Segregación residencial en la ciudad latinoamericana ***. - Vol. 29 Núm. 89, Mayo 2004 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 53250499

Segregación residencial en la ciudad latinoamericana ***.

AutorRodr

Abstract

In spite of the growing relevance of the socioeconomic residential segregation (SRS) in academic debates and public agendas in Latin American and the Caribbean, the evidence regarding its intensity and magnitude, its tendencies, its reproductive mechanisms and consequences, is fragmentary and weak. Moreover there is little work on comparative indicators of socioeconomic residential segregation between countries (or even in a diachronic way for each country). In this regard, this document offers some pieces of empiric evidence about this social phenomenon, focused in Latin America cities. It aims to contribute in four directions: (a) to advance in the measurement of the SRS in the countries of the region; (b) to study its determinants, especially the intra-metropolitan migration patterns; (c) to explore disparities in behavior and life condition; between rich and poor areas, as first step for the study of the consequences of the SRS; (d) to revise and to analyze policy options considering the international experience

Keywords: segregation, urban development, urban poverty housing policies.

Resumen

Pese a la emergente presencia de la segregación residencial socioeconómica (SRS) en los debates académicos y en las agendas públicas, la evidencia en América Latina y el Caribe sobre su magnitud e intensidad, sus tendencias, sus mecanismos de reproducción y sus consecuencias es escasa, fragmentaria y poco comparable entre países (e incluso en términos diacrónicos para cada país). Al respecto, este trabajo procura ofrecer alguna evidencia empírica sobre la SRS con especial referencia a la situación de América Latina y el Caribe, buscando aportar en cuatro sentidos: (a) avanzar en la medición de la SRS en los países de la región; (b) profundizar en el examen de sus determinantes directos, en particular en los patrones de migración intrametropolitana; (c) reflexionar sobre las dispatidades de comportamiento y condiciones de vida entre zonas ricas y pobres, como primer antecedente para el examen de las consecuencias de la SRS; (d) revisar opciones de política relativas a la SRS a nivel internacional.

Palabras clave: segregación, desarrollo urbano, pobreza urbana, políticas habitacionales.

  1. Introducción. ¿Qué es la segregación residencial?

    La segregación residencial remite a formas de desigual distribución de grupos de población en el territorio que se manifiestan de diferentes maneras, como: (a) la proximidad física entre los espacios residenciales de los diferentes grupos sociales (White, 1983); (b) la homogeneidad social de las distintas subdivisiones territoriales en que se puede estructurar una ciudad (Sabatini, 1999); y (c) la concentración de grupos sociales en zonas específicas de una ciudad (Sabatini, Cáceres y Cerda, 2001; Rodríguez, 2001; Jargowsky, 1996; Massey, White y Phua, 1996). De hecho, definiciones recientes combinan algunas de estas manifestaciones: "La segregación residencial puede definirse, en términos generales, como el grado de proximidad espacial o de aglomeración territorial de las familias pertenecientes a un mismo grupo social, sea que éste se defina en términos étnicos, etarios, de preferencias religiosas o socioeconómicos, entre otras posibilidades (Sabatini, Cáceres y Cerda, 2001: 27, destacado en el original).

    La segregación residencial parece inherente a la vida urbana, pero en la actualidad pareciera tener mayor visibilidad. La principal razón por la cual la segregación residencial está en el tapete es por las adversidades que se le imputan cuando su raíz es socioeconómica, es decir, cuando se trata de segregación residencial socioeconómica (SRS). A grandes rasgos, la SRS actúa como mecanismo de reproducción de las desigualdades socioeconómicas, de las cuales ella misma es una manifestación. Se ha subrayado el hecho de que "aísla a los pobres" (Kaztman, 2001; Dureau et al., 2002), quienes, al tener como contexto cotidiano sólo pobreza y pares pobres, estrechan sus horizontes de posibilidades, sus contactos y sus probabilidades de exposición a ciertos códigos, mensajes y conductas funciunales a una movilidad social ascendente. La separación que introduce la SRS se agrava, además, por la reducción de los ámbitos de interacción de los diferentes grupos socioeconómicos, siendo el caso de la segmentación educativa uno de los más sobresalientes y relevantes (CEPAL, 2001); así, se debilitan los contrapesos a la brecha física entre grupos socioeconómicos. Se suman indicios de que la SRS deteriora la vida comunitaria y la capacidad de acción colectiva, asociándose con la violencia y la desconfianza (Tironi, 2003; Rodríguez, 2002 y 2001; CEPAL/CELADE, 2002; CEPAL/ HABITAT, 2001; Kaztman & Wormald, 2002; Kaztman 2001 y 1999; Sperberg & Happe, 2000; Castells, 1997; Wilson, 1987).

    Pese a la emergente presencia de la SRS en los debates, la evidencia en América Latina y el Caribe es escasa, fragmentaria y poco comparable entre países. Esto repercute en la debilidad o ausencia de intervenciones públicas explícitas sobre este asunto. Precisamente, este trabajo procura ofrecer alguna evidencia empírica sobre la SRS con especial énfasis en la situación de América Latina y el Caribe, buscando aportar en cuatro líneas: (a) avanzar en la medición de la SRS en los países de la región; (b) profundizar en el examen de sus determinantes directos, en particular en los patrones de migración intrametropolitana; (c) indagar en las disparidades de comportamiento y condiciones de vida entre zonas ricas y pobres, como primer antecedente para el examen de las consecuencias de la SRS; (d) revisar opciones de política relativas a la SRS y sus resultados. Cabe anotar que este esfuerzo tiene una doble convicción. Por una parte está el convencimiento de que se necesita más evidencia para comprender la SRS, y que la explotación de los censos de población y vivienda permitiría subsanar esta insuficiencia. Por otra parte, está la certeza de que la vigencia de la SRS en tanto problema no depende de su tendencias cuantitativas, sino de sus fundamentos, de sus consecuencias para las personas y las comunidades, de sus contrapesos institucionales y de los dispositivos de políticas disponibles para actuar sobre ella o sus secuelas.

  2. Aproximación empírica a la SRS en América Latina y el Caribe

    No hay estudios sistemáticos sobre la magnitud de la SRS en América Latina y el Caribe. Por lo mismo, los debates sobre sus tendencias suelen apoyarse--si acaso-en experiencias específicas y, con frecuencia, en el uso de medidas diferentes. Como se sostuvo, no ocurre lo mismo en otras latitudes, donde hay indagaciones de largo plazo sobre la evolución de la SRS. Pero en general, en estos últimos casos se trata de segregación residencial racial (SRR), que no es la de interés en el contexto de este trabajo. El hecho de que sea SRR facilita notoriamente su medición, pues se trata de una variable sencilla de identificar y sobre cuyas categorías cabe poca discusión. Normalmente es simple diferenciar entre una mayoría y una minoría racial, y la noción de segregación residencial se vincula directamente a la similitud que hay entre la representación metropolitana de la minoría y su representación en las diferentes subdivisiones del área metropolitana. De esta manera, la aplicación de índices como el de disimilitud de Duncan (D) resulta natural y directa (www.censusscope.org/us/m1600/ chart_dissimilarity.html y http:// mimh200.mimh.edu/PieDb/04476.pdf).

    En el caso de la SRS la situación es diferente, por cuanto la línea divisoria no es evidente (¿cuáles son los grupos socioeconómicos y cómo se identifican?). Así las cosas, un primer paso para aplicar las medidas tradicionales de segregación residencial basadas en el cotejo de la proporción metropolitana de los grupos y de su representación en las diferentes subdivisiones metropolitanas es diferenciar grupos socioeconómicos. Esto fue hecho para el Área Metropolitana del Gran Santiago (AMGS) en una investigación reciente (Rodríguez, 2001). Se consideraron tres variables de segmentación socioeconómica: (a) las necesidades básicas insatisfechas; (b) el hacinamiento; (c) la educación del jefe de hogar. Con estas tres variables se formaron grupos dicotómicos que reflejaban situaciones socioeconómicas polares. Se tuvo, así, el porcentaje de uno y otro grupo para el conjunto del aglomerado metropolitano de Santiago (compuesto por 34 comunas) y su porcentaje para diferentes niveles de subdivisión del aglomerado metropolitano. El cuadro 1 presenta cuatro niveles distintos, llegando incluso al de las manzanas (algo más de 33 mil en AMGS). Como era de esperar, a medida que se reduce la escala aumenta el valor del índice. La interpretación de los resultados es directa. Por ejemplo, en 1992 había que redistribuir entre las comunas del Gran Santiago a casi el 40% de los jefes de hogar con estudios universitarios para que en todas ellas este grupo tuviese una representación similar a su peso en el AMGS; la magnitud de la redistribución entre manzanas alcanzaba al 54% (los valores del cuadro no están expresados en porcentajes).

    Una primera pregunta que surge de estos datos es si se trata de niveles elevados o no de D. Aunque todavía no es posible dar una respuesta con fundamentos comparativos rigurosos, un elemento de referencia lo constituyen los D que capturan la magnitud de la SRR en las áreas metropolitanas de Estados Unidos: en el decenio de 1960 este índice alcanzó sus mayores niveles, con valores del orden de 80% (sin ponderar por el peso de la población afroamericana); en la actualidad supera levemente el 60%, y los especialistas sostienen que "en general, se considera que medidas de disimilaridad sobre 0,6 representan hipersegregación" (http://mimh200.mimh.edu/ PieDb/04476.pdf). Es decir, el patrón de localización de los jefes de hogar con alta educación es segregado en Santiago, pero no alcanza los niveles de separación residencial que hay entre blancos y negros en las áreas...

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