Derecho Público y Derecho Privado: una dicotomía superada en el sistema contemporáneo. - Estudios de Derecho Privado. Libro homenaje al jurista René Abeliuk Manasevich - Libros y Revistas - VLEX 320430267

Derecho Público y Derecho Privado: una dicotomía superada en el sistema contemporáneo.

AutorJuan Colombo Campbell
Cargo del AutorProfesor de Derecho Procesal y Derecho Procesal Constitucional en la Universidad de Chile.
Páginas35-50
35
DERECHO PÚBLICO Y DERECHO PRIVADO:
UNA DICOTOMÍA SUPERADA EN EL SISTEMA
CONTEMPORÁNEO
Juan Colombo Campbell*1
I. EL HOMBRE; SU NATUR AL CONVIVENCIA Y LOS
CONFLICTOS DE INTERESES QUE SURGEN DE SUS
RELACIONES
La vida es un proceso que el derecho
debe regular y proteger.
La existencia del hombre no podemos concebirla sino dentro del
estado de sociedad, en obediencia a sus orgánicas condiciones
gregarias. La historia nos confirma que desde las épocas más remo-
tas este vive agrupado, convive con sus semejantes formando una
sociedad humana que, necesariamente, precisa de la cooperación
del grupo organizado, tanto para subsistir como para satisfacer
sus necesidades. Aristóteles sintetiza esta particularidad, que lo
identifica, al expresar “el hombre es un animal social”.
Desde que se percibe como tal, el ser humano manifiesta,
más o menos claramente, su dependencia de la sociedad y la
necesidad que tiene de ella. El salvaje no siente seguridad más
que en su medio social; tan pronto sale de él, está expuesto a la
muerte o a caer en la esclavitud. Hoy –mutatis mutandis– necesita
de la protección de sus derechos para no ser avasallado. Nada
nuevo bajo el sol.
En los tiempos primitivos, el hombre no necesitó de normas,
leyes ni jueces. Se hacía justicia por sí mismo; vencía, resultando
* Profesor de Derecho Procesal y Derecho Procesal Constitucional en la Uni-
versidad de Chile.
ESTUDIOS DE D ERECHO PRI VADO
36
siempre triunfante, no aquel que tenía la razón, sino el que poseía
la fuerza o la astucia necesaria para lograrlo. En general, puede
decirse que imperaba la ley del más fuerte. La autotutela emerge
en ese momento como una forma normal, brutal y común en la
solución de los conflictos entre personas.
En el contexto histórico de los pueblos civilizados, la orga-
nización pondrá a su disposición los instrumentos de desarrollo
que le permitan vivir mejor.
A medida que los grupos comenzaron a encontrarse fueron
creándose uniones y surgiendo conflictos de intereses entre ellos,
cuya solución por medio de la guerra produjo destrucción y ex-
terminio. Surge entonces la ineludible necesidad de organizarse,
sacrificando parte de la libertad a cambio de seguridad.
Es así como este hombre pleno de atributos se enfrenta a una
persona jurídica superior que es su obra y a la cual decide obedecer
como única forma de poder convivir y compartir pacíficamente
con sus semejantes. Nace el Estado, persona destinada a ser la
reguladora de los altos intereses de la comunidad y garante de
los derechos básicos de sus integrantes.
Su construcción jurídica presupone un antecedente esencial,
una estructura previa, viviente, que es la Nación, considerada
como una sociedad humana en función de todos sus complejos
fines: jurídicos, intelectuales, sociales y económicos. En definitiva,
algo real que participa del elemento humano para cumplir con
los dictados de su razón y naturaleza, que lo inducen a formar un
grupo social, que habita un territorio propio, que tiene costumbres
comunes, que se otorga sus normas y proclama a sus gobernantes,
a los que se compromete a obedecer. El Estado, identificado por
Machiavello como la personificación de la Nación, sólo tiene
realidad en cuanto la representa.
Las culturas griega y romana fueron las primeras en crear leyes
sólidas y eficaces. Platón decía: “obedecer a las leyes es rendir culto
a los dioses”. Los romanos cumplían rigurosamente sus leyes y tanto
fue así, como lo recuerda Cuenca, “que el pretor tuvo que hacer
derroche de habilidad y agudeza para atenuar el rigor de las doce
tablas y adaptar, en una sostenida evolución de siglos, la hermética
legislación del Derecho Civil a las nuevas necesidades”.
Paulatinamente y con el andar de los años, los hombres com-
prendieron, como los griegos y los romanos, que no les sería

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR