Las fuentes de información que construyen a los seres humanos - Núm. 165, Julio 2018 - Serie Informe Sociedad y Política - Libros y Revistas - VLEX 731884569

Las fuentes de información que construyen a los seres humanos

AutorAlvaro Fischer A.
CargoIngeniero matemático de la Universidad de Chile, empresario y autor de numerosos libros, entre los que se encuentra De naturaleza liberal.
Libertad y Desarrollo
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ay dos fuentes de información que construyen a
los seres humanos. La primera es la intergenera-
cional, aquella encriptada en el genotipo humano
y que se transmite de una generación a otra en el
proceso de reproducción. Ese genotipo se expresa, crucial-
mente, más allá de nuestra anatomía y siología, en la ar-
quitectura de nuestro sistema nervioso central. Para ello
debemos entender a nuestro cerebro como un computador
que procesa información, pero no con la arquitectura basa-
da en chips de circuitos integrados de silicona, como los
computadores y celulares que usamos a diario, sino basa-
da en neuronas biológicas operando según la bioquímica
subyacente.
La arquitectura de nuestro sistema nervioso central es la
que da lugar a nuestro sistema cognitivo -cómo procesa-
mos la información-, a nuestro sistema emocional -el que
induce nuestras conductas -, y a nuestra psicología moral,
es decir, a los mecanismos que producen nuestros juicios
morales, que generan nuestros sentimientos morales y que
hacen cálculos morales respecto de las consecuencias de
las conductas de terceros o las nuestras.
A ese paquete cognitivo, emocional y moral lo llamamos
“naturaleza humana”.
La segunda fuente de información es la intrageneracional,
es decir, la que se transere al interior de cada generación,
y es aquella que adquirimos socialmente durante nuestras
vidas, mediante la enseñanza, el aprendizaje o la imitación:
hacer fuego, la matemática, la historia, las normas mora-
les, penales y legales, las teorías cientícas, las creencias
religiosas, la tecnología, etc. Esa fuente de información la
llamamos “cultura”.
La natura se modica a la lenta velocidad de la selección
natural, y la del homo sapiens no ha tenido modicaciones
sustantivas en los últimos 70 mil años. La cultura lo hace
muy rápidamente.
Los seres humanos no estamos determinados ni genéti-
camente (por natura), ni culturalmente (por cultura), sino
H
2. LAS FUENTES DE INFORMACIÓN QUE
CONSTRUYEN A LOS SERES HUMANOS
que somos el resultado de la acción de las herramientas
constituyentes de la naturaleza humana, heredadas bioló-
gicamente, actuando en un entorno cultural cambiante, el
que ha sido adquirido socialmente. Como lo expresó meta-
fóricamente el gran cientíco nortemericano E.O. Wilson,
los seres humanos no somos ninguno de los lados de un
rectángulo, sino más bien su área.
Pero, a pesar de eso, la cultura está subordinada a la na-
tura. Como dijo Yuval Noah Harari en su libro Sapiens: la
biología habilita, es la cultura la que prohibe.
Cuando se producen catástrofes naturales, las personas
perciben que todo el andamiaje policial/judicial/legal exis-
tente se ha desmoronado, pierden las inhibiciones que
hasta ese momento tenían, y están dispuestos a romper
las vitrinas para robarse las cosas que hay detrás de ellas.
Después que la cultura se cae, subsiste la natura, como la
capa fundacional. Pero eso no le ocurre sólo a algunos. Si
ese desmoronamiento durara un mes en vez de un par de
días, probablemente seríamos muchos los que incurriría-
mos en esa conducta.
Lo interesante es que con la misma velocidad con que ese
andamiaje civilizatorio se recupera, se reincorpora la legali-
dad a nuestros escenarios mentales, y volvemos a actuar
de manera civilizada. Por eso decimos que la cultura está
efectivamente subordinada a la natura.
A continuación, mencionaré los que, a mi juicio, son los tres
principales impulsores conductuales de nuestro compor-
tamiento social, y los mecanismos mentales más impor-
tantes de nuestra psicología moral, que debemos tomar en
cuenta al momento de diseñar nuestras políticas públicas
o establecer nuestros arreglos institucionales.
2.1 Altruismo / Egoísmo
El primero de los impulsores conductuales es la pareja al-
truismo/egoísmo, es decir, las disposiciones que nos ins-
tan a beneciarnos directamente de las cosas que haga-

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