Los fuegos fatuos. - Núm. 38, Septiembre 2006 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 56845639

Los fuegos fatuos.

AutorCastellano Gir
CargoPoema

LOS FUEGOS FATUOS Una luna grande y sucia pasa detrás de las nubes: Yo apenas había sacado del mar ese pez oscuro Llamado esperanza, de la variedad escamosa Y con unos ojos grandes como monedas de nácar Que celebraban su agonía. Había flores en la ribera mugrosa, porque Alguien había partido muy lejos, al Sur, dejando Huellas bien profundas en la arena Y también en mis mejillas cubiertas de cicatrices. Naturalmente, era un misterio insondable Saber que mis deseos, que podían haber florecido Bajo las estrellas del equinoccio Ahora en el solsticio repicaban Zamarreando una sarta de dolores y abriendo de par en par Las puertas donde te escapabas para siempre. Ahí muy cerca estaba el que podía tenerte El que acaso ya te había tenido, pero como Todo no era más que una historia sombría Una suave tomadura de pelo a los dioses Entonces tanto tu dolor como el mío Podían anularse, el uno con el otro Y disolverse en la tinta del calamar gigante. Es ése el consuelo miserable con que suelo Acompañar el morbo melancólico de las tardes --Como el viejo marino de Rubén Darío-- Y ese sueño nos acompaña como la sombra fiel De los espíritus obligados a transformarse en fuegos fatuos. Ahora ellos Solamente brillan en los amores irrefrenables y negados Los que traen puro sufrimiento y jamás un momento de dicha Un beso bien dado, un solo yacer entregados a vida nueva Que nos da el amar y ser amados. Todo lo que tuviste se te devuelve, pero También largas manos aparecen para arrebatarte Tu...

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