Tolerancia a la diversidad y segregacion residencial. Una adaptacion del modelo de segregacion de Schelling con tres grupos sociales. - Vol. 43 Núm. 130, Septiembre - Septiembre 2017 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 694768425

Tolerancia a la diversidad y segregacion residencial. Una adaptacion del modelo de segregacion de Schelling con tres grupos sociales.

AutorUrrutia-Mosquera, Jorge
CargoEnsayo

RESUMEN | Habitualmente se piensa que la segregacion en nuestras ciudades es el resultado de la preferencia de las personas por vivir con sus iguales. La evidencia muestra algo diferente. Es verdad que dicha preferencia existe como regularidad empirica y que varia en intensidad entre personas y grupos, reflejandose en distintas proporciones deseadas de vecinos similares. Sin embargo, de acuerdo con Schelling (1971), el resultado agregado de la interaccion de personas con este tipo de preferencias lleva a la formacion de patrones de segregacion mayores que las preferencias de segregacion originales de cada individuo. Este articulo explora una variacion al modelo de Schelling: mientras el modelo original trabaja con solo dos grupos sociales, aqui se incorpora un tercero, al que le es indistinto el contacto con los otros dos. Los resultados muestran que la presencia de este tercer grupo tendria como consecuencia la disminucion de la segregacion en toda la ciudad, favoreciendo la integracion residencial.

PALABRAS CLAVE | segregacion, integracion social, economia urbana.

ABSTRACT | Usually, segregation is conceptualized as the consequence of people's preferences to live close to people similar to them. However, evidence shows something different. While it is true that people want to have neighbors such as themselves, the intensity of this preference --the proportion of similar neighbors they desire to have - varies among individuals and groups. Nonetheless, following Schelling (1971), the aggregated result of people's interaction in the land market generates levels of segregation higher than individual preferences. This article explores a variation of the Schelling model: While the original model works with two groups, this paper incorporates a third social group, to which it is indifferent to contact with the other two groups. Results show that the presence of this third group generates a decrease of levels of segregation in the city, favoring residential integration.

KEYWORDS | segregation, social integration, urban economy.

Introduccion

Persistentemente, estudios empiricos en ciudades chilenas muestran que las personas, con independencia de su nivel socioeconomico y ciudad, prefieren vivir rodeadas de sus iguales. Un estudio sobre disposicion a la integracion social entre habitantes de tres ciudades chilenas muestra que un 67% de ellos prefiere vivir en un barrio conformado por personas de su misma clase social. (1) Es este un hecho que parece darle la razon al economista Felipe Morande, quien fundamentaba hace un tiempo su rechazo a la propuesta de establecer cuotas de vivienda social por areas para reducir la segregacion, con la sentencia de que a nadie le gusta vivir "como vaca en corral ajeno". (2) Usando esta frase popular, expresaba su preocupacion respecto a que se respetaran las preferencias de los consumidores y, tambien, cierto celo frente a lo que los economistas liberales suelen denunciar como "dirigismo estatal". De hecho, estas dos han sido preocupaciones que han dominado el panorama de las politicas publicas en Chile en las ultimas decadas.

Tras esta preferencia residencial por los iguales estarian los altos niveles de clasismo de la sociedad chilena. Asi, Roa (1997) senala "la dificultad del chileno para identificar a alguien como persona y valorarlo si no se averigua antes que profesion tiene, cuales son sus ideas politicas, sus gustos personales, la marca de su automovil y hasta su vida intima" (p. 44). Segun el estudio "Disposicion a la integracion social" (3) (vease tambien Sabatini, Rasse, Mora & Brain, 2012), un 53% de los encuestados atribuye la segregacion al clasismo de los chilenos.

Lo anteriormente dicho no excluye, sin embargo, la posibilidad de lograr mayores niveles de integracion residencial en las ciudades chilenas. Al menos cuatro observaciones podemos hacer a esta preferencia recurrente de los habitantes de nuestras ciudades, y que permiten pensar en un panorama distinto:

  1. La preferencia por vivir con los iguales no es excluyente con el tener vecinos diferentes.

    Existen diferentes formas de segregacion. Si entendemos por segregacion el grado en que dos o mas grupos se encuentran separados en el espacio (Massey & Denton, 1988), es importante tener en mente que esta separacion se puede dar de dos formas diferentes, o -dicho de otro modo- que hay dos dimensiones de la segregacion residencial: la concentracion espacial de los grupos, y la homogeneidad social de las areas. La concentracion se refiere al grado en que un grupo social se concentra en un determinado territorio: un grupo esta concentrado en la medida en que todos o casi todos sus miembros residen en un mismo lugar. Por otra parte, la homogeneidad refiere al grado en que un territorio esta habitado por personas homogeneas entre si: un territorio es homogeneo cuando todos o casi todos sus habitantes pertenecen al mismo grupo social. (4)

