Los recursos construidos de valor patrimonial en un modelo de gestión ambiental urbana. - Vol. 39 Núm. 117, Mayo - Mayo 2013 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 635661897

Los recursos construidos de valor patrimonial en un modelo de gestión ambiental urbana.

AutorZúñiga, Libys
CargoConservación del patrimonio construido, gestión ambiental

RESUMEN | Una concepción integral de la conservación del patrimonio construido--es decir, de los recursos construidos de valor patrimonial--implica una visión ambiental del mismo, a través del análisis teórico y de experiencias relativas a los enfoques, tendencias y modelos aplicados a la gestión de dichos recursos, en complementariedad con los atributos que conforman su valor patrimonial. A tal fin se ha desarrollado un modelo conceptual para su manejo, basado en la gestión ambiental urbana. Esto presupone un proceso que contribuye al equilibrio entre la satisfacción de las necesidades de la sociedad actual y la conservación de los recursos construidos de valor patrimonial, en una concepción de mejora de ambos componentes que abre perspectivas de sustentabilidad del ambiente urbano.

PALABRAS CLAVE | patrimonio construido, medioambiente urbano, gestión ambiental.

ABSTRACT | An integral conception regarding the conservation of built heritage--that is, of built resources of heritage value--demands an environmental vision of the same, through an analysis of theory and experiences related to approaches, trends and models applied to the management of those resources asa complement of the study of the attributes that constitute its heritage value. To that purpose, a conceptual model based on the urban environmental management has been developed. Such management presupposes a process that contributes to reach the equilibrium between the satisfaction of the needs of the present society and the conservation of the built resources of heritage value, in a conception of the improvement of both components that opens perspectives for the sustainability of the urban environment.

KEY WORDS | built heritage, urban environment, environmental management.

Introducción

Desde la Convención de París, en 1972, los valores del patrimonio como generalidad pueden ser analizados para su gestión en diferentes perspectivas. Así, según su origen, puede distinguirse el patrimonio natural, el cultural y el mixto. En cuanto a los recursos patrimoniales culturales, ellos representan la evolución de la sociedad en el tiempo, y se clasifican en intangibles, como parte de la vida inmaterial del ser humano, y en tangibles. Entre estos últimos se tienen los recursos de carácter mueble (objetos que se pueden trasladar, movibles), pertenecientes al quehacer portable de las personas, ya sean utilitarios, culturales o científicos; y los recursos de carácter inmueble (construidos o edificados, inamovibles), de los cuales los edificios y sitios históricos constituyen el ejemplo más claro. Estos últimos contribuyen a conformar la identidad cultural y el medioambiente urbano, cuando se dan en conjuntos o redes. También en este grupo están los valores intangibles, como las tradiciones y saberes populares.

En el contexto urbano existen recursos construidos de valor patrimonial que son considerados lo más representativo y contenedor del espacio social, el cual une, jerarquiza y diversifica las funciones y necesidades del hombre (Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, Cultura y Deportes [Unesco], 2003; Echarri Chávez, 2009). Sin embargo, desde una perspectiva ambiental, su gestión es limitada. Siguiendo a Capra (1998, pp. 22 a 35), se tiene que la concepción ambiental establece una relación entre recursos, sistemas sociales y ecosistemas, ámbito en el cual hoy se manifiesta una crisis de percepción. Dichos componentes no pueden ser entendidos aisladamente, son elementos sistémicos del ambiente en sus interconexiones e interdependencias, pero ocurre que especialistas de disciplinas como geología, biología o estudios de la atmósfera no están acostumbrados a comunicarse entre sí. El manejo del medioambiente es una sola disciplina, la de la vida en sus diferentes ambientes. Esta crea las condiciones aptas para su propia existencia, conforma y cambia el entorno al que se adapta; y este entorno, a su vez--señala Capra--, retroalimenta la vida que cambia, actúa y crece en él.

Coincidimos con este autor en el sentido de que, en una perspectiva ambiental, los recursos construidos de valor patrimonial son el resultado de las interrelaciones entre naturaleza y sociedad. Constituyen estructuras físicas inamovibles que manifiestan un patrón de organización para la conservación del individuo, en reflejo de sus características, comportamiento y evolución, y a su vez interactúan como recursos dentro del ecosistema urbano. Son elementos vitales en el desarrollo local, en contribución, complementariedad e interconexión con el desempeño de las funciones urbanas o de otros componentes del medioambiente urbano, por lo que deben reconocerse como recursos de este ambiente, de igual importancia que los de origen natural neto.

