Presentacion de 'Memoria del nombre y salvacion eterna. Los notables y las capellanias 1557-1930' de Maria Eugenia Horvitz. - Núm. 43, Junio 2007 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 634506781

Presentacion de 'Memoria del nombre y salvacion eterna. Los notables y las capellanias 1557-1930' de Maria Eugenia Horvitz.

AutorMoreno Garrido, Jaime

María Eugenia Horvitz V, (Directora), MEMORIA DEL NOMBRE Y SALVACIÓN ETERNA. Los Notables y las Capellanías 1557-1930. Departamento de Ciencias Históricas. Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile. 2006. 491 págs.

Comenzaré ofreciendo un panorama de los contenidos del libro que comento (en adelante Memoria). El lector podrá ver que, a juzgar por la extensión de los capítulos, el libro es una especie de colección de monografías.

Como es de esperar, comienza con una Introducción (22 páginas) redactada por la Directora del equipo, Prof. María Eugenia Horvitz Vásquez. También a ella se debe el primer capitulo, "Capellanías de misas: Memorial de vida, muerte y trascendencia" (102 páginas). Juan Carlos Luengo Pella se hizo cargo de "Puentes para la representación y mundos posibles entre la vida y la muerte: Testamentos y capellanías como símbolos de pervivencia, cambio y cultura fúnebre en el Chile del siglo XIX" (44 páginas). El capítulo tercero "Las capellanías y los poderes espirituales y terrenales de las elites entre 1558 y 1930" (60 páginas) es responsabilidad nuevamente de María Eugenia Horvitz Vásquez, mientras que Margarita Iglesias Saldaña es la responsable por las 60 páginas del capítulo cuarto "Memorias y linajes: deberes y comportamientos de las mujeres desde la práctica y representación en la preservación de los patrimonios y privilegios de las elites. Siglo XVI-XX".

Ximena Cortés González redactó el capítulo quinto, "Una Dote para Dios: El patrimonio espiritual y Mundano de Agustinas y Clarisas (1650-1850)" (52 páginas). El capítulo sexto, "En busca de lo eterno. Capellanías de la familia Toro Mazote". corrió por cuenta de Marcial Sánchez Gaete y cierra el libro Bernardo González Mella, autor de las 77 páginas del séptimo y último capitulo "Entre Tradición y Modernidad (1556-1928): las familias de notables y sus vínculos patrimoniales en la Ciudad de Santiago de Chile".

Cierra el libro un índice analítico de 393 entradas donde se mezclan "temas", "nombres" y "documentos", géneros y especies (véanse, por ejemplo, las 9 entradas referentes a "capellanías" y las otras tantas dedicadas a "censo(s)").

Vamos ya al comentario.

Lo seguro es que me he acercado al libro que comento con mucha y crecida edad. No sé si lo habré hecho también en mi buen sesso, y cumplida memoria, como se ufanaba el viejo Alonso de Córdoba al redactar su testamento

PREMISAS DE LECTURA-

  1. Apenas comencé con el libro, me asaltó el recuerdo de un párrafo recientemente releído de Elaine Pagels, la famosa estudiosa de los textos gnósticos coptos:

    Cuando mi marido murió a los 20 años de edad en 1988, - escribía la autora -, en un accidente de excursionista, me di cuenta que, como mucha gente que está de duelo, estaba viviendo en la presencia de un viviente invisible, es decir, con la vivida sensación de que quien había muerto me poseía.

    Durante los años siguientes comencé a reflexionar sobre los modos en que las distintas tradiciones religiosas dan forma a ese mundo invisible y cómo nuestras percepciones imaginativas se reflejan en las formas con que reaccionamos ante la gente de nuestro entorno, ante los sucesos y ante el mundo natural.

    La obra del equipo dirigido por la Prof. María Eugenia Horvitz trata justamente de esto, de los modos en que la tradición, - católica, en este caso, - da forma al mundo invisible y cómo nuestras percepciones imaginativas se reflejan en las formas con que reaccionamos ante la gente de nuestro entorno, ante los sucesos y ante el mundo natural.

  2. Ahora bien: Las tradiciones, percepciones y reacciones viven y se conservan en textos culturales, hechos de lengua, de gestos, de conductas, todos ellos, textos simbólicos.

    Desde años Juri Lotman me ha ofrecido una buena guía para mi trabajo académico y me encantó encontrar aquí, - a veces implícita, a veces explícitamente, - pero siempre bien aprovechada, su orientación de método.

    Si seguimos su estela, las capellanías aparecen como textos culturales de alto valor simbólico.

    Los símbolos velan en calidad de guardianes o de advertidores para que el hombre no se pierda en la miseria anonadante de cada momento; y para que se acuerde de sus proyectos y del conjunto de su vida. Los símbolos son los representantes del todo frente a las partes, del universo frente a los elementos, de la duración total de la vida frente al instante; de la individualidad frente al desmembramiento en un haz de instintos y apetencias.

  3. Me parecen dos los polos que orientan la composición de las líneas de fuerza de estos textos simbólicos y que los traban dentro de una malla coherente y maciza:

    El polo religioso.

    Entiendo por él la representación del mundo espiritual, primeramente del misterio de la muerte y de la escatología católicamente construida (inmortalidad del alma, vocación al paraíso, culpas que expiar en el Purgatorio antes de "volar" a la bienaventuranza, etc.) y de la recirculación de relaciones entre el más allá y el mundo de los vivos.

    ... los símbolos religiosos funcionaban como un lenguaje común, reconocido por la mayoría de la gente como representante de creencias y actitudes ampliamente mantenidas. Además actuaban para dar forma a la realidad, puesto que establecían expectativas que luego utilizaban para interpretar la realidad. (Memoria, Pág. 251).

    El polo social.

    En el libro se constata la férrea (o mejor, "áurea") solidaridad de "los linajes", "los notables", "los que fueron y son alguien" en este país.

    Los autores subrayan la importancia de los linajes:

    Tan sólo aquello que tiene principio es digno de atención. Por tanto las tierras que pueden señalar sus propios iniciadores, las estirpes que tienen fundadores, los acontecimientos que tienen promotores son tierras, estirpes, acontecimientos realmente existentes. Y es de ellos de quienes se debe hablar. (Memoria, Pág. 141)

  4. Uno de mis convencimientos es que estudiamos historia no tanto para conocer y saber el pasado, cuanto para saber y entender el presente.

    La lectura de este libro me ha hecho sospechar una coherencia ínsita en la coordenada de "textos simbólico- sociales" en que vivimos ahora, coherencia oscura y empañada por la maraña del día a día. En este coherente sistema nos movemos y somos, porque, como dice alguna de las autoras en el libro, las costumbres son más fuertes que las leyes. (Memoria, Pág. 290). Sobre esto deberé volver más adelante.

    Entonces, siguiendo las sugerencias de Elaine Pagels, ordenaré mis reflexiones en tres apartados, a los que agregaré alguna sugerencia final.

    I Las formas del mundo invisible.

    II Cómo las percepciones imaginativas se reflejan en las formas con que reaccionamos.

    III La interpretación sociohistórica.

    IV Sugerencias finales.

    I.-

    LAS FORMAS DEL MUNDO INVISIBLE.

    El "mundo invisible" (el mundo posible, dice nuestro texto) chileno fue moldeado por la escatología católica que...

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