Derecho y moral - Núm. 11, Septiembre 1989 - Colección Seminarios - Cuadernos de Análisis Jurídico - Libros y Revistas - VLEX 399602502

Derecho y moral

AutorAntonio Bascuñan
Páginas7-20

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quehacer de investigación y presencia en la comunidad Jurídica Nacional. Se hace indispensable acrecentar así la permanencia de profesores que puedan vivir cada vez mas de ella y para ella.

Teniendo estos propósitos en mente nada parecía más ade· cuado que inaugurar este año con el tema del Derecho y la Moral. El paso por la Universidad -decíamos ha de ser una experiencia. Una experiencia de reflexión profunda que asiente una formación sólida para las decisiones que todo ciudadano y que todo profesional del Derecho ha de asumir en sus tareas. No pienso solo en las decisiones que toma el Legislador -creador por naturaleza- de entre las que razonablemente le permiten alcanzar los fines constitucionales. También pienso en el Juez y también en el Abogado que con él colabora en la decisión jurisdiccional, aquel profesional del Derecho que fiscaliza y en el que asesora en la realización de actos y contratos. Todos ellos se encuentran inexorable-mente con la necesidad de tomar decisiones entre alternativas que aparecen como igualmente válidas al interior de los marcos que la legalidad establece. Las Escuelas de Derecho no pueden entonces -si quieren real-mente constituirse en experiencia formativa- quedarse en la mera transmisión del saber acerca de las normas que limitan las decisiones que los profesionales han de tomar. Les resulta indispensable detenerse en la reflexión de los criterios que han de orientar ese inescapable grado de libertad que las normas dejan. Y, a no dudarlo, uno de los criterios que han de orientar esa libertad, es el Moral.

Me alegro sinceramente de que, para ilustrarnos y fortalecer nuestra reflexión en este tema, el Profesor Antonio Bascuñán haya aceptado la invitación del Consejo de la Escuela para dictar esta Clase Inaugural. El, como pocos en nuestro medio, ha reflexionado estas cuestiones; y, lo que resulta más maravilloso, no pregona, y estoy convencido hoy tampoco lo hará, soluciones dogmáticas_ Acuciará, me permito suponer, la libertad de cada uno para asumir la inescapable responsabilidad de continuar siendo concientemente libres.

DERECHO Y MORAL

CLASE MAGISTRAL CON QUE EL PROFESOR DON ANTONIO BASCUÑAN ABRIO EL AÑO ACADEMICO DE 1989

Señor Rector
Señor Decano
Señores Profesores
Señores Alumnos de la Escuela de la Universidad Diego Portales_

de Derecho

Agradezco sinceramente la invitación que me hiciera' el Sr. Decano don Jorge Correa para dictar esta clase inaugural del año académico 1989. Me es muy grato colaborar con él en las actividades de esta Universidad. .

Hemos convenido con el Sr. Decano qué en 'esta oportunidad la clase se refiere al tema "Derecho y Moral", tema de suvocomplejo y que ha perdurado como objeto de estudio por mas de dos mil años en la cultura occidental.

El tema ha dado origen a diversas posiciones. Yo asumo una, la que, en mi concepto, mejor explica la vinculación entre esos dos conceptos.

El objeto que persigo, mas que entregar conocimientos, es abrir una vez mas la inquietud, la oportunidad de meditar y eventual-mente de debatir las diversas relaciones entre el Derecho y la Etica.

La exposición la he dividido en cuatro Escenas; Escenas correspondientes a la realidad, acaecidas en épocas y lugares diversos. Escenas, muchas veces dramáticas, que nos hacen patente el problema y que ciertamente están vinculadas entre sí.

A continuación de cada Escena formulo un comentario, comentario en el cual desarrollo, o al menos insinúo, algunos de los muchos problemas que dichas Escenas dan origen.

Finaliza el trabajo con un epílogo -¿sólo Arte o Escena Quinta? puente entre la Cuarta Escena y el desenlace o conclusión.

Basta de preámbulos y entremos de lleno al. tema.

