Poemas inéditos de David Villagrán. - Núm. 33, Enero 2005 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 56739176

Poemas inéditos de David Villagrán.

AutorVillagr
CargoPoema

DAVID VILLAGRÁN. Miembro del taller de poesía Códices dirigido por el poeta Andrés Morales. Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.

El infierno es la llama seca que visten los santos La llama que golpea el aire por recobrar las uñas Y las arrugas donde todo anciano lee a su niño Líneas torcidas en el levante de las horas y esta noche La más larga extendiéndose hasta oír Vine con la espalda a la deriva Con la piel en vela como orla de mi rabia Vine a descifrar la sombra cicatriz Y está golpeando el oído al miedo ¡Y las bestias de mis manos cuánto esperan por mis manos! Los clavos de mi barca son tres peces Tan largos como remos de un dolor que no dirijo Los voy atravesando, Los acerco a este fuego traído a perderte Y como y brindo por los huesos tardos aún despiertos Encajando entre sus desperdicios y esta noche ¿Dónde acabas, Primavera Sino es bajo estas aguas? En el fondo del mar hay otro mar amurallado Otro vacío acudiendo a sus histriones en abismo ¿No es este el lugar, Perséfone, Donde te rompe un amor embrutecido en la borrachera de la fosa? El sol de esta noche no es más que aroma Palidez del vidrio sin sosiego en puro avance Podría beberla de tu pecho podría hablarte en ella De las aves del polvo hasta mi espalda En tu aurora Donde cada palabra es como un trago que derramo Donde en cada estrella habrá una sombra por la tierra Pero la luz no es más que el sudor de un amante cansado Estoy intacto, me digo. Perséfone, ¿oyes el miedo? No es la música del mar ni el alarido de las piedras No el peso de la calma en el vaivén de un manco Que busca mariposas elevándose a las manos de la bruma Soy yo más incansable que el gusano sobre el nervio Más que el augurio escrito de cárcel a condena Y el amor que traigo deja de ser bello Para ser amor no más la carga que sostiene el cuerpo Con su hijo adormecido Sólo su paisaje es fiel porque desprecia cada parte de su sangre Y va contracorriente tan libre, y en pedazos aparece en la montura de las aguas Precipicio de una noche coronado ¡Río arriba van las bestias ardiendo con lo seco de la hierba! ¡Sólo por ti el humo es dividido! ¡Solo por ti responderá la grieta! Del viaje tan sólo un invierno sonríe En el doblez de las rodillas nuestra patria En los cabellos Que tuvieron voluntad de brotes y como un barbecho Amantes fueron devorando Murmullo de la piel Presente hacia sus rutas desaparecidas Las joyas sostienen el verde La protección de sus feudos en tu hojarasca, otoño...

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