    En este sentido, el que un grupo este concentrado en un cierto territorio no es excluyente de que en ese mismo territorio tambien vivan otros grupos sociales (hay segregacion en tanto concentracion, pero no se genera homogeneidad). Por ejemplo, el enclave etnico, comun hoy por las migraciones, esta conformado por los integrantes de una minoria que se concentran en un area. Otro ejemplo es el de los conos de alta renta en que tipicamente se han segregado los grupos altos en las ciudades latinoamericanas. A pesar de quedar sobrerrepresentados alli, comparten el area con personas de distinto origen social o nacional. La concentracion espacial les permite "vivir juntos", pero ello no requiere la exclusion socioespacial de otros de diferente origen. En terminos subjetivos o de preferencias de segregacion, es muy diferente el querer vivir juntos que el querer excluir del area a personas diferentes.

  2. Schelling descubrio que preferencias por estar juntos--sin motivaciones exclusionarias, podemos agregar--suelen producir una composicion social de los vecindarios mas segregada (socialmente homogenea) que el promedio de dichas preferencias.

    Utilizando un modelo de dos grupos sociales, en que cada grupo tenia una cierta preferencia de segregacion, se descubrio que las preferencias de segregacion ejercidas en los mercados de vivienda a traves de miles de cambios de residencia, producen mas segregacion que la buscada. Esta es la principal aportacion teorica a la politica publica que hace el modelo de Schelling sobre segregacion residencial. De hecho, lo dice Schelling, hay una buena noticia para quienes abjuran de la segregacion: es posible reducirla sin afectar esas preferencias de segregacion.

    En la manera tipica neoliberal de argumentar hay dos puntos que son cuestionados por el trabajo de Schelling, cuestionamiento que este articulo busca profundizar: que la segregacion residencial resulta de la suma de las preferencias de las personas; y que, por ser tal hecho espontaneo o natural, no deberia intervenirse con politicas y regulaciones.

    Schelling lo dice con claridad: por una parte, la ciudad produce mas segregacion que la buscada por quienes pueden segregarse, por lo que reducir la segregacion puede no afectar esas preferencias; y, por otra, que "una fuente innecesaria de desconfianza en el analisis economico es el supuesto de que cuando un economista discute el equilibrio esta manifestando aprobacion. Creo que ese supuesto es por lo general -no siempre, pero si usualmente--un error" (Schelling, 2006, p. 27, traduccion propia).

    Asimismo, es necesario tomar en cuenta que no solo las preferencias de las personas alimentan los procesos de segregacion residencial. Tambien hay factores de oferta que la refuerzan. Las personas de menores ingresos no optan libremente por su localizacion, sino que escogen una vivienda de acuerdo con lo que el subsidio habitacional les permite pagar. Adicionalmente, para que una persona escoja vivir en un barrio integrado, debe existir oferta de viviendas en ese tipo de barrio. De hecho, la contraparte al 53% de personas que atribuye la segregacion al clasismo, es el 47% de personas que senala que la segregacion se produce por las diferencias en los precios de las viviendas en los distintos sectores de la ciudad (Ministerio de Vivienda y Urbanismo [MINVU], 2009).

  3. La preferencia por vivir con los iguales, ademas, debe especificarse en terminos de su escala geografica; no resulta excluyente con que en unas pocas cuadras no haya "iguales".

    Hay una escala acotada en la preferencia por vivir con los !guales, como se evidencia en el trabajo cualitativo del estudio "Disposicion a la integracion social" (MINVU, 2009). Los entrevistados declararon preferir, como ideal residencial, la "microsegregacion", esto es, que sus vecinos fueran similares unas pocas cuadras alrededor. La opcion mayoritaria era vivir en un microbarrio de su mismo nivel socioeconomico, en un area diversa socialmente. En el caso de residentes en comunas centricas, la investigacion disponible muestra que para los entrevistados basta que su propio edificio o comunidad sea del mismo nivel socioeconomico, estando abiertos a la mezcla en el resto del barrio (Saieg & Valadez, 2013).

    La diversidad social de los espacios publicos y comerciales de encuentro tanto en la microescala como en la escala algo mayor y, con ello, la formacion de comunidades integradas y cohesivas, no contradice la preferencia. De hecho, sobre el 75% de los encuestados del estudio "Disposicion al encuentro con el otro social en las ciudades chilenas: resultados de investigacion e implicancias practicas" (Sabatini, Wormald, Rasse &: Trebilcock, 2013) esta dispuesto a compartir espacios como plazas o centros comerciales.

  4. De la misma manera como la preferencia mayoritaria por vivir con sus iguales no requiere de barrios socialmente homogeneos ni de gran escala, la preferencia de una minoria por vivir en barrios socialmente diversos puede ejercer un efecto generalizado de reduccion de la segregacion y de integracion social del...

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