El elemento umbral y el territorio oscuro: Conjuro, cuerpo y poesia en Olga Orozco.
| Autor | Franco O., Ana |
Partimos del estudio del lenguaje literario como fenómeno cultural. En tanto que la lingüística se considera la rama fundamental de la semiótica (Eco), y el lenguaje genera -o da lugar a-experiencias culturales, cuestionaremos algunos rasgos significativos en la experiencia de lectura a partir del poema de Olga Orozco (nacida en 1920 en Toay, Argentina- 1999) Para hacer un Talismán.
El poema forma parte del libro Los Juegos Peligrosos (1962). Su estructura se basa en una voz poética que se dirige a la 2a del singular y se desarrolla principalmente en imperativos y subjuntivos (Déjalo, arrójalo, ponlo, escarba, que lo sofoquen, que lo sacuda, que lo envuelva.) (Orozco 57). Trata de un corazón que modifica su naturaleza a partir de un proceso de conjuro. ("Se necesita sólo tu corazón/(...)Nada más que un indefenso corazón enamorado"). El proceso se lleva a cabo mediante una serie de pruebas físico-espirituales que harán de él un elemento endurecido anímicamente:
Déjalo a la intemperie
donde ...
no pueda dormir ...
sin convertido en mármol y sin partirlo en dos
donde ...
no lorge olvidar, etc.,
La modificación de los objetos no es un fenómeno aislado en la obra de Orozco, nos encontramos en una poética que se soporta en formulaciones mágicas. A partir de estos constructos temporales de invocación es que llamo a los objetos 'elementos umbrales' ya que transitan y alteran su naturaleza en un espacio liminal, mediante la fuerza de la palabra poética, transformadora de la realidad.
Las imágenes a que hacemos referencia se mantienen en comunicación con una serie de alteridades, frecuentemente locativas, y describen espacios o 'territorios oscuros'. Los poemas son vías por las que se nos conduce a un plano alterno (o varios), por ejemplo: la muerte, la noche y el sueño; lugares habitados por seres fantasmales o animales terribles. Espacios desconocidos que ponen en peligro al lector que responde a la segunda persona y que es, al mismo tiempo, la duplicación del yo.
La transición se posibilita mediante espejos o puentes: 'elementos umbrales' como el tarot, los talismanes, los juegos de azar o las monedas. La descripción poético-mágica de dichos elementos y lugares son el territorio de la hechicera. La sentencia generadora y modificadora de la realidad ocupa el lugar central: poética y verbo creador de un mundo alterno.
Considero dos tipos de elementos:
-
el corporal
-
el objeto mágico
Ambos se re-construyen mediante modificaciones dadas a su vez, en situaciones rituales. (1)
En el poema que nos ocupa, el territorio se enrarece mediante una serie de metáforas a partir de la violencia de la flora y la fauna (la ortiga, la hierba que aúlla; la alimaña, las jaurías) que modificaran el carácter de enamorado del corazón, en uno de verdugo y monstruo.
Los rasgos fundamentales del texto: temática, imágenes, tono, etc., nos recuerdan la voz de una hechicera, sin embargo, no hay una referencia directa a la construcción trópica del personaje; presenciamos la alteración del objeto corporal, vía la fuerza de invocación, lo que nos sitúa en dos cuestiones iniciales:
-
Para hacer un talismán re-crea (o es analogable a) otro tipo de texto cultural: el conjuro.
-
Ello nos lleva a cuestionar la voz (el nombramiento) como acto; función lingüística que se cuestiona tanto en el plano de lo mágico como en el de lo poético.
Es por supuesto, problemático mencionar lo mágico y lo poético; comprendemos que la generalización es inapropiada: la magia es un concepto complejo al que se le atribuye un significado generalizante: se asume como una manifestación o práctica común a muchos pueblos, y sin embrago, al hablar del...
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