¿Qué se juega en esta elección?
Autor | Susana Jiménez |
Cargo | Subdirectora de LyD |
Páginas | 14-15 |
revista Nº289 / noviembre 2017
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ENTREVISTA
LC
LA COLUMNA DE
hile no se juega la vida e n estas elec-
ciones”, dijo el ento nces Ministro de
Hacienda, Rodri go Valdés. Decir lo con -
trario podría s onar exagerado per o lo
cierto es que, m ás que nunca en la hist oria reciente, se
verán confrontadas dos visiones, que pueden llevarnos a
transitar hac ia el desarrollo o bien retroc eder hacia la me-
diocridad y el es tancamiento.
Es difícil enten der qué pasó en Chile . Lo que en el mun-
do entero ha sido reconocido como el “milagro chileno”
por el progreso alcanzado en los últimos 30 años, pasó
a ser materia de cont roversia par ticularmente d urante la
elección pasada. La pérdida del poder de la Concertación
en el 2010 provocó una consternación tal que proliferaron
los diagnósticos fatalistas y las propuestas refundaciona-
les dispuestas a desconocer todo lo avanzado bajo los
propios gobiernos de su coalición. El rostro visible de esta
transformación fue la Presidenta Bachelet quien, empo-
derada por un amplio re spaldo popular (hacia su perso na
más que su proyec to), decidió introduc ir cambios est ruc-
turales al siste ma económico, social y político impe rante.
Lo que vino después no debió haber sorprendido a nadie,
porque venía anunciado en el programa de gobierno, mas
pocos lo leyeron y muchos lo ignoraron. La actual admi-
nistración creyó leer en las legítimas demandas de la gen-
te, un mandato por reali zar cambios prof undos. Su prin-
cipal exponen te fue el senador Qu intana quien a poco s
días de asumido el gobier no anunció la retro excavadora
para “destruir los cimientos anquilosados del modelo
neoliberal”. Ello devino prontamente en reformas impro-
visadas y alt amente costosa s, cuyos efec tos no tardaron
en manifest arse. La economía sufrió un f uerte frenazo, la
inversión se vi no abajo y las opor tunidades de trab ajo se
limitaron al sector público y el empleo por cuenta propia.
Los principales cambios impulsados en materia tributa-
ria, educacional, laboral y, más recientemente, previsional
pese a concita r amplio rechazo entre t écnicos y la propia
ciudadanía, fueron obstinadamente empujadas por la
Nueva Mayoría.
Pero sería un error p ensar que la izquierda sufrió una de -
rrota, pues to que logró avanz ar hacia una sociedad c on
más poder del Es tado y que deja un legad o de estanca -
miento y desilusión. Resurgió además la izquierda dura,
mientras su fracc ión más moderada vir tualmente de sa-
pareció. Prueba d e ello es que las alter nativas de suce -
sión en las elecciones presidenciales de este año no solo
profundizan las propuestas de este gobierno, sino que
incluso ext reman su postura.
Los programas de los c andidatos A. G uillier y B. Sánch ez
revelan que poco y nad a se aprendió de los fra casos de
¿Qué se juega
en esta elección?
“C
SUSANA JIMÉNEZ
Subdirect ora de LyD
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