Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales: análisis y tendencias en dos regiones españolas. - Vol. 29 Núm. 88, Diciembre 2003 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 56588870

Aproximación a la estructura y los modelos de diversificación de la actividad empresarial en municipios rurales: análisis y tendencias en dos regiones españolas.

AutorCalatrava, Ascensi
CargoAndaluc

Abstract

Rural areas in developed countries have been experiencing, over the last decades, remarkable changes derived both from the deep restructuring of the agrarian sector and the crisis of the fordist productive system dominating in the 1960s. In this perspective, the rural world constitutes currently a new framework for local development, because it could host new locations of enterprises. This article tries to analyse the diversification models of the enterprises and the type of new enterprises that originated in rural areas in order to determine if businesses in new locations follow a pattern of concentration in industrial activities and services traditional in the zone of, if alternatively, they opt rather for non-traditional activities of ah exogenous origin. The study focuses, within a comparative approach with the phenomenon at the national-national, in the Spanish regions of Andalucía and Castilla-La Mancha, which have both an agricultural productive component over the national average and an income by person lower that of the country average.

Key words: industrial activity, productive restructuring, rural environment, Spain.

Resumen

El mundo rural de los países desarrollados está sufriendo en las últimas décadas notables mutaciones derivadas de la profunda reestructuración del sector agrario y de la crisis del sistema productivo fordista dominante en los años sesenta. En este contexto, el medio rural constituye un nuevo escenario para el desarrollo local al dar cabida a localizaciones de nuevas empresas. El presente artículo trata de analizar los modelos de diversificación empresarial y el tipo de nuevas empresas que se está originando en el medio rural, para comprobar si estas nuevas localizaciones empresariales se siguen concentrando en actividades industriales y de servicios ligadas a actividades tradicionales en la zona o, por el contrario, su actividad se va diversificando con la presencia de actividades empresariales no tradicionales y de origen exógeno. El estudio se realiza para las regiones españolas de Andalucía y Castilla La Mancha, ambas con un componente productivo agrícola superior a la media nacional, y con una renta per-cápita inferior a la media del país, estableciendo en cada caso comparaciones con lo que acontece en el ámbito nacional.

Palabras clave: actividad industrial, reestructuración productiva, ámbito rural, España.

  1. Introducción

    El mundo rural en la Unión Europea (UE), al igual que en otros países industrializados, está sufriendo notables mutaciones, cuyas principales tendencias son: (a) una profunda reestructuración del sector agrario, con una disminución importante de la superficie destinada a uso agrícola (Eurostat, 1999a), así como una fuerte reducción de la mano de obra (Eurostat, 1999b), modernización e intensificación de los procesos de producción y tendencias a la polarización estructural (Eurostat, 1999a); (b) una mayor diversificación económica originada --entre otras causas- por la pérdida de la importancia relativa del valor añadido por la agricultura en el PIB total, dada la aparición de nuevas actividades y el mejoramiento de las industrias locales a través de la innovación (OCDE, 1992; Canto & Casabianca, 1996; García Sanz, 2000); (c) el nacimiento de empresas rurales financiadas con fondos privados de carácter individual o procedentes de un pequeño grupo de personas asociadas (Panizo, 1981); (d) indicios de reversión de las tendencias de despoblamiento en ciertas regiones rurales de la UE, después del éxodo rural generalizado de los años '60, vinculado a las migraciones interregionales e internacionales (Dedeire, 1994; García Sanz, 1996; Fougerouse, 1996), situación que está originando el desarrollo de centros urbanos menores como subpolos de actividad económica, pero que no implica la vuelta masiva a las zonas rurales ni un desarrollo homogéneo de esta tendencia (Calatrava, 1994); (e) protección del medio ambiente rural, dado que el crecimiento a largo plazo sólo puede garantizarse en asociación con la naturaleza (Calatrava & Melero, 1995).

    En las últimas décadas estos cambios han corrido paralelos y --en ocasiones- han convergido junto con la necesidad de encontrar sistemas de organización empresarial a nivel rural alternativos a la gran empresa urbana (Calatrava & Melero, 1999).

    Prácticamente todos los ensayos interpretativos coinciden en el diagnóstico; se trata de una crisis profunda y estructural del sistema productivo dominante en los años '60 --el fordismo. De acuerdo con Piore y Sabel (1990), las transformaciones económicas recientes que se están produciendo a nivel local responden a la emergencia de un nuevo sistema productivo --el "modelo de especialización flexible" (1)--, mediante el cual las cadenas productivas integradas en las grandes empresas fordistas se rompen y se sustituyen por redes de empresas pequeñas y medianas, que se especializan y conectan entre sí mediante acuerdos flexibles, con la capacidad de generar y potenciar actividades innovadoras en el mundo rural (Courlet, Pecqueur y Soulage, 1993).

