El desafío de tener una institucionalidad migratoria para la post pandemia
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TEMAS PÚBLICOS
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Nº 1448 - 2
22 de mayo de 2020
ISSN 0717-1528
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EL DESAFÍO DE TENER UNA INSTITUCIONALIDAD
MIGRATORIA PARA LA POST PANDEMIA
En los últimos años, Chile se ha convertido en un país receptor de importantes flujos
migratorios. En efecto, al 31 de di ciembre de 2019 resi dían en nuestro país
1.492.522 personas extranjeras. Esta cifra representa un aumento absoluto de
242.157 personas y un incremento relativo de 19,4% respecto a igual fecha del año
2018, en donde la cifra estimada se situó en 1.250.365 personas1.
Una mirada en un plazo más largo permite apreciar el significativo crecimiento de
migrantes en los últimos seis años: en el año 2014 se estimaba una presencia de 416
mil extranjeros en Chile. Algo más de un millón de extranjeros emigró en estos años
a nuestro país, lo que significa un crecimiento del 259%.
No sólo llama la atención el significativo incremento de extranjeros en el país, sino
también cómo varía su composición por país de origen. Tradicionalmente, los
principales flujos migratorios eran de países vecinos. Esto cambia en los últimos
años, pasando a ser las comunidades venezolanas y haitianas referentes migratorios
1 Fuente INE 12.03.2020. “Estimaciones publicadas por el Instituto Nacional de Estadísticas y el DEM, en
colaboración con la Policía de Investigaciones, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Servicio Registro Civil
e Identificación.”
• Las grandes crisis migratorias han tenido disímiles causas, pero entre ellas siempre se repite
la falta de oportunidades y de empleos formales con remuneraciones que permitan cubrir
las necesidades básicas.
• No tener una institucionalidad m igratoria actualizada, moderna y clara, que permita al país
enfrentar los nuevos fenómenos de presiones migratorias que se darán tras la crisis sanitaria
del Covid-19 y la crisis social asociada, deja a nuestra nación sin las herramientas para
enfrentar este desafío.
• Las indicaciones aprobadas en la Comisión de Derechos Humanos del Senado, que tienen
como fin impedir al Estado la imposición de restricciones o control al ingreso y estadía de los
extranjeros en el país, representan un obstáculo en el camino de contar con una regulación
moderna que resguarde una migración ordenada y sostenible, perjudicando tanto a
nacionales como migrantes, cuestión que debe ser enmendada en los pasos legislativos que
restan.
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