Introducción
Autor | Sergio Urzúa S. |
Cargo | Profesor asociado de la Universidad de Maryland e investigador asociado NBER y Clapes-UC. |
Páginas | 6-7 |
Serie Informe Social 173
l desafío de un sistema económico moderno es
asegurar el desarrollo pleno, tanto individual como
colectivo, de quienes participan de este. Y la histo-
ria económica es clara en demostrar que no existe
una única ruta para alcanzar tal nivel de progreso. Sin em-
bargo, una sociedad que no promueve el florecimiento y la
utilización de las capacidades individuales en base al méri-
to y al esfuerzo, y que no ofrece las condiciones sucientes
para asegurar la igualdad de oportunidades reconociendo
al mismo tiempo la diversidad en la población, difícilmente
podrá avanzar en tal dirección. Estos son los elementos ne-
cesarios no solo para aplacar la natural inclinación del ser
humano por priorizar su bienestar individual, sino también
para promover el colectivo.
Por casi cuatro décadas, primero de la mano de un rápido
crecimiento económico y luego de políticas sociales focali-
zadas, Chile ha construido un sistema económico y social
sustentado sobre estos principios, siendo la reducción de
la pobreza el logro más reconocido. De acuerdo a las ci-
fras ociales, mientras en 1990 más de un 38,6% de los
hogares en el país eran catalogados como pobres, en 2015
el porcentaje (comparable) se estima bajo el 10%. Si bien
los indicadores de desigualdad de ingreso se mantuvieron
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INTRODUCCIÓN
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estables durante los años noventa, la evidencia reciente
demuestra una lenta pero estable mejora en la distribución
del ingreso. De acuerdo a la Encuesta de Caracterización
Socioeconómica Nacional (CASEN), el coeciente de Gini,
popular indicador de desigualdad que toma valores entre
cero (todos los individuos tienen el mismo ingreso) y uno
(solo un individuo tiene todo el ingreso), pasó desde 0.58
en 2000 (metodología tradicional) a 0.48 en 2015 (nueva
metodología).
La Figura 1 ejemplica este punto para Chile, pues examina
la asociación entre los niveles de educación de los padres y
los niveles de ingresos futuros de sus hijos.
Fuente: cálculos propios en base a CASEN 2015. Se utilizan los
ingresos autónomos (en pesos) calculados en base a la nueva
metodología. Los promedios no incluyen individuos catalogados
como inactivos.
Transmisión intergeneracional de
la desigualdad en Chile: asociación
entre la educación de los padres y los
niveles de ingresos de los hijos
Figura 1
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