La primera vuelta como señal
Autor | Jorge Ramírez R. |
Cargo | Cientista Político de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con un minor en Sociología en esa misma casa de estudios. Actualmente se desempeña como Coordinador del Programa Sociedad y Política de LyD |
Páginas | 7-7 |
Libertad y Desarrollo
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os resultados de la eleccin presidencial de prime-
ra vuelta, parlamentarias y de consejeros regiona-
les celebradas el domingo 19 de noviembre arro-
jaron sorpresas y raticaron ciertas tendencias
previas. A nivel presidencial, Sebastin Piera obtuvo una
clara primera mayoría, con el 36,64% de las preferencias,
no obstante, obtuvo una votacin por debajo de las expec-
tativas generadas por los sondeos de opinin pblica en la
antesala de la eleccin.
A pesar del golpe a las expectativas, el resultado siempre
fue alentador en la medida que Piera logr imponerse en
todas las regiones del territorio nacional y en el 88% de las
345 comunas, con una distancia respecto de su más cerca-
no contendor, Alejandro Guillier, de 14 puntos porcentuales.
Por su parte, contrario a la idea que pretendi ilusoriamen-
te instalar el Ejecutivo de la estructuracin de un bloque
de izquierda homologable a la suma de la votacin de to-
dos los candidatos de la izquierda y centroizquierda en la
primera vuelta presidencial, equivalentes a un 55% de los
votos, ya la eleccin de primera vuelta, haba reflejado de
manera consistente una ntida derrota de la Nueva Mayo-
ra. De la mano de Alejandro Guillier perdi un 50% de la vo-
tacin obtenida por Michelle Bachelet en la primera vuelta
de 2013, experimentando, de paso, el mayor retroceso para
la centroizquierda en el ámbito parlamentario desde 1989
a la fecha, pasando desde un 55,80% en 2013 a un 36,10%
de la representacin de la Cmara de Diputados en 2017 y
desde un 55,3% a un 46,5% de los escaños en el caso del
Senado.
El principal retroceso electoral para la Nueva Mayora vino
de la mano del resultado del Frente Amplio, un nuevo refe-
rente, expresin de una izquierda radical, crtica de los fun-
damentos del modelo poltico y econmico vigente en Chi-
le y que irrumpi con fuerza en la eleccin de primera vuelta
presidencial, que de la mano de la votacin de un 20,27% de
Beatriz Snchez logr tambin proyectar una relevante ban-
cada parlamentaria con 20 diputados y 1 senador.
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2. LA PRIMERA VUELTA COMO SEÑAL
De este modo, es tambin indudable que tras las eleccio-
nes del 19 de noviembre se produjo un reordenamiento po-
ltico, particularmente en la centroizquierda con expresin
en el terreno presidencial, pero tambin parlamentario.
A pesar de lo anterior, no caben dos lecturas en relacin al
positivo resultado de Chile Vamos en el mbito parlamen-
tario, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.
No obstante, preocupa la fragmentacin de la izquierda en
la medida que desplaza el eje programático ordenador ha-
cia posiciones ms prximas a las de una izquierda maxi-
malista. En este nuevo escenario, parece importante inda-
gar en las causas de la mayor polarizacin y del impulso
de renovacin que se observa a la luz de una lectura de los
resultados, teniendo en cuenta los efectos en la goberna-
bilidad que producirán en el mediano y largo plazo estas
nuevas dinmicas en la forma de comprensin del fen-
meno político.
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