Michel Foucault y el relato policial en el debate Modernidad / Postmodernidad. - Núm. 35, Junio 2005 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 56739191

Michel Foucault y el relato policial en el debate Modernidad / Postmodernidad.

AutorVargas Vergara, Mabel

Las reflexiones vertidas en esta exposición surgen en el contexto de una investigación mayor, a partir de la necesidad de establecer un marco general de desarrollo del género policial que sirviera de base para la revisión de escrituras otras que toman el género, lo subvierten, lo transgreden y, en definitiva, lo transforman.

El presente trabajo se propone explorar el relato policial a partir de una mirada que data su aparición en el siglo XlX. Periodo de nuevas vigilancias, nuevos castigos y por supuesto nuevas escrituras, el relato policial es un género que se vincula fuertemente a los procesos sociales y culturales que vive la sociedad occidental moderna. En este sentido, la perspectiva propuesta por Michel Foucault para revisar dicho periodo nos permite establecer un punto de partida para luego, entonces, revisar el posterior desarrollo del género negro como disrupción del relato policial clásico, que a su vez manifiesta una nueva ordenación y transformaciones experimentadas con el avance y ruina -en términos de Deotté- de la Modernidad. De esta manera se ponen de relieve los discursos que, desde una perspectiva de poder, transitan por este (sub)género.

¿Qué es robar un banco comparado con fundado? Bertolt Brecht

Desde una traza histórica el relato policial fija sus inicios en el siglo XIX bajo un cierto consenso que establece la recepción de Edgar Allan Poe, junto con la publicación de "Los crimenes de la Rue Morgue", en Filadelfia en 1841, como el autor que instaura el modelo de funcionamiento del género policial clásico.

Si bien es frecuente encontrar estudios introductorios, prólogos y reflexiones varias que -basándose en la presencia de un enigma y su resolución- examinan los orígenes de lo policial en textos como Edipo Rey, pasando por la Biblia, la novela de caballería y la novela bizantina o, más actualmente, la gótica; decimos que lo propiamente policial comienza en la literatura a partir de la existencia de policías y detectives [1]. Sin duda, el enigma es un elemento constituyente del relato policial, pero no es, ni por mucho, aquel que por si mismo ha determinado su estructura discursiva, ni los desplazamientos o transformaciones experimentadas por este género a lo largo del siglo XX.

La aparición de la figura del policía en la literatura se encuentra vinculada a la irrupción de la clase burguesa y su desarrollo en el contexto de la modernidad; al respecto, F. Jameson dice: "Es obvio que el origen del detective literario se encuentra en la creación de la policía profesional, que articuló la exigencia de prevención general del crimen con la necesidad de los gobiernos modernos de conocer y, por lo tanto, controlar los variados elementos de sus áreas administrativas." [2]

Este momento, de profunda urbanización e industrialización en las sociedades, trae consigo la necesidad de proteger los beneficios obtenidos por la burguesia, lo que se traduce, en términos de Foucault, un proceso de profunda moralización que opera sobre las capas populares del siglo XIX, fijando el nacimiento del relato policial en dicho contexto "La sociedad industrial exige que la riqueza esté directamente en las manos no de quienes la poseen sino de aquellos que permitirán obtener beneficios de ella trabajándola. ¿Cómo proteger esta riqueza? Mediante una moral rigurosa: de ahí proviene esta formidable capa de moralización que ha caído desde arriba sobre las clases populares del siglo XIX [...] Ha sido absolutamente necesario constituir al pueblo en sujeto moral, separarlo pues de la delincuencia, separar, claramente el grupo de los delincuentes, mostrarlos como peligrosos, no sólo para los ricos sino también para los pobres, mostrarlos cargados de todos los vicios y origen de los más grandes peligros. De aqui el nacimiento de la literatura policíaca y la importancia de periódicos de sucesos, de los relatos horribles de crímenes." [3]

Hasta el siglo XVIII, la historia del crimen y su (re)presentación literaria, estaba dada por las figuras de la aristocracia o de lo popular; es así que encontramos reyes tiranos o asesinos populares, paladines de la justicia en manos del pueblo que se enfrentan a malvados príncipes, o caballeros del rey que defienden la corona por mandato divino. El paso de las narraciones de aventuras a un género propiamente policial se produce en la esquematización del crimen enigmático y su resolución por parte de un investigador a través del ejercicio netamente racional.

Para Antonio Gramsci, en la narrativa policial, "Ya no asistimos a la lucha entre el pueblo bueno, sencillo y generoso, contra las fuerzas oscuras de la tiranía [...] sino tan sólo a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR