El derecho a la vida y el deber de vivir - Núm. 1-2009, Julio 2009 - Revista de Estudios Constitucionales - Libros y Revistas - VLEX 64854175

El derecho a la vida y el deber de vivir

AutorFrancisco Cumplido C.
CargoRector de la Universidad Miguel de Cervantes, Santiago, Chile. rectoria@ucervantes.cl
Páginas385-388

Conferencia del Rector de la Universidad Miguel de Cervantes Prof. Francisco Cumplido C., en acto inaugural de las jornadas argentino-chileno-peruanas de derecho constitucional

Page 385

SEÑORAS Y SEÑORES:

Claudio Orrego Vicuña, sociólogo político chileno, prematuramente fallecido, sostenía en el último cuarto del siglo XX, con entusiasmo y fruición, que nos encontrábamos en la ERA TECNOCRÓNICA, por el espectacular desarrollo tecnológico. Afirmaba en su libro titulado La era tecnocrónica y los derechos humanos, que ella conduciría a una sociedad que en lo cultural, lo psicológico, lo social, lo económico, por la influencia de la tecnología y la electrónica, particularmente en el área de las computadoras y las comunicaciones, podía implicar para la humanidad un progreso humano considerable o a una gran involución. ¿Ha contribuido la tecnología a elevar los valores de vida, paz, justicia, libertad y solidaridad?

Por mi parte, como Profesor de Derecho Político de la Universidad Diego Portales, en 1984, enseñaba a mis alumnos los desarrollos en teledemocracia y libertad de información y comunicaciones, por la vía de los satélites, ante la mirada dubitativa y escéptica de los estudiantes. Hoy se pronostica que con la inteligencia artificial la robótica permitirá sustituir casi la totalidad de las actividades del ser humano. No comparto esta categórica afirmación. La tecnología no puede reemplazar a la persona en su generación y elección de los valores, porque la robótica no tiene conciencia ni capacidad de innovación sin la participación del ser humano. Un ejemplo nos permitirá explicarnos mejor. Tomemos la función que cumple el profesor universitario. Un profesor narra, explica, comprueba, dialoga con sus alumnos, controvierte, forma en inspiración y creatividad. El robot profesor puede narrar, explicar, incluso presentar las principales posiciones sobre un problema, puede debatir, controvertir, individual o Page 386 colectivamente, a través de instrumentos a distancia, pero no puede inspirar a sus alumnos, formarlos, enseñarles a aprender a pensar. Tenemos esperanza. La presencia del profesor de carne y hueso es insustituible. No obstante, es indispensable que el constitucionalismo establezca las bases que son necesarias para evitar que tal desarrollo tecnológico afecte los derechos humanos, y, por el contrario, contribuya a fortalecer los valores de vida, paz, libertad, justicia y solidaridad.

El valor primordial es el derecho a la vida. Hasta hoy...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR