en la cumbre del poderío musulmán. Se propone la construcción de un reino fuertemente ordenado, basado en una política de tolerancia hacia todas las minorías. Con esto se introduce un gran período de estabilidad y fortaleza.

El Califato de Córdova se convirtió en una potencia cada vez más poderosa dentro de la realidad política de su tiempo. Y, junto con el emirato, la comunidad judía se fue fortaleciendo cada vez más. Económicamente los judíos ascendieron de estado y respecto a lo cultural, estudiosos y libros fueron traídos especialmente desde Babilonia a España, y las yeshivot, academias talmúdicas, comenzaron a propagarse y a crear una considerable clase judía culta.

Más aun, el contacto entre la educada clase alta musulmana y los judíos creó un nuevo tipo de judío, un judío que se sentía a gusto tanto con la cultura árabe como con la tradición judía. La cultura árabe en este período fue la que lideró al mundo en ciencias, filosofía, medicina y lingüística.

Los judíos de España comenzaron a interesarse cada vez más en estas disciplinas, abriéndose al conocimiento general secular, junto con las esferas tradicionales de los estudios judaicos.

De esta época proviene un ilustrado grupo de estudiosos judíos que se expresan en profundas y hermosas obras filosóficas y poéticas, consideradas en esos tiempos como la forma de expresión más excelsa. De este período data la incomparable generación de poetas hispano-hebreos: para citar sólo tres ejemplos, bástenos mencionar a Schlomó Ibn Gbirol (1022-1057), Yehudá Ha Leví (1070-1141) y Abraham Ibn Ezra (1089-1164).

La época a la que hacemos mención ha sido tradicionalmente denominada como la Edad de Oro del judaísmo español. Estos fueron tiempos en los que, sin importar su origen, las personas de talento gozaron de libertad para alcanzar muy altas posiciones en el reino musulmán, y esto fue especialmente válido para muchos judíos, como por ejemplo, Hasdai Ibn Saprut (910-970), médico y gran estadista, que tomó a su cargo algunas delicadas misiones diplomáticas por parte del Califa o Semuel Ibn Negrella (993-1056) visir de dos reyes de Granada, quien además de sus actividades administrativas se dedicó a la poesía, a la gramática y a la teología.

Para un mejor acercamiento a la poesía judeo española, revisaremos dos características fundamentales del judaísmo:

  1. El estudio de la Torá es fundamental en la comunidad judía, y en la Torá encontramos fe, leyes, medicina, poesía, etc. La Torá está presente, de alguna manera, en todas las expresiones verbales del judaísmo. Existe una absoluta interrelación de formas y contenidos entre lo literario, lo filosófico, lo teológico y lo político. El estudioso de la literatura hebrea, David Gonzalo Maeso, plantea: "La feliz conjunción entre la Poesía y la Filosofía tiene su glorioso abolengo en la literatura bíblica. Todos los libros sapienciales de la Biblia hebraica, a pesar del carácter tan específico de cada uno, están escritos en verso; y el titulado "Libro de la Sabiduría", redactado en prosa griega, imita bastante el corte y ritmo de la poesía hebreo-bíblica. También la sabiduría de los profetas buscó casi siempre su expresión en el lenguaje poético" (1). Hablar de literatura hebreo-española, al igual que la literatura hebreo-bíblica, no es sólo hablar de estética verbal, sino también es hablar de teología, de filosofía y de historia.

  2. El lenguaje para el pueblo judío cumple una función reveladora y creadora. La Torá es la palabra de Dios para los hombres, Dios le revela la ley a su pueblo a través de la Palabra, establece su pacto con Israel sobre una base textual; Los diez mandamientos son escritos prolijamente (2) para sellar la relación Dios-Hombre. También encontramos que la relación Dios-Universo se establece a través de la Palabra: Dios dijo, y fue hecho. La Palabra de Dios está detrás de todo lo creado. Los poetas no judíos han tenido una especial relación con la palabra creadora. Por ejemplo, Huidobro dice en Arte poética: "Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra; (...) El poeta es un pequeño Dios"; y Pablo Neruda escribe en Las palabras:".... Todo está en la palabra...Una idea cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció ... Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces ..."

Evidentemente los poetas reconocen en el lenguaje un poder creador inexplicable, sólo admirable. Inclusive, es posible hallar en la cultura precolombina una reflexión sobre la posibilidad de encontrar en el lenguaje un vínculo con el creador de todo. Los poetas de lengua náhuatl escribían sus poemas, flor y canto, para rogar a Dios que la vida continuara; los militares aztecas sacrificaban corazones; los poetas, versos (3).

Para los poetas judíos este ejercicio se ha llevado a cabo desde la fundación de su pueblo y, por supuesto, han hecho uso del lenguaje más conscientemente de la creatividad que existe en este acto, pues el poder de la palabra no es una intuición para los judíos, sino una certeza. La palabra poética de este pueblo a lo largo de la historia ha sido un diálogo constante con Dios. Así, la literatura hebrea es un hecho revelador y creador.

Los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR