La constitución del Reino de Araucanía - Libros y Revistas - VLEX 43011368

La constitución del Reino de Araucanía

AutorHernán Alejandro Olano García
CargoAbogado e Historiador, Especializado en Derecho Constitucional, Derechos Humanos, Derecho Canónico, Bioética.
Páginas361-380

Page 363

Chile, país ilustre y grande País famoso en el antártico A ti el respeto de las naciones. (Alonso de Ercilla, La Araucana).

Llegó a mis manos, estudiando hace una década en Madrid, un libro titulado Soberanos de Leyenda, que prologado por el Senador del Reino Juan Van Halen y Acedo y, escrito por Antonio García Jiménez, presenta la genealogía de las veinticinco familias reales extra-europeas menos conocidas. Así por ejemplo encontramos referencia a la nobleza de la República Centroafricana; de Etiopía y de Egipto; del Imperio Dingisuayo, de los Reinos de Swazilandia y el de Lesotho; los Al Genusi de Libia, de los Reinos de Marruecos, de Mauritania, Tunez y Buganda, la Dinastía del Trono del Pavo Real, los Hachemitas de Irán y de Jordania, del Reino Mutuakilita del Yemén, del Sultanato de Turquía y de los Reinos de Kwait y Arabia Saudita.

Lo que más me llamó la atención en la citada obra del Capitán García, Miembro de Número de la Academia de Genealogía, Nobleza y Armas de España y del Colegio Heráldico de España y de Las Indias, fue encontrar un capítulo dedicado a las familias reales de América.

Lo reconozco, sólo conocía la existencia en América, del Imperio en Brasil y el de México, por tanto, mucho me sorprendió encontrar otras tres dinastías reales continentales: La Casa Real de Hawaii, La Casa Real de Mosquitia y La Casa Real de Araucanía y Patagonia, última que más me llamó la atención, al punto de haberme dirigido epistolarmente a Francia a su "Jefe, Su Alteza Real el Príncipe Felipe de Araucanía y Patagonia", para conocer algunos otros aspectos históricos y jurídico-constitucionales de la misma, con los cuales complemento el escrito de García Jiménez.

Luego, ese año de 1995, encontré también un volante publicitario en el Colegio Heráldico de España y de las Indias en Madrid, impreso en francés en tinta azul por las dos caras en el cual se anunciaba el "Musée des Rois d’Araucanie", con documentos y objetos sobre el Rey Orélie-Antoine de Tounens1 y sus sucesores. Dicho Museo fue fundado por su actual heredero, el Príncipe Felipe d’Araucanie.

En el municipio de Tourtoirac se encuentra la tumba del primer Rey Orélie- Antoine, quien "fut un précurseur de l’independance des peuples indigénes", quien falleció a los 53 años "Incompris de ses compatriotes, combattu par les Chiliens et les Argentins; réalisant quatre séjours dans son royaume oú il vécut plus de sept ans, le Roi rentra en France pour y mourir de fatigue et de maladie". Cerca de Tourtoirac, a cinco kilómetros, se encuentra el Museo, ubicado en "La Chéze", un castillo del municipio de Chourgnac2 D’Ans (Dordogne), código pos-Page 364tal 24640, teléfonos 53 51.92.76, 53 51.12.76 y 53.50.53.46, está abierto todos los días con excepción del martes, en horario de 10:30 a.m. a 12:30 a.m. y de las 14:30 p.m. a las 17:30 p.m. Allí también funciona la Academia de Altos Estudios Araucanienses. El reino posee un himno compuesto en 1864 por Guillermo Frick y, una serie de monedas, cuya última emisión es del año 1988.

El escudo del "Reino",3 actualmente se dibuja cuartelado así: "En el primero con fondo de gules, tres haces de trigo de oro. Segundo de sínople un libro abierto de su color y brochante, una espada de plata puesta en palo con la punta al jefe. Tercer cuartel de sinople, una cadena rota de oro, puesta en faja y, cuarto; de gules, tres jarros de oro, cargados de dos fajas vibradas de sínople. Bordura general dantelada de azur cargada de ocho estrellas de oro. Sobre el todo, escusón de azur con un cabrío de oro y tres estrellas de plata. Timbrado con corona real araucana". En lo bajo, la leyenda "Independencia y Libertad".

En septiembre del 2000, tuve el privilegio de conocer al profesor Néstor Pedro Sagüés y a su encantadora esposa en la ciudad de Wroclaw, Polonia, durante el Primer Encuentro de Constitucionalistas de América del Sur y Europa Central. En el intermedio de algunas de las sesiones, mientras en aquella torre de babel los constitucionalistas de Polonia, Moldavia, Croacia, Bielorrusia, República Checa, Rumanía, Rusia, Estonia, Letonia, Lituania, y otros países hablaban y se trataban de entender como podían y mientras esperábamos el turno para ingresar a ver en Wroclaw el imponente cuadro de 360 grados, que representa el histórico encuentro bélico en Raclawicka, estuvimos hablando sobre los títulos y cargos del Imperio Bizantino, debido a que yo portaba el botón de la Imperial Orden Bizantina de San Constantino el Grande; el Basileus, el Auto- crator, el Sebastos, el Despotes, el Sebastokrator, el Panhypersebastos, el Protosebastos y otros títulos, nos condujeron finalmente a hablar de aquel rey que fundó el reino de Araucanía y Patagonia y de lo que pudo haber sido la organización política de esa monarquía a través de una Constitución, la cual había llegado a mis manos en 1998.

