Industria y Region en Colombia.
| Autor | Esteban V |
[ILUSTRACIÓN OMITIR]
Jorge Lotero C. (Compilador)
Industria y Región en Colombia.
Medellín: Universidad de Antioquia.
A comienzos de la década e 1990, Colombia se embarcó en un proceso de apertura económica y comercial que debía conducirla a una progresiva sustitución del estrecho mercado interno por los amplios mercados internacionales, los cuales, en apariencia, ofrecían una inagotable demanda para los productos nacionales y, con ello, se constituían en una fuente de crecimiento económico mucho más sólida.
En teoría el proceso era simple, la mayor integración comercial significaba para las empresas tener acceso a nuevos e inexplorados mercados, lo cual se constituiría en el incentivo definitivo para superar el sesgo antiexportador que tradicionalmente han tenido las empresas colombianas. El resultado sería la creación de un mercado de mayores dimensiones que se traduciría en un aumento sostenido de la producción y comercialización, que tendría como consecuencia directa la aparición de muchos de los beneficios derivados del mayor tamaño, como el desarrollo de importantes economías de escala y de externalidades como los "spillovers" de conocimiento.
Por otro lado, al abrir los mercados, las empresas nacionales tendrían que enfrentar una fuerte competencia externa que no les dejaría más opción que reconvertirse y modernizarse con el fin de mejorar su productividad y su eficiencia para poder sobrevivir y ser competitivas en los exigentes mercados internacionales. La competencia se veía como el camino directo para disminuir las distorsiones presentes en los mercados colombianos, que habían tenido su origen en el período proteccionista.
Este proceso también generaría cambios drásticos en las regiones; de hecho, se preveía que la reconversión industrial tendría como efecto una profunda reconfiguración espacial de las actividades productivas, en donde las empresas abandonarían la zona andina y se relocalizarían cerca de las costas y de las fronteras con el fin de aprovechar las ventajas comparativas que ofrecían esas áreas, dado el objetivo de penetrar los mercados internacionales. Así pues, parecía que la integración sería suficiente para que Colombia rompiera la inercia histórica que ha concentrado el desarrollo en las zonas centrales y montañosas del país, y darles a las regiones periféricas la posibilidad de aprovechar todo su potencial para que empezaran por fin a transitar por el anhelado camino del desarrollo.
Pero ya han pasado casi dos...
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