Reflexiones finales - Núm. 177, Mayo 2019 - Serie Informe Social - Libros y Revistas - VLEX 790930949

Reflexiones finales

AutorRafael Caviedes D.
CargoMaster en Economía y Dirección de Empresas, IESE, Universidad de Navarra. Ex Presidente de la Asociación de Isapres de Chile
Páginas21-21
Libertad y Desarrollo
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espués de haber recorrido un sinnúmero de argu-
mentos que hacen pensar que dada la complejidad
que ha adquirido el sector salud, especialmente en
lo que se reere al aseguramiento y provisión de
servicios de salud, cuesta pensar que exista otra solución
que no sea otra que la colaboración público-privada. En-
tiendo perfectamente que las soluciones más adecuadas
desde el punto de vista de servicio y resultados no siempre
tienen viabilidad política, pero eso no impide mostrar cuál
debería ser el faro que oriente los cambios que paulatina-
mente habrá que emprender en los sistemas de salud.
Cuando exista la posibilidad que se produzca verdadera
colaboración público-privada en salud para terminar la
profunda discriminación por ingreso que existe en nuestro
sistema, el sector privado podrá demostrar que es capaz
de proporcionar servicios adecuados a la mayoría de la
población. Así, el Estado podrá ocuparse con más fuerza
de la regulación, vigilancia epidemiológica, nanciamiento,
control y la gobernanza correspondiente.
Las herramientas de colaboración público-privada de un
Estado subsidiario que deberían considerarse son: conce-
siones hospitalarias, concesiones sanitarias, compra de
servicios médicos, compra de soluciones médicas, exter-
nalización de servicios y subsidios portables.
Los esfuerzos para reformar el sistema han estado errados
en Chile. Los gobiernos han puesto énfasis especialmen-
te en mejorar los sistemas de gestión estatal y reformar
el seguro privado, no obstante que es en la aplicación de
los subsidios scales a la oferta pública de prestaciones
médicas donde radican los principales problemas. En Chile
los subsidios estatales -que representan 2/3 del nancia-
miento de la salud pública- son nanciados con impuestos
generales, pero las personas no pueden elegir democrá-
ticamente dónde aplicar dichos subsidios. La decisión la
realiza el Estado, quien asume una posición superior para
denirlo, arrogándose la autoridad sobre el individuo, am-
parado en la ley. Es ahí donde está la base de la desintegra-
ción del sistema y de la transformación del sistema Isapre
D
4. REFLEXIONES FINALES
en un seguro que benecia sólo a quienes pueden pagarlo.
Es decir, la discriminación la impone el propio Estado, pues
los subsidios scales no siguen las decisiones de la gente
sino la decisión política errada de nanciar sólo a la “salud
pública”. Por ello, las personas de rentas bajas quedan cau-
tivas del sistema estatal de salud. Esa población que reci-
be las prestaciones estatales está sujeta al racionamiento,
que como se arrastra por años, llega a parecer normal en
el sistema estatal de provisión de prestaciones médicas.
Esta concepción errada en la entrega de subsidios esta-
tales a salud implica de alguna forma, una violación de la
libertad y el derecho de propiedad. La Constitución de la
República garantiza el derecho a la protección de la salud y
señala que las personas podrán elegir el sistema, estatal o
privado, en el que deseen hacer efectivo su derecho (CPR,
Artículo 19 número 9). Si el Estado ha determinado que una
fracción de su presupuesto es para nanciar el sistema de
salud y la propia Constitución Política de la República reco-
noce el derecho de las personas de elegir el sistema de su
preferencia pero al nal asigna los subsidios a la oferta no
se cumplen esos preceptos. Si un trabajador se cambia del
sistema subsidiado de Fonasa a una Isapre, pierde total-
mente el derecho a la propiedad del subsidio estatal que le
correspondía cuando estaba aliado a Fonasa, no obstante
que desde el momento que materializa su derecho al cam-
bio, deja de ser una carga para el Estado.
¿Isapre para todos? Esta frase fue un slogan de campaña
que, quizás, se adelantó a los tiempos. Con ella se quiso
simbolizar el derecho a elegir en salud, pero tal vez falta-
ban elementos que hoy sí están mejor perlados, como el
“plan garantizado”, fondos de compensación de riesgo, las
mediciones de outcomes y los recursos económicos dispo-
nibles. He sido un defensor del derecho a elegir en salud.
Es una forma de democratizar la salud y de eliminar las dis-
criminaciones por ingreso. ¡Qué más democrático e inclu-
sivo que personas de diferentes niveles de ingreso puedan
atenderse en una misma clínica privada!

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