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¿Qué es filosofía?

AutorAgustin Squella Narducci
Cargo del AutorProfesor de Introducción al Derecho y de Filosofía del Derecho , Universidad de Valparaíso Jurídica de las Americas, 2009
Páginas17-137

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I Introducción

Un curso de filosofía del derecho tiene que hacerse cargo, ante todo, de dos preguntas fundamentales, a saber, qué es filosofía y qué es filosofía del derecho.

Un curso de filosofía del derecho no estará nunca en condiciones de despejar esas dos preguntas, es decir, de dar a una y a otra una respuesta que pueda resultar evidente o cuando menos satisfactoria para todos. Pero lo que un curso como éste no puede eludir es plantear ambas preguntas y reunir algunos elementos de juicio que permitan comprenderlas mejor y llegar a disponer de un conjunto de análisis y proposiciones suficientes como para que un estudiante de derecho consiga instalar en su entendimiento una idea mejor y más prolija acerca de qué es filosofía y qué filosofía del derecho de la que sobre ésta y aquélla pudo tener antes de un curso como el que ahora da inicio.

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En consecuencia, el propósito que anima el planteamiento de las dos mencionadas preguntas es bastante modesto: se trata de iniciar un recorrido a partir de cada una de ellas, de modo que a la conclusión del curso los estudiantes puedan disponer no dela respuesta a ambas preguntas, y ni siquiera de una respuesta, sino de unos ciertos materiales que los familiaricen con ambas cuestiones y les permitan manejarlas en el futuro con algo menos de esa sensación de total extrañeza que suelen producir cuando se las plantea de entrada y sin aviso previo.

Por otra parte, al plantear ambas preguntas al mismo tiempo, o una después de la otra, tampoco se trata de sugerir que de la respuesta a la primera de ellas dependa la que se dé luego a la segunda. Es evidente que ¿qué es filosofía? y ¿qué es filosofía del derecho? son preguntas relacionadas entre sí. Es posible, asimismo, que de la respuesta escogida para la primera se pueda derivar una determinada respuesta para la segunda. Sin embargo, lo que no queremos sugerir es que para llegar a una respuesta a la segunda de esas preguntas sea indispensable obtener previamente una respuesta para la primera de ellas.

En efecto, hay autores –Del Vecchio y Kelsen, por ejemplo– que consideran a la filosofía del derecho como una parte o capítulo de la filosofía general. Hay otros, asimismo –como es el caso de Radbruch y Alf Ross–, que de una idea de la filosofía previamente aceptada desprenden una consecuente noción acerca de la filosofía del derecho. Pero los hay también –como es el caso de Bobbio– que profesan una cierta idea de la filosofía del derecho que sitúa a ésta no como parte de la filosofía general y tampoco como una filosofía general aplicada al campo del derecho, sino como una disciplina que se define a sí misma con relativa autonomía respecto de la filosofía general.

Pues bien, si la respuesta que se da a la pregunta ¿qué es filosofía del derecho? no depende necesariamente de la que antes se haya dado a la pregunta ¿qué es filosofía?, ¿cuál es el sentido de reunir ambas preguntas en un curso como éste y por qué hacerse cargo de ellas partiendo por la segunda y desplazándose luego hacia la primera?

La respuesta a esa interrogante puede ser la siguiente: incur- sionar en la pregunta ¿qué es filosofía?, prepara de algún modo el terreno para la pregunta ¿qué es filosofía del derecho? Si fi- Page 19losofar es poner en tensión la inteligencia –al modo de un cable que estiramos simultáneamente desde cada uno de sus extremos–, filosofar acerca de qué sea filosofía puede consistir en una adecuada preparación para filosofar más tarde sobre qué sea filosofía del derecho. Por lo demás, no hay que perder de vista lo que afirmamos hace un instante, a saber, que si bien entre filosofía y filosofía del derecho no hay una necesaria relación de todo a parte, ni tampoco una de simple derivación, lo cierto es que no pocos autores, a la hora de responder a la pregunta ¿qué es filosofía del derecho?, lo hacen entendiendo que la filosofía del derecho es una parte de la filosofía o situando la pregunta en el marco de la respuesta que han dado previamente a la pregunta ¿qué es filosofía?

Para desarrollar la pregunta ¿qué es filosofía?, partiremos llamando la atención acerca del carácter problemático de esta disciplina. Una vez identificado el carácter problemático que posee la filosofía al menos en tres sentidos, procuraremos avanzar en nuestra tarea valiéndonos de un registro de ciertas proposiciones que vinculan la filosofía a las ideas de viaje y asombro, y nos asombraremos –también en esta parte– ante las excesivas y contrapuestas reacciones que la actividad de los filósofos suele producir entre quienes no lo son, es decir, entre quienes no practican la actividad filosófica.

