La administracion corporativa de la imagen como infratecnologia de normalizacion. Foucault en el horizonte critico de las artes visuales. - Núm. 35, Junio 2005 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 56739193

La administracion corporativa de la imagen como infratecnologia de normalizacion. Foucault en el horizonte critico de las artes visuales.

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1-Avisada y sagaz en el franqueo de los tenues mecanismos de vasallaje gestados en el decurso de la modernidad tardía, la producción teórica de Michel Foucault cautiva, y aduce su fianza de incontenible incitación, de un modo parejamente avasallador y eficaz. Incitación, la de su pensamiento y la de su apuesta, que no puede desligarse, en ningún caso, de la eximia circunspección de su calibrado aparato conceptual. Destellante y prolijo, el pensamiento de Foucault se solaza en los trazados discursivos concertantes, metastables, y sin embargo perfectamente "reducibles". Puede hablarse, en rigor, de un compacto cuerpo de hipótesis que se dosifica, con sobriedad pasmosa, en torno a la constitución de una analítica tecnológica y material del problema del poder-más sustancialmente: del problema de las ratios del poder, de sus modalidades operativas de producción de subjetividades, de sus saberes y sus operarios legitimados, y en fin, del poder y de sus enlaces subdivisorios de "penetración indefinida" en el cuerpo social (Foucault 1991), con el desplante de la biopolítica matriz que se ciñe en su invocación contemporánea.

Convenir, en el legado teórico de Foucault, una dinámica altamente concentrada de aprontes referidos a las tecnologías operativas de poder, presume un modo específico de resonancia de su pensamiento. Por lo pronto, una resonancia que delega el horizonte de un escrutinio constante, de nuevas exploraciones, a las que queda afecto el ejercicio crítico que se propone acoger y proyectar la magnitud de esta interpelación. En efecto, una de las mayores incitaciones del pensamiento de Foucault consiste justamente en la prestancia de su envite. Un envite del que nos sabemos depositarios, modestamente, más que deudores, y que por lo tanto alega una extraña forma de fidelidad. Como si nos cupiera amortizar el despeje de ese horizonte, el embate contemporáneo pareciera desplegarse, una y otra vez, en torno a la situación limite que el diseño teórico del "genealogista" Foucault insistió en constituir.

Se entiende, pues: un envite de alto costo, de alto riesgo, de lances un poco a la intemperie, y en los que se intenta, al menos, no extraviar el tono: el tono regio, bien pulsado, que descuella en el trabajo desarrollado por Foucault. Y digo más: en el trabajo bien disciplinado de Foucault, catador sobresaliente de los engranajes efectivos de cualquier forma de disciplinamiento.

2-Una incitación, entonces, un envite, que nos insta a seguir pensando, a seguir orillando la procelosa relación con el poder. Una labor, ésta de constituir la diferencialidad de una "relación con el poder", que asume en la escritura de Foucault una inflexión que me parece de suyo relevante, y que en parte ya he adelantado: se debe apuntar a construir una analitica del poder que desprenda, de sus prácticas, los núcleos operativos de su racionalización -vale decir, sus importes téchnicos y tecnológicos.

Decisión primordial la del pensamiento de Foucault: entender...

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