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ESCENA PRIMERA

Atenas, año 399 antes de Cristo. El Presidente del Tribunal pronunció su sentencia: "Sócrates es culpable de no reconocer como dio· ses a los dioses de la ciudad y de tratar de entronizar, por el contrario, otros falsos. Asimismo, es culpable de corromper la juventud". (1) Por todo ello, el Tribunal, en voto de mayoría, lo condena a la pena de
. muerte.

Antes de la ejecución de la sentencia, en la prisión, su buen amigo Kritón propone a Sócrates que se evada. Sócrates le contesta: "No debemos responder a la injusticia con injusticia ni hacer daño a nadie, ni tan siquiera a quien nos lo haya hecho".

Y, dialogando imaginariamente con las leyes del Estado, éstas le expresan: "¿Crees tu que un Estado puede subsistir, que no es destruído, cuando las sentencias reéaídas son anuladas y cuando los particulares pueden desvirtuar su efecto y destruírlas? El deber siempre y en todas partes manda ejecutar lo que el Estado y la Patria ordenen".

"La virtud, la justicia, las leyes y la legalidad son las cosas más estimables del mundo. Abandonando hoy la vida, la dejas condenado injustamente, no por nosotras, las leyes, sino por los hombres. Al contrario, si te evades respondiendo vergonzosamente a la injusticia por la injusticia, el mal por el mal y violando tus propios compromisos y lesionando lo que menos debías lesionar, o sea, a tí mismo, a tus amigos, a tu patria y a nosotras mismas, en fin, entonces nos irritaríamos contra tí, sabiendo que en lo que ha estado en tus manos tratastes de des-tru írnos".

Al no poder responder Kritón tal argumentación, Sócrates concluye: "Mejor, Kritón, hagamos pues, lo que yo digo, puesto que es el camino que el dios nos indica" (2).

Tomó la cicuta y dió así cumplimiento al fallo injusto.

Comentario

El gesto de Sócrates ha sido éticamente enzalzado.

(1) Platón: "Apología de Sócrates"

(2) Platón: "Kritón"

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Si observamos con detención, el real conflicto que se nos plantea es entre la injusticia de un fallo particular impulsado por la envi-dia el rencor y la mediocridad de los acusadores y sentenciadores y la jus;iCia general del propio sistema que ha sido capez de dar orden, paz, educación, bienestar y libertad a los ciudadanos.

El incumplimiento del fallo, a su vez, sería un hecho injusto frente a los valores generales del sistema legal, de allí que -siendo las leyes lo mas estimable del· mundo- no pueden ser puestas en peligro de destrucción, alzándose en su contra.

Claramente resulta de este pasaje clásico, que la obediencia al sistema legal es un problema moral.

ESCENA SEGUNDA

Ginebra, año 1553. Miguel Servet ha logrado escapar del tribunal de la Inquisición de Lyon y se ha refugiado en Ginebra. Sin embargo, ha sido reconocido y arrestado. A instancias de Calvino, el
sejo de la ciudad lo procesa. Veredicto: Culpable. Culpable de hereJla y Servet muere en la hoguera a las puertas de Ginebra. Miguel Servet, español, había estudiado en Toulouse, Francia, y se había
como hombre del renacimiento en áreas tan diversas como mediCina, geografía, derecho y teología. Era un hombre bri.llant;" Su delit?, haber publicado la obra de Trinitatis Erroribus donde dlscutla la doctrina de la santísima trinidad, de un Dios trino y uno a la vez.

Comentario

Desarrollemos el razonamiento que inspira el fallo.

Toda ley deriva de Dios.

La ley humana sólo es ley si deriva de la ley de Dios.

La ley humana contraria a la ley de Dios no es ley.

La ley humana no puede permitir la herej ía, porque ello es un atentado a la ley de Dios.

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Quien comete herej ía debe ser sancionado.

. Servet negó en su libro verdades de la fe. por lo que fU libro es heretlco. .

Servet debe ser sancionado.

. . Habiendo logrado el Cristianismo el año 313 la tolerancia ofl.cl.a} con Constantino, a principios del siglo V ya como oficial del Imperio Romano, iniciaba el uso de la coacción puni.del pode: .secular para proscribir el paganismo y las distintas sectas religiosas...

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