El análisis del estado de la gestión de los recursos construidos de valor patrimonial, a escala internacional, indica que solo limitadamente han sido reconocidos como recursos del ambiente. De modo general, se observa bajo nivel de integración en los procedimientos para su gestión. El enfoque metodológico desarrollado aún es insuficiente, con poca profundización en los elementos que determinan los atributos del valor patrimonial con fines de gestión; los mecanismos de diseño para su conservación son limitados, y hay poco desarrollo en los indicadores de control.

La propuesta de un modelo conceptual para la gestión ambiental urbana de los recursos construidos de valor patrimonial describe un proceso que logra influir en las características de los recursos construidos, a través de tres etapas fundamentales: valoración, conservación y control, en una concepción ecosistémica, estratégica y participativa. Estos aspectos comprenden las potencialidades necesarias que ayudan a conservarlos y enriquecerlos (1) y que contribuyen socialmente, (2) aspectos que deben caracterizar los métodos de gestión en la actualidad.

Los recursos construidos con valor patrimonial

En una perspectiva ambiental, los recursos construidos son resultados de las interrelaciones de naturaleza y sociedad. Cuando son valorados socialmente, adquieren un carácter patrimonial para la comunidad que los acoge en un proceso histórico cultural, reflejo de su identidad. En ocasiones, los recursos construidos constituyen en sí mismos la principal expresión y el producto más visible de la conservación social de la vida del ser humano, por la interconexión e interdependencia que se establece entre ambos, en una manifestación del medioambiente urbano de tanta importancia como las del medioambiente natural.

La concepción del patrimonio construido como recurso implica que contribuye y colabora a la generación de riquezas, al propiciar utilidades e incremento de la vida espiritual, por el sentido de pertenencia que genera al ser apreciado como patrimonio común. Se relaciona, además, con recursos naturales, como son el suelo y la diversidad biológica, y con recursos culturales, potenciándolos y añadiéndoles valor por su capacidad de permanencia y carácter en cierto modo resiliente, esto es, su resistencia a los avatares del tiempo. Los recursos patrimoniales construidos comparten los principios de la ecología según enunciados por Capra (1998); por ejemplo, cuando se unen varios de estos recursos conforman redes, evidenciadas por zonas con tipologías constructivas similares, manifestadas a través de los ciclos del tiempo en una diversidad de funciones que mantienen la vida del individuo. Pero también tienen límites físicos, debido a que son frágiles e irreemplazables, producto del resultado evolutivo de la historia de los hombres, la naturaleza, o mezcla de las dos.

Los recursos patrimoniales construidos no se distribuyen, se comparten como parte de la memoria histórica de la humanidad. Se capitalizan cuando son valorados como elementos para el conocimiento, la cultura, la recreación y el turismo, fundamentalmente. Estos aspectos refuerzan su carácter sistémico, porque contribuyen con funciones que apoyan la mejora del estado ambiental al producir sinergias con otros sistemas. Constituyen, además, piezas clave para el desarrollo local, en un proceso mediante el cual la totalidad del sistema ambiental mejora de manera eficiente y con capacidad de sostenimiento a través del tiempo, constituyendo una cultura asociada al desarrollo económico, material y espiritual que incrementa la calidad de vida del ser humano.

Según la función social que cumplen en relación con las necesidades del individuo para su desarrollo, los recursos construidos de valor patrimonial pueden ser clasificados de la siguiente forma:

--Espacios públicos. Áreas públicas (plazas, accesos) con determinadas funciones sociales a las que se les otorga valor patrimonial.

--Locales. Áreas cerradas o parcialmente cerradas donde se desarrollan actividades privadas (industrias, viviendas, zonas militares) o públicas (áreas religiosas o civiles, que incluyen locales de uso público vinculados al deporte, salud, cultura, recreación, educación, administración, comercios, entre otros).

--Arqueológicos. Elementos construidos, reflejos de un pasado remoto, ausentes de la actividad social durante un período y que fueron recuperados a través de técnicas arqueológicas.

Cabe señalar, además, que las funciones señaladas poseen elementos que se traslapan o convergen entre sí; por ejemplo, los locales pueden integrar parte del espacio público, al igual que los elementos arqueológicos.

El valor patrimonial con fines de gestión

Patrimonio, palabra proveniente del latínpatrimonium, significa cualquier objeto que desciende de los padres. Según las enciclopedias, son bienes que posee una persona, como objetos materiales, derechos y deberes menos tangibles, en sentido abstracto o espiritual. En el sentido más amplio, el patrimonio social o individual está constituido por un conjunto de vestigios y valores, sean tangibles o intangibles. Incluye el paisaje natural y cultural, el medio construido, labores y tradiciones culturales, idiomas, creencias...

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