Acuerdo por la paz social y constitución: la importancia de la buena fe
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LIBERTAD Y DESARROLLO
TEMAS PÚBLICOS
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Nº 1426 - 1
22 de noviembre de 2019
ISSN 0717-1528
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ACUERDO POR LA PAZ SOCIAL Y CONSTITUCIÓN:
LA IMPORTANCIA DE LA BUENA FE
El v iernes 15 de noviembre la Unión Demócrata Independiente, Renovación
Nacional, Evópoli, la Democracia Cristiana, el Partido Socialista, el Partido por la
Democracia, Revolución Democrática, el Partido Liberal, el Partido Radical, el
Partido Comunes y Gabriel Boric alcanzaron un Acuerdo por la Paz Social y la Nueva
Constitución (el “Acuerdo”).
El Acuerdo, fraguado en poco más de 48 horas en la sede del Congreso Nacional de
Santiago, entre los máximos representantes de los referidos partidos y diversos
senadores y diputados pertenecientes a los mismos, es fruto del llamado efectuado
por el Presidente de la República el martes anterior para encontrar una salida
política al conflicto social que ese día alcanzó niveles máximos de violencia. Desde
el punto de vista del rol que les cabe a estos actores en la democracia
representativa, y en defensa de la misma, que la clase política haya trabajado en
conjunto, incesantemente y en la sede del Congreso para lograr aunar posiciones,
debe ser valorado.
Dicho lo anterior, y dado el acotado plazo conferido para la resolución de materias
tan relevantes como el procedimiento para contar con una nueva Constitución,
• En la madrugada del 15 de noviembre, los partidos políticos -salvo el Partido Comunista y
algunos partidos del Frente Amplio- alcanzaron un “Acuerdo por la Paz Social y la
Constitución”. Ello , tras el llamado que efectuara el Presidente de la República a la clase
política el 12 de noviembre, jornada marcada por graves hechos de violencia.
• Sólo 1 de los 12 puntos del Acuerdo es relativo a la seguridad nacional. Los otros 11 se centran
en el procedimiento convenido para contar con una eventual nueva Constitución.
• Sin perjuicio de valorar que la clase política haya alcanzado un acuerdo de esta envergadura
en el contexto actual, existen diversos puntos que abren espacios de interpretación o de
dudas, los que deberán zanjarse de buena fe. Preocupa, no obstante, que persistan los
hechos de violencia y disrupción del orden público en el país, situación que no es tolerable,
menos aún a la luz del proceso que se iniciará tras el Acuerdo.
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