Proceso por sodomia a dos marineros de la flota de Indias, 1560. - Núm. 2009, Marzo 2009 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 68429877

Proceso por sodomia a dos marineros de la flota de Indias, 1560.

AutorBruquetas de Castro, Fernando

Pecado nefando

A lo largo de la Historia muchas personas se perdieron por desconocer cual era el camino correcto que debian seguir en una sociedad que les obligaba a amar, odiar y sentir de la misma forma. Unos no pudieron encontrar nunca la senda que les podria llevar a buen termino entre los arboles de aquel bosque de incomprension, que cual rosario de situaciones adversas se interponia entre los seres humanos y la felicidad; otros vagaron por veredas erraticas durante largo tiempo tratando solamente de sobrevivir, sin llamar la atencion, armandose de valor y utilizando la discrecion como la mejor estrategia ante un mundo desconcertante, sorteando los embates de unas instituciones que se comportaban abiertamente como el mayor enemigo de los hombres y de la vida; pero, pese a ello, unos pocos lograron subsistir a aquella epoca plena de contrariedades. La mayoria de los caminantes enfrentados a la ortodoxia impuesta por el poder acabaron por sucumbir bajo el peso de una ley tan injusta como aterradora, cuyas mejores armas fueron la delacion y el odio a todo lo que sonara o pareciera simplemente distinto a los intereses uniformadores del pensamiento "moderno", el cual trataba de imponerse por la fuerza a los miembros de la nueva sociedad urbana que renacia de las oscuras cenizas del Medioevo.

Si los hombres querian vivir de acuerdo con los sentimientos y los impulsos vitales que experimentaban, corrian el grave peligro de caer en la tentacion de consumar un acto que se consideraba pecado y que por lo tanto era castigado como un delito; pero no se penaba como una infraccion cualquiera, sino como la peor de las transgresiones. La sodomia era llamada pecado contra natura o incluso pecado nefando, que no se osaba nombrar. Este acto era el culmen de la degeneracion y el vicio, solo comparable al bestialismo. Los que no pudieron sustraerse a sus propios instintos, y que no fueron lo suficientemente listos o inteligentes como para sortear con habilidad los impedimentos legales que les secuestraban la capacidad de sentir y amar, fueron condenados con el quebranto del privilegio de la honra y la estima, con la merma de la patria o la fortuna y en muchos casos con la perdida tragica de la propia vida.

Sin embargo, estas victimas no solo eran castigadas a causa del rumor malicioso del pueblo y por la envidia insana de sus iguales, cuyos peores efectos solian acabar con el buen nombre y la fama de cualquiera. Tambien eran vigilados de cerca por las instituciones que ostentaban el poder terrenal, lo cual era mucho mas peligroso que el simple comentario fruto de la malicia.

Una institucion tan importante en la epoca como la Iglesia, cuya influencia trascendia lo meramente religioso, disponia de un resorte casi infalible para acabar con la disension en todos los ordenes de la vida. El tribunal inquisitorial representaba las labores de policia de la moralidad y de las buenas costumbres, interviniendo en los asuntos mundanos con un afan especial y sustentando con exquisito rigor la facultad real, otorgada graciosamente, para investigar, acosar y escarmentar a los pecadores, condenandoles de por vida y para toda la eternidad si fuera menester. Asi que a la perdida de la existencia habria que anadir un dano suplementario que incluso trascendia al mas alla e incidia en la imposibilidad de la salvacion del alma en la otra vida.

Los hombres de esta sociedad, que castigaba en la vida y tras la muerte, eran perseguidos por un sistema de valores morales que intervenia en los asuntos privados y regulaba las relaciones personales hasta en los momentos mas intimos; pero asi y todo, muchos no pudieron substraerse a ello y corrieron el riesgo prescrito al dejarse llevar por los sentimientos o por el instinto, y pecaron a conciencia contra la base del sistema, contra el engarce etico de la misma estructura social.

No obstante, con el paso del tiempo los hombres verian como las cosas no siempre serian del mismo modo, pues durante la Edad Moderna, la persecucion contra las relaciones sexuales entre varones experimentaron un cambio crucial, debido sobre todo a la intervencion definitiva de la Inquisicion, lo cual incidio en que las mismas fueran observadas por los hombres y la sociedad de una forma diferente de como las habian conocido hasta aquella epoca.

Entonces las relaciones homosexuales no eran percibidas como el resultado de un proceso de perversion de las tendencias naturales del instinto reproductor. En palabras de Rafael Carrasco (1985), el sodomita no constituia una especie diferente, no era como el homosexual inventado por la patologia decimononica, un ser definitivamente marcado por una singularidad biologica determinante. El sodomita era considerado a lo sumo como una criatura de lujuria, como un esclavo de los apetitos sexuales, pero de unos apetitos que no diferian en esencia de los que la naturaleza provocaba en el resto de los hombres. Desde este punto de vista, el error del sodomita provenia de una falta de discernimiento entre lo permitido y lo prohibido, y no de la naturaleza particular de su pulsion. El concepto clave no era entonces el de desviacion, sino el de desordenada atraccion del placer. El sodomita pecaba porque buscaba placer donde no era licito hallado ... Asi, pues, lo que al principio se veia como un error en la forma de obtener placer, convertido en delito por ser pecado, acabaria con el paso del tiempo por percibirse como un defecto de la naturaleza y del instinto sexual natural.

