Programa de Sebastián Piñera: enmendando el rumbo
LIBERTAD Y DESARROLLO
TEMAS PÚBLICOS
www.lyd.org
Nº 1328 - 1
10 de noviembre de 2017
ISSN 0717-1528
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PROGRAMA DE SEBASTIÁN PIÑERA:
ENMENDANDO EL RUMBO
A solo días de la elección presidencial, resulta fundamental conocer algunos de los
principales planteamientos del programai del candidato de Chile Vamos, Sebastián
Piñera, quien se impone con holgura frente a los demás aspirantes a La Moneda
en todas las encuestas conocidas. Ello ha generado cierta expectativa respecto del
rumbo que ha de tomar el país a partir de marzo próximo.
Lo anterior es particularmente cierto a la luz de lo vivido en los últimos cuatro
años de gobierno de la Nueva Mayoría. A diferencia del período en que gobernó la
Concertación, esta administración irrumpió con un diagnóstico equivocado sobre
las necesidades que tenía la sociedad chilena, lo que devino en propuestas de
reformas refundacionales en las más diversas materias, como la tributaria,
educacional, laboral, previsional y -pronto- constitucional. Esto no solo se ha
traducido en un amplio rechazo a la gestión del gobierno y a las reformas
implementadas, sino además en un importante freno de la economía, la caída de
la inversión, el deterioro del empleo e incluso un alza de la pobreza de acuerdo a
la información publicada por el Banco Mundial.
Es, por tanto, del todo atendible -y ciertamente compartido- el mensaje que
transmite el programa, en cuanto a (i) reconocer el avance social y económico
alcanzado en las últimas décadas gracias al modelo de economía social de
mercado; (ii) valorar la forma de hacer política basada en el diálogo y los acuerdos;
Resulta interesante una candidatura que aboga por lograr mayores niveles de progreso,
basado en el esfuerzo y la creatividad de las personas y la sociedad civil, donde el Estado
tiene un rol facilitador para el despliegue de la libertad, acompañado de una mirada de
justicia y solidaridad para que ese progreso llegue a todos los ciudadanos.
Ciertamente, se podría haber esperado una acción más decidida a la hora de revertir las
desacertadas reformas en áreas como la educación escolar y la negociación colectiva. Sin
embargo, nadie podría discutir que el programa se enmarca en un proyecto que reconoce
las bondades de la libertad de elección, la iniciativa privada y el rol subsidiario del Estado.
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