Después de varios años y de encuentros con el profesor Sagüés en Argentina, Costa Rica y Colombia, el último en junio de 2005, dentro de mis líneas de investigación en Justicia Constitucional e Historia de las Instituciones, me propuse recuperar el estudio de la Constitución de Le royaume d’Araucanie-Patagonie, ce pays, cinq fois grand comme la France, aurait pu {etre le premier et unique État Indien d’Amérique, y más teniendo en cuenta que mi Grupo de Investigación en Derecho Constitucional, categoría "A" en Colciencias, hace honor a los indígenas, pues se denomina "Diego de Torres y Moyachoque, Page 365Cacique de Turmequé", el primer defensor de los derechos de nuestros naturales ante la corte de Felipe II y el cual propusiera al rey en 1584 la creación de la figura del Protector General de los Indios, adoptado en 1596, siete años antes que los que se tendrían que esperar hasta que en escandinavia surgiera en 1603 la figura del Ombudsmann o Defensor del Pueblo.

Orélie-Antoine, de familia de campesinos "nobles" venidos a menos, logró con el esfuerzo de sus padres y hermanos mayores, ser el único en estudiar, formándose como jurista, narrándose incluso que su primer pleito fue para que su familia recuperara el antiguo esplendor de su apellido con la partícula "de" que había desaparecido en el siglo XVIII.

El doce de mayo de 1825, había nacido en La Chéze, poblado del cantón de Hautefort en la Dordoña francesa, Orélie-Antoine de Tounens, un extraordinario genio que siendo Procurador de los Tribunales de Perigueaux, concibió el establecimiento de una confederación de estados americanos, unidos a través de una monarquía constitucional, bajo la protección del Emperador Napoleón III.

En los Estados Unidos de América patrocina la publicación de la revista "The Steel Crown",4 por la North American Araucanian Royalist Society, N.A.A.R.S., fundada en 1995.

Orélie-Antoine de Tounens, comenzó su periplo en la segunda mitad del siglo XIX, se dirigió a Le Havre y tomó luego en Southampton la línea de vapores que iba a Panamá, donde arriba el 26 de julio de 1858 y desde allí seguiría su ruta a Chile, exactamente a Coquimbo, donde llega el 22 de agosto con su máxima "El imperio es la paz".

Inmediatamente el Rey dotó a su reino de una constitución que combinaba armoniosamente los principios de las monarquías tradicionales europeas con los principios de las monarquías constitucionales, adoptados por Montesquieu. La capital del Reino Unido de Araucanía y Patagonia tuvo como capital a Angol, una pequeña villa al sur de Chile.

Durante dos años, al parecer se dedicó a varios negocios y a aprender el castellano y, por supuesto, a la elaboración de su plan. Incluso llegó a proyectar la fundación de un periódico francés en Santiago. Viaja a Buenos Aires, tiene contactos con Calfucera y regresa a Chile, teniéndose entonces el 17 de noviembre de 1860, como la fecha de fundación del "reino", aunque cinco meses antes ya había escrito a su amigo M. Lagrange, nombrado Ministro de Asuntos Page 366Exteriores del Reino, haciéndole unos serios encargos mayestáticos, en los siguientes términos:

"Señor, tengo el honor de enviaros en este sobre vuestro nombramiento de encargado de negocios del gobierno araucano junto al Gobierno francés, con una carta autógrafa de Su Majestad el Rey de los araucanos por la cual ésta anuncia a Su Majestad el Emperador de los franceses, la fundación de un reino en Araucanía y su advenimiento al trono de esta potencia.

Me haríais el favor, Señor Encargado de Negocios:

  1. Hacer las gestiones necesarias para obtener de Su Majestad el Emperador de los franceses una audiencia con objeto de depositar en sus manos la carta autógrafa de Su Majestad el Rey de los araucanos y hacer reconocer la fundación de su reino y su subida al trono.

  2. Hacer las gestiones necesarias para contratar un préstamo para el gobierno de Su Majestad, de la suma que podáis hasta cincuenta millones, en las mejores condiciones posibles y con un plazo suficientemente dilatado. Hay que contratarlo si es posible antes de dar a conocer nada públicamente. Llamo vuestra atención, Señor Encargado de negocios sobre este capítulo que es el más importante.

    Una vez conseguido el préstamo, estás autorizado de ahora en adelante, para tomar o hacer tomar las sumas...

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