Ideas y Coacción
| Autor | Andrés F. Guevara B. |
| Cargo | Senior Fellow de CEDICE Libertad |
| Páginas | 22-23 |
22 Libertad y Desarrollo / lyd.org
IDEAS Y COACCIÓN
a difícil situación que atra-
viesa Venezuela es propicia
para plantear reexiones que
trascienden los connes de la
nación caribeña. Y es que el es-
tablecimiento de un sistema totalitario pa-
recía una proeza imposible de gestarse en
pleno siglo XXI y sin embargo, logró
consagrarse en Caracas y todo pare-
ce indicar que no se irá en el corto
plazo.
Casi dos décadas de chavismo arro-
jan cuando menos, cierto tipo de
insumos para el debate de las ideas.
En este espacio no pretendemos ha-
cer un estudio detallado de las con-
secuencias que ha sufrido Venezuela
como resultado de la implantación
de un conjunto de políticas estatis-
tas de corte marxista. Los medios de
comunicación internacional, inclu-
yendo los más conocidos del orbe,
han venido registrando cada vez
con mayor detalle y preocupación
la catástrofe humanitaria que atra-
viesa el país sudamericano: desde la
dolorosa desnutrición de niños, las
constantes protestas y súplicas por
comida, hasta los traslados de fére-
tros en grúas o burros a falta de ca-
rrozas fúnebres -como si de la época
Lcolonial se tratara-. Chile mismo ha sido
testigo de la numerosa migración de vene-
zolanos que buscan en tierras australes un
refugio ante su desgracia y un espacio en el
cual prosperar en condiciones mínimas de
dignidad humana.
Como miembros del Centro de Divulgación
del Conocimiento Económico para la Liber-
tad (CEDICE) no somos ajenos a la crisis que
vive nuestro país. Al contrario, son varios
los años y el esfuerzo que hemos invertido
con el objeto de alertar y evitar el derrotero
en el cual se encuentra Venezuela y la im-
Andrés F. Guevara B.
Senior Fellow de CEDICE Libertad
Hasta qué punto se puede combatir al
socialismo únicamente a través de la palabra
y la persuasión con base en las ideas, y no
empleando otros métodos, como por ejemplo,
el uso de la coacción. Lo preguntamos
abiertamente porque no sabemos cuántos
individuos más deben morir en Venezuela, ni
cuánto tiempo más tendrá que pasar para que
por una vía distinta a la de la fuerza puedan
generarse cambios significativos en el modelo
de gobierno que detenta el país.
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