¿Por qué Santiago? El desafío de más viviendas bien localizadas - Núm. 1319, Septiembre 2017 - Temas Públicos - Libros y Revistas - VLEX 693001377

¿Por qué Santiago? El desafío de más viviendas bien localizadas

LIBERTAD Y DESARROLLO
TEMAS PÚBLICOS
www.lyd.org
Nº 1319 - 2
8 de septiembre de 2017
ISSN 0717-1528
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¿POR QUÉ SANTIAGO?
EL DESAFÍO DE MÁS VIVIENDAS BIEN LOCALIZADAS
Santiago ha crecido de manera importante en el último tiempo y existen varias
razones para pensar que lo seguirá haciendo. Durante este año se han generado
una serie de situaciones que evidencian un cierto conflicto a raíz de este
desarrollo, tales como el rechazo de las viviendas sociales en Maipú, los 5.660
departamentos por manzana en Estación Central y la protección patrimonial de la
Villa San Luis.
Es importante estudiar los factores que han influido en el desarrollo de Santiago,
sus consecuencias y cuáles serían las medidas que debiéramos implementar para
mejorar la calidad de vida de la ciudad. En ese contexto, revisaremos el
crecimiento de Santiago, teniendo en cuenta las eventuales implicancias de las
recientes leyes que han sido aprobadas y de las que aún se están discutiendo.
¿POR QUÉ SANTIAGO?
El proceso de urbanización ha sido provocado por decisiones individuales en busca
de mejores trabajos, servicios, equipamiento y calidad de vida. Santiago cuenta
con una serie de estos atributos por los cuales día a día las personas deciden vivir
en ella. De hecho, 5 de las 10 comunas con mejor calidad de vida se ubican en
La ciudad de Santiago cuenta con una serie de atributos por los cuales las personas deciden
vivir en ella: acceso a empleo, salud y educación, entre otros.
Existe una clara necesidad de más viviendas debido principalmente al aumento de la
población, la disminución del tamaño de los hogares, una mayor población migrante y la
obsolescencia de viviendas sociales.
Este mayor crecimiento de la población no ha sido inocuo y, entre otras cosas, ha generado
más congestión. En los resultados de la Encuesta Origen Destino (EOD) de los años 2001 y
2012 se observa un aumento en el tiempo promedio de viaje de 45 a 57 minutos en
transporte público y de 24 a 31 minutos de transporte privado.

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