    Los cambios producidos en los espacios rurales de los países desarrollados desde la década de los '80, derivados de los procesos de desarrollo económico y social (Kayser, 1994), han sido --en general-- muy evidentes. Las nuevas formas de organización productiva han incidido en la distribución espacial de la industria y los servicios, dando un fuerte impulso a muchos ámbitos locales integrados por municipios rurales, en los que la combinación de sus características naturales, sus recursos propios y un sistema de valores compartido les ha permitido el desarrollo de una industrialización que, aunque en muchos casos ha sido de naturaleza endógena, en ocasiones ha llegado a través de producciones sin tradición en el territorio.

    En este nuevo contexto, la expresión "sistema productivo local" acuñada por Garofoli (1986) adquiere relevancia, al igual que opiniones como la de Quevit (1985), para quien >, o la de Vázquez Barquero (1991), quien considera que >, hasta el extremo que los procesos generales que actualmente inciden en los espacios rurales y las modificaciones relacionadas con esos procesos que están teniendo lugar en ellos, dibujan un nuevo orden territorial con espacios rurales ganadores y perdedores en las lógicas dominantes (Colletis & Pecqueur, 1995; Benko & Lipietz, 1994).

    La situación descrita es observable en España, como demuestran los resultados de los trabajos de numerosos autores (2), y ha incidido muy favorablemente en los procesos de desarrollo rural de algunas zonas que --por su buen hacer en los ámbitos de utilización de recursos endógenos, de la organización empresarial y del desarrollo de innovaciones aplicadas a los procesos productivos y a los productos-han conseguido insertarse en la economía como áreas rurales emergentes, por cuanto han sido capaces de mostrar un entramado productivo muy dinámico en diversas ramas de actividad industrial y de servicios. Si bien es verdad que las zonas rurales emergentes presentan una serie de rasgos socio-demográficos, territoriales y ambientales muy específicos, que favorecen su inserción en los circuitos económicos de un mercado globalizado, y que no todos los espacios rurales se han adaptado con la misma intensidad a los cambios de la globalización (3), la industrialización y la terciarización de los espacios rurales es un hecho (Melero & Calatrava, 2001 y 2003; Calatrava & Melero, 2002a), quedando atrás las opiniones negativas mostradas por otros autores a fines de los '80 acerca de las grandes dificultades existentes para que el medio rural español encontrara los medios para salir de su atraso económico por otras vías diferentes al desarrollo de actividades asociadas a la agricultura (4).

    El resultado del período de cambios radicales experimentado por el mundo desde hace tres décadas es la transformación de los territorios a través de diferentes respuestas en la manera de orientar sus tendencias de desarrollo. De todo ello, han surgido tanto espacios territoriales dinámicos o ganadores que han sabido insertarse en el contexto económico globalizado, así como espacios que han iniciado su declive o se han mantenido al margen porque no han logrado encontrar la vía del desarrollo integrado. Entre esos territorios se localizan muchos de carácter rural que han sufrido el impacto de los diferentes procesos que conlleva la reestructuración del sistema productivo (globalización, descentralización, flexibilización de la producción y el empleo), y que han constituido el escenario en que se han mostrado las nuevas tendencias de organización espacial de las actividades económicas. Independientemente de que hayan conseguido situarse en el lado de los territorios ganadores en virtud de la intensidad y características de los cambios, o estén del lado de los territorios perdedores, los espacios rurales de los países desarrollados no son iguales que hace unas décadas, y todos han experimentado una diversificación de la producción, impulsada por la pérdida relativa del peso de la agricultura en sus estructuras productivas.

    Ante esta situación, el presente artículo intentará analizar si en el espacio rural español se está produciendo un proceso de diversificación de la actividad empresarial.

    El análisis de los modelos de diversificación del espacio rural español se realizará para el período 1995-1998, obligándonos a definir como punto de partida qué es lo que entendemos por espacio rural y para qué municipios vamos a realizar el análisis. Delimitados los municipios, la contrastación se realizará para las Comunidades de Andalucía y de Castilla-La Mancha, dos zonas consideradas por la UE dentro de su política de desarrollo rural integrado como zonas Objetivo 1 (5), que presentan características agrícolas muy diferenciadas. Los resultados de la contrastación para las dos autonomías se comparan con los obtenidos a nivel nacional, para poner de relieve las similitudes y las diferencias...

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