A partir de ese punto avanzaremos luego de la mano de algunos decires o maneras de hablar acerca de la filosofía, los cuales, sin constituir propiamente nociones ni definiciones de filosofía, expresan acerca de ésta determinados puntos de vista, y a veces simples reacciones de tipo emocional, que proveen de alguna orientación en torno a la pregunta que nos ocupa.

El capítulo al que estamos dando inicio concluirá con el examen de un conjunto de respuestas que determinados autores o corrientes del pensamiento filosófico han dado, explícitamente, a la pregunta ¿qué es filosofía? Al presentar entonces a algunos de los filósofos que han planteado y desarrollado esa pregunta no se tratará de dar cuenta de sus respectivos pensamientos filosóficos, o sea, no se tratará de exponer las diversas filosofías que, vistas en sus contenidos, propiciaron cada uno de tales filósofos. Lo que se tratará de hacer –mucho menos que eso– es simplemente traer hasta aquí lo que esos filósofos dije-Page 20ron a propósito de la pregunta ¿qué es filosofía?, de modo de disponer así de un cierto repertorio de respuestas sobre el particular.

Somos conscientes que de ese modo –como advierte Heidegger– no lograremos, merced a una abstracción comparativa, algún núcleo que pueda ser común a todas las respuestas o definiciones que se han dado a propósito de la pregunta en cues- tión. Tampoco lograremos establecer por esa vía lo que Heidegger llama “una respuesta genuina, es decir, legítima, para la pregunta ¿qué es eso de filosofía?” Sin embargo, se trata de un camino –como admite el propio autor citado, que será uno los que convocaremos en su momento– que permite lograr “conocimientos múltiples y sólidos, e incluso útiles, sobre cómo, en el curso de su historia, ha sido representada la filosofía”.

No hay prácticamente ningún filósofo que no se haya preguntado por la naturaleza de la filosofía, esto es, por la índole de su oficio. Esto es raro –como dice por su parte Leszeck Kolakowski–, puesto que “la reflexión sobre la naturaleza y el sentido de una determinada profesión no suele representar una parte constitutiva del ejercicio de la profesión misma”. Así, la profesión de sastre consiste en confeccionar trajes, no en reflexionar acerca de la naturaleza del oficio de sastre, del mismo modo que la profesión médica se preocupa de la capacidad de prever y curar la enfermedades, sin que se considere parte de ese arte la reflexión sobre la naturaleza que él puede tener.

En el sentido antes indicado, por tanto, la profesión de filósofo es una excepción, porque es sencillamente asombrosa la molestia que se toma la “mayoría de los maestros, oficiales y aprendices de esta profesión para determinar el sentido, para justificar y definir la propia actividad profesional”.

Puede haber algo sospechoso, o acaso tan sólo mala conciencia, en una profesión que, como la del filósofo, se ve obligada a una constante explicación, y por momentos autojustificación, de su naturaleza y cometidos. Quizás pese en esto la distancia, y en ocasiones el franco rechazo, que la filosofía provoca en el común de la gente, aunque lo cierto es que ninguna exhortación será nunca suficiente como para que los filósofos abandonen su inveterada costumbre de problematizar su propia actividad, antes de hacerlo con los determinados asuntos de que la filosofíaPage 21tendría que tratar como una de las disciplinas que el hombre ha desarrollado para saber más acerca de la realidad, o, cuando menos, para aclarar el significado de las proposiciones que utilizamos cada vez que intentamos describir la realidad o prescribir lo que ésta debería ser.

Pues bien, en la parte final del presente capítulo vamos a presentar y examinar sólo algunas de las respuestas dadas por filósofos a la pregunta ¿qué es filosofía?, prefiriendo las de aquéllos que no sólo han planteado la pregunta y ofrecido algún tipo de respuesta, sino que han desarrollado esta última con alguna latitud y en algún trabajo o texto especialmente dedicado a la cues- tión que nos ocupa.

II La filosofía en problemas y los problemas de la filosofía

Filosofar es embarcarse para lo desconocido

Ese pensamiento de Ortega es un buen punto de partida desde el cual ponernos en movimiento a propósito de la pregunta ¿qué es filosofía?

¿Por qué filosofar es embarcarse para lo desconocido? ¿Por qué filosofar puede equivaler a una acción de suyo angustiosa como es la de emprender un viaje sin saber realmente a dónde nos dirigimos?

Pero antes de responder a esas preguntas conviene echarle el guante, desde ya, a la idea que...

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