Eutanasia. - Cuarta Parte: Tanatología médico - legal - Medicina legal - Libros y Revistas - VLEX 367247522

Eutanasia.

AutorHern?n Silva Silva
Cargo del AutorProfesor Titular de Derecho Penal y Procesal Penal Facultad de Derecho de la Universidad San Sebasti?n, sede Concepci?n
Páginas371-399
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1. EXPLICACIONES GENER ALES
1. Dentro de los temas más apasionantes de la Medicina Legal
y el Derecho Penal está, sin objeción, el de la eutanasia, a la cual
se le ha dado una serie de nombres y designaciones, tales como
la buena muerte, la muerte dulce, muerte feliz, el bien morir, la
muerte piadosa o misericordiosa, muerte digna, muerte sin dolor,
agonía dulce, homicidio eutanásico, homicidio por misericordia,
homicidio pietista, etcétera, y que a grandes rasgos y ensayando
un concepto, consiste “en privar de la vida o dar muerte a una
persona que sufre de dolores muy fuertes, producidos por una
enfermedad grave, o que padece de una enfermedad incurable,
sea o no a petición de ella”.
Sporken anota: “Conforme con el sentido originario de la pa-
labra griega eu-thanasia, ésta hace simplemente referencia a una
muerte serena y tranquila. Una cierta evolución del concepto lo
convirtió después, en primera instancia, en un ‘morir una bue-
na muerte’ y en ‘ayuda al buen morir’. Finalmente, el concepto
asumió claramente el signif‌icado siguiente: ayudar a morir una
muerte serena o tranquila mediante la abreviación intencionada
del proceso del morir.
Partiendo del signif‌icado de la palabra, el concepto de eutanasia
sólo puede, por lo tanto, emplearse cuando se trata de un proceso de
fallecimiento, es decir, cuando existe una enfermedad que conduce a
la muerte irremisiblemente y en un espacio de tiempo previsible.
Independientemente del signif‌icado originario de la palabra griega,
la ref‌lexión arriba apuntada aboga en pro de una no identif‌icación
de los conceptos de ayuda al morir y eutanasia. Sólo determinadas
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EUTANASIA
CUARTA PART E. TANATOLOGÍ A MÉDICO- LEGAL
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formas de eutanasia pueden, en determinadas circunstancias, ser
denominadas ayuda al morir; otras formas de eutanasia constituyen
todo lo contrario de esa ayuda al morir”.1
2. El tema, que revisaremos en sus líneas generales, tiene im-
plicancias no solo en el campo del Derecho, sino también en el as-
pecto f‌ilosóf‌ico, ético, religioso, moral, sociológico, como asimismo
en la posible responsabilidad del médico cuando ejecuta la acción
eutanásica.
Algunas corrientes doctrinarias están de acuerdo en la legitimi-
dad de la eutanasia o derecho a matar, en casos calif‌icados, y otras la
rechazan por su ilicitud y por considerarla un verdadero homicidio,
af‌irmando que nadie tiene el derecho de disponer de la vida de otra
persona, ni aun tratándose de enfermedades incurables. La materia
es del todo polémica, incluso se ha llegado a formular una especie
de derecho que tendría el enfermo terminal e incurable, o el mori-
bundo, de morir con dignidad y en paz, no quedando a merced de
sufrimientos y dolores atroces casi insostenibles. Se piensa que así
como existe un derecho a la vida, también existe el derecho a morir,
o ser muerta una persona en ciertas situaciones puntuales, como lo
son los enfermos terminales y desahuciados por la medicina.
3. La cuestión no es nueva, se acota que desde Platón el asunto
fue discutido. La eutanasia se conocía en la antigüedad, en los pueblos
griegos y romanos; se hace ya mención a ella en la Biblia. Grandes
autores, tales como Tomás Moro y Francisco Bacon, la trataron. A
este último se le consideró como el primero que empleó el término
eutanasia. Célebres homicidios por piedad y procesos judiciales han
tocado esta materia. Por ejemplo, el de Stanislawa Umins K., que
en 1920 dio muerte a su novio, a pedido de éste. En 1950, el del
médico Sanders, que quitó la vida a una moribunda en los Estados
Unidos. Entre otros, el de Karen Quinland, la que fue desconecta-
da del respirador, en el año 1976, previa resolución judicial de la
Corte Suprema de Nueva Jersey: se encontraba en estado de coma
irreversible, y siguió viviendo en tal estado separada de la máquina,
falleciendo en 1984. A la fecha cobra vigencia la eutanasia con el
publicitado caso de Eluana Englaro en Italia, de 37 años, la que fue
desconectada en febrero de 2009, falleciendo a los 4 días de retira-
da la sonda, por resolución judicial a petición de su padre. Ella se
1
PAUL SPORKEN, Ayudando a Morir. Aspectos médicos, asistenciales, pastorales y éticos.
Colección Pastoral 3, Editorial Sal Terrae, España, 1978, págs. 126 y 127.

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