Despues, las cosas cambiaron sustancialmente y las relaciones sexuales y afectivas entre personas del mismo sexo dejaron de considerarse como un quebrantamiento de la ley y, aunque la Iglesia tambien ha dejado de satanizarlas, persiste en su idea de que son cuanto menos erraticas; por ello, muchas personas que no pueden escapar al influjo de esta doctrina, siguen percibiendo que la motivacion natural que les inclina a buscar la satisfaccion entre sus iguales tiene un componente pecaminoso intrinseco. Lo cual incide en que muy pocos salgan indemnes del proceso mental y vital que se produce por mantener posturas ideologicas enfrentadas a las emociones personales y a los requerimientos intimos del sentido comun.

No obstante, esto que hoy sabemos era ignorado por los poderes publicos de antano, los cuales estaban mas interesados en el control de la sociedad y en la unificacion de las costumbres que en ser proclives a un entendimiento que permitiera a los seres humanos lograr la felicidad en este mundo, a pesar de la diversidad de comportamientos. Para obtener ese control, el Estado dispuso de distintos resortes que fueron corrigiendo, no sin drama y dolor, la idea que debian tener los hombres y las mujeres sobre el proposito de la vida. Ignorar esta cuestion devendria en un desconocimiento de la Historia Moderna europea en general y en concreto de la Historia de Espana. El nacimiento de la Inquisicion tenia como fin el velar por la salvaguarda de los valores cristianos catolicos y evitar los influjos heterodoxos, y las relaciones sexuales eran susceptibles de vigilancia por lo que podrian significar de trasgresion de la norma.

Tal como explica Perez Escotado (1998), el sexo de los espanoles quedo sofocado bajo un movimiento perfectamente organizado de represion sexual, instrumentado por la Iglesia durante los siglos XVI y XVII y que, lentamente, en el siglo XVIII, cedio al campo de la Medicina, al de la educacion -que continuaba controlando- y al de la familia, las cuales acabaron por convertirse tambien en instancias publicas de control:

En Espana, la Inquisicion funciono como una eficacisima administracion, y desde finales del siglo XV hasta 1834 no dejo de vigilar y castigar todo un amplio espectro de posibles delitos sexuales, unas veces de forma directa porque entraban dentro de la herejia, y otras por extension y tergiversacion interesada de sus competencias.

En resumen, la intervencion del Santo Oficio no permitio el desarrollo normal de la sexualidad en Espana y sus dominios. Pero no fue solo la Inquisicion, tambien otros tribunales persiguieron, juzgaron y condenaron a muchos espanoles a lo largo de la Edad Moderna, ya que el delito de sodomia o pecado nefando, expresion que empezo a generalizarse entonces, era competencia de varias instituciones, segun el lugar, la calidad o el fuero que asistiera al reo.

La sodomia era competencia del tribunal inquisitorial para la Corona de Aragon, pero no sucedia asi en Castilla, donde la jurisdiccion real o justicia civil se encargaba de perseguir esta infraccion; ademas habia que tener en cuenta si quienes cometian el pecado nefando eran sacerdotes o seglares, o si acaso pertenecian a otras categorias sociales, si eran miembros de alguna de las ordenes militares o si algun fuero de clase les amparaba; porque en esos casos el proceso y su resultado podian variar sustancialmente.

Esto puede hacemos pensar que los poderes publicos de antano estaban obsesionados por perseguir a los homosexuales; sin embargo debemos aclarar que aunque la persecucion existio, no siempre fue de una manera obsesiva ni gratuita. Al menos en el sentido de que existiera una vigilancia tal sobre las personas que estas fueran incapaces de poder actuar libremente, lo cual podria deducirse de todo lo dicho hasta ahora; pero, de suceder asi, seria muy dificil -por no decir imposible- la consumacion del pecado y del delito y, como es obvio, esto si que es totalmente incierto.

Desde la creacion del Tribunal del Santo Oficio, e incluso desde antes, ya se producia una vigilancia terrea sobre las costumbres para que aquellas cambiaran, y en concreto, la sodomia tenia entonces connotaciones peligrosas por cuanto se la identificada con habitos foraneos a la mentalidad del catolicismo hispanico. De hecho, en algunos estratos sociales se la equiparaba a un influjo pernicioso procedente del Islam, considerado el enemigo tradicional de la catolica patria hispana, lo que claramente iba en perjuicio de aquella...

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