Ciudad de Mexico: el camino hacia una ciudad global. - Vol. 28 Núm. 85, Diciembre 2002 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 56500253

Ciudad de Mexico: el camino hacia una ciudad global.

AutorParnreite, Christof
CargoArticulo - Efectos economicos, sociales de proceso de globalizacion

Resumen

En este artículo se analiza Ciudad de México en su camino hacia una ciudad global. Se explora que --debido a la globalización y como parte de sus procesos-- la capital mexicana se está transformando de una metrópolis nacional hacia una "bisagra" entre la economía mexicana y la economía global. Como tal, es un lugar importante para la producción y gestión de la globalización de México. Ello tiene implicaciones para la estructura económica, social y espacial de la Zona Metropolitana de Ciudad de México (ZMCM). También se muestra que la ZMCM está bien integrada en la red transnacional de las ciudades globales.

Palabras clave: globalización, ciudad global, desarrollo económico, Ciudad de México.

  1. Introducción: algunas reflexiones conceptuales

    En este artículo se analiza Ciudad de México en su camino hacia una ciudad global. Se explora que --debido a la globalización y como parte de sus procesos-- la capital mexicana se está transformando de una metrópolis nacional hacia una "bisagra" entre la economía mexicana y la economia global. Como tal, es un lugar importante para la producción y gestión de la globalización de México.

    Para este propósito es oportuno empezar con algunas reflexiones conceptuales. Primero, el término "ciudad global" se refiere a una nueva forma de centralidad urbana causada por los procesos de la globalización. Ciudades globales son los nudos de la economía global, donde se integran economías regionales, nacionales e internacionales. Así, una ciudad global no se define ni por fronteras administrativas ni por el tamaño de su población, sino por sus funciones en la economía mundial. Las ciudades globales son centros a través de los cuales los flujos de capital, información, mercancías y migrantes circulan, y desde donde se controlan y gestionan estos flujos. Centralizando funciones de gestión y de control en la economía mundial, las ciudades globales son lugares de donde se prestan los servicios avanzados necesarios para el funcionamiento de la economía global. De tal modo, son lugares de producción, de comercio y de consumo para servicios financieros, legales, de contabilidad, de seguros o inmobiliarias. Finalmente, las ciudades globales son conectadas entre ellas a través de los mencionados flujos de capital, información, mercancías y migrantes, creando así una red global de ciudades (Friedmann, 1986; Sassen, 1991 y 2002; Knox & Taylor, 1995).

    Segundo, existen razones tanto teóricas como empíricas para extender los estudios sobre ciudades globales, que hasta hace poco se concentraron en las metrópolis de Estados Unidos, Europa y Japón, para pasar a las principales ciudades en América Latina, África y Asia. Por un lado, el término "mega-ciudad", que en los estudios urbanos se utiliza frecuentemente para las grandes ciudades en el "Sur" presenta deficiencias conceptuales. Es una expresión que enfoca de manera exagerada en el crecimiento demográfico y espacial de las ciudades. Mientras la expresión "ciudad global" sugiere características cualitativas, el término "mega-ciudad" es estrictamente cuantitativo, proponiendo que las aglomeraciones urbanas en el "Tercer Mundo" se caracterizan principalmente (o incluso solamente) por su número de habitantes. Además, la concepción de una "mega-ciudad" y el tema relacionado de la "primacía urbana" se desarrollan en una perspectiva nacional, lo que es sumamente problemático. Mientras estudios históricos revelan que la urbanización en América Latina siempre ha sido influida por desarrollos globales (como el colonialismo, el capitalismo mercantil o la industrialización por sustitución de importaciones después de la crisis de la economía global a finales de los años '20), ello se hizo aún más evidente con los recientes procesos de la globalización. Si la reorganización de la economía global verdaderamente resulta ser una red en su expresión espacial, en la que ciudades globales surgen como puntos centrales, y si América Latina está integrada al mercado mundial, es de suponer que las principales ciudades latinoamericanas formen parte del sistema urbano global. Todo ello lleva a la conclusión que el concepto de "mega-ciudad" y sus connotaciones impiden captar las nuevas dinámicas de la urbanización en América Latina.

    Por otro lado, existen también razones empíricas para incluir a las metrópolis en América Latina en los estudios sobre ciudades globales. Varios estudios del Globalization and World Cities Study Group and Network (GaWC), que incorporan detalladas y excelentes investigaciones empíricas, muestran que Ciudad de México es perfectamente incorporada en el "espacio de flujos" global. El GaWC denomina a Ciudad de México como una "ciudad global beta", que se coloca en la jerarquía, como la ciudad latinoamericana con la más alta clasificación, cerca de Bruselas, Madrid, São Paulo, Zurich, Johannesburg, Milán e incluso Los Ángeles.

    En lo que sigue se examinan, primero, los cambios económicos a través de los cuales Ciudad de México pasó en las últimas dos décadas. Segundo, se relacionan estos cambios con la transformación hacia una ciudad global y con las funciones que asume la Ciudad de México para la globalización de la economía mexicana. Tercero, se identifican las conexiones que vinculan a la Ciudad de México con otras ciudades, tanto en el ámbito nacional como global. Finalmente, se identifica la ciudad dentro de la ciudad, o sea, los espacios centrales en la Ciudad de México.

  2. Cambios económicos en Ciudad de México y la reducción de su primacía económica

    Al terminar la industrialización por sustitución de importaciones (ISI), la Zona Metropolitana de Ciudad de México (ZMCM) fue el epicentro de la economía nacional (3). En 1980, el PIB metropolitano fue dominado por los servicios comunales y sociales (32,6% del PIB total), y en segundo lugar, por la industria manufacturera (23,7%). En cuanto al mercado laboral, la industria fue el sector más importante (51,3% del empleo total), seguida por el comercio (25,5%) (4).

    En los siguientes 20 años, la situación cambia drásticamente. Destaca sobre todo el declive de la industria manufacturera, tanto en cuanto a la producción como respecto al empleo. Entre 1980 y 1998, la participación de la industria en el PIB de Ciudad de México bajó un 19,5%, cayendo a menos del 20% de la producción metropolitana. Con una reducción del 40%, el declive de la industria fue aun más acentuado en cuanto al mercado laboral. En consecuencia, la industria, que empleó más de la mitad de la población ocupada en el sector formal en el 1980, empleó menos de un tercio en el 1999. Otro sector cuyo contribución al PIB metropolitano se redujo notablemente es el comercio (-17,3%).

    Por otro lado, los sectores que relativamente ganaron peso son la división "transporte, almacenaje y comunicaciones" (+15,6%) y los "servicios comunales, sociales y personales" (+9,5%). El sector que sobresale es, sin embargo, el de los servicios "financieros, seguros, actividades inmobiliarias y de alquiler", que amplió su contribución al PIB de Ciudad de México pasando del 9 a 14%. El aumento de los servicios se refleja también en el mercado laboral. Con una participación del 38,6% del empleo metropolitano (1999), los servicios pasaron a ser el sector más importante (+67%), superando tanto a la industria como al comercio (cuadros 1 y 2).

    Los cambios en la economía y el mercado laboral de Ciudad de México contribuyeron a una transformación de la geografia económica en México, y en particular del sistema urbano. En 1980, el rasgo principal del sistema urbano fue la alta concentración de la población, de las migraciones y de la economia en Ciudad de México. Cabe mencionar que en 1980, el 37,7% del PIB nacional se originaba en la ZMCM, mientras que en la industria manufacturera y los servicios comunales y sociales la participación metropolita na llegó casi a la mitad de la producción nacional (cuadro 3).

    Entre 1980 y 1998, sin embargo, la primacía urbana económica de Ciudad de México se redujo notablemente". Su contribución al PIB nacional cayó un 13,9%, resultando en una participación en el PIB nacional del 32,4%. Esta reducción se debe principalmente a una caída drástica de la participación del sector manufacturero metropolitano, que pasó del 47% en 1980 al 29% en 1998. Los demás sectores también redujeron su contribución al PIB nacional, aunque de una manera menos marcada. La única excepción que destaca son los "servicios financieros, seguros, actividades inmobiliarias y de alquiler", que incrementaron su participación en el PIB nacional un 10,8%. Por ende, mientras en el 1980 la industria fue el sector más concentrado en Ciudad de México, en 1998 los sectores más centralizados fueron los "servicios comunales, sociales y personales", y en segundo lugar, los "servicios financieros, seguros, actividades inmobiliarias y de alquiler" (cuadro 3).

    En cuanto al empleo, las tendencias son similares. La participación de Ciudad de México en el empleo nacional urbano bajó en las últimas dos décadas del 40 al 24%, lo que equivale a una reducción del 40%. En la industria manufacturera las pérdidas fueron las más graves. En este sector, la participación de la ZMCM cayó a menos de la mitad del nivel de 1980, mientras el comercio y los servicios perdieron 31 y 20% de su participación, respectivamente (cuadro 3).

    Debido a estos cambios, el carácter económico de Ciudad de México se transformó.

    Las pérdidas relativas de la ZMCM fueron principalmente a favor de estados fronterizos, y en segundo lugar, a favor de entidades en el sudeste y en el centro del país (cuadro 5) (6). En cuanto al PIB, los estados que más incrementaron su contribución a la producción nacional son Chihuahua, Baja California y Nuevo León en el norte, seguidos por Quintana Roo (sudeste), Querétaro (centro), En cuanto al PIB, el coeficiente de la especialización local para 1980 muestra que la ZMCM fue caracterizada principalmente por proporcionar "servicios comunales, sociales y personales", y...

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