La tarjeta de crédito bancaria - Derecho Comercial. Tomo III. Volumen 2 - Libros y Revistas - VLEX 258108810

La tarjeta de crédito bancaria

AutorRicardo Sandoval López
Cargo del AutorProfesor Catedrático Visitante, Universidad Carlos III, Madrid, España. Miembro de International Academy of Commercial and Consumer Law, EE.UU.
Páginas11-70

Page 11

Capítulo I

LA TARJETA DE CREDITO BANCARIA

  1. Idea preliminar. En la actualidad se advierte un notable cambio en lo relativo a los mecanismos de crédito y de pago utilizados en la actividad mercantil. Durante la época primitiva, cuando el hombre no contaba con un determinado bien para satisfacer sus necesidades, recurría al trueque, cambio de un valor real por otro de la misma naturaleza. Dicha situación se mantuvo hasta que se inventó una medida común de valores (la moneda), que posibilitó el cambio de un valor real por uno representativo, dando origen de esta suerte a la compraventa.

    Fue en una etapa más avanzada del desarrollo de la actividad económica mercantil cuando se empezó a emplear documentos representativos de dinero o títulos, cuya prestación esencial consiste en pagar una cantidad de dinero, permitiéndose así el cambio en sentido estricto de valores representativos por otros del mismo carácter. Desde comienzos del siglo XX se generalizó en el mundo occidental el uso del cheque en lugar del dinero para solucionar obligaciones pecuniarias. La letra de cambio precede la aparición de los demás títulos de crédito, al incorporarse en ella una prestación consistente en pagar una suma de dinero, generalmente, en una época fijada en el documento, facilitando la concesión del crédito y el descuento que convierte la prestación futura en presente.

    A pesar de que en nuestros días el empleo del cheque, de la letra de cambio y del pagaré sigue siendo una práctica frecuente en el comercio para satisfacer necesidades de pago

    Page 12

    y de crédito, respectivamente, ha surgido, desde hace unas tres décadas a esta parte, una forma de crédito diferente: la tarjeta de crédito bancaria, cuya utilización resulta cada vez más masiva, lo que justifica nuestra preocupación por describir su estructura jurídica para facilitar el conocimiento de la misma.

  2. Síntesis histórica de la tarjeta de crédito. El origen se encuentra en los Estados Unidos de Norteamérica, aun cuando se sostiene que las primeras tarjetas de crédito se emitieron en Europa a los clientes fijos de prestigiosos hoteles. La primera tarjeta de crédito habría sido emitida en 1914, por la empresa norteamericana Western Union, con el propósito de asegurar a los usuarios una atención preferencial en todas las sucursales de la empresa y además proporcionarles la posibilidad de un pago diferido.1

    Al éxito obtenido por las tarjetas de Western Union se suman posteriormente numerosas empresas estadounidenses, como la General Petroleum Corporation de California y algunas cadenas de establecimientos de turismo, ferrocarriles y tiendas. La concepción original de estas tarjetas era similar a la que emplean en la actualidad los establecimientos comerciales, sin la intervención de los bancos. En efecto, el único objeto de la tarjeta era permitir al usuario una atención preferente en los establecimientos de la empresa emisora, con pago diferido de las compras o servicios.

    El empleo de la tarjeta de crédito prácticamente se detuvo con la depresión mundial del año 1930 y durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, épocas en las cuales se restringe el uso del crédito.

    En 1950, Frank McNamara crea la primera tarjeta para viajes y entretenimientos del Diners Club, que permitía a sus

    Page 13

    socios pagar mensualmente el consumo en hoteles, moteles, restaurantes, etc., enviándoles posteriormente la cuenta por sus compras o servicios del mes. El mismo sistema lo emplea American Express, empresa norteamericana de viajes con sucursales en diversos países, que emite su propia tarjeta de crédito.

    La modalidad de tarjeta de crédito bancaria nace en 1951 por iniciativa del Franklin National Bank, de Long Island, Nueva York. Ella identificaba el número de cuenta corriente del cliente y su línea de crédito. Los establecimientos comerciales que recibían la tarjeta del banco copiaban los datos del usuario en formulario especial. Existía un monto máximo de venta. Posteriormente el comerciante depositaba dichos formularios en su cuenta corriente del mismo banco y se le abonaban los valores correspondientes, previa deducción de la comisión acordada.

    En los años venideros varios otros bancos norteamericanos implantaron el sistema creado por el Franklin National Bank. En 1958, el Bank of America realizó un programa de tarjetas de crédito que se extendió a todo el estado de California y al año siguiente se crearon los programas de computación para el empleo de tarjetas de crédito bancarias.

    Con posterioridad, gracias a la aplicación de programas de computación, el empleo de las tarjetas de crédito bancarias crece vertiginosamente, formándose una organización de intercambio denominada Interbank. En la década del setenta nace un sistema multinacional denominado Ibanco Ltda., dedicado a administrar tarjetas de crédito, al que más tarde se le dará el nombre de VISA.

    En Chile, el sistema fue introducido por BANCARD, logrando la autorización del Ministerio de Economía en 1979, y en ese mismo año la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras permite a los bancos operar con tarjetas de crédito.

    Page 14

    Sección I

    Aspectos generales de la tarjeta de crédito

  3. Descripción de la operación tarjeta de crédito. Se trata de una operación bancaria que implica la celebración de varios contratos que están vinculados entre sí tras una finalidad económica común. Mediante ella se pretende lograr, por una parte, que el cliente pague la adquisición de bienes o la prestación de servicios sin utilizar el dinero ni documentos representativos de dinero, difiriendo además el pago a una época determinada, gracias a un crédito que le concede el banco emisor de la tarjeta; y, por otra parte, que un establecimiento comercial pueda vender sus mercaderías o servicios mediante comprobantes suscritos por el titular de la misma, los que posteriormente serán cobrados al banco.

    Como puede advertirse, en la operación intervienen un banco que emite la tarjeta y concede el crédito, un titular o usuario de la misma, un establecimiento comercial que admite el pago de bienes o servicios mediante la presentación de la tarjeta y una sociedad administradora que establece los estados de cuenta y envía informaciones útiles.

    Para lograr la finalidad perseguida es preciso que se establezcan una serie de relaciones entre los sujetos que intervienen en la operación. En primer término, entre el banco emisor y el titular de la tarjeta se requiere el otorgamiento de un crédito, debiendo celebrarse el contrato que permita cumplir este objetivo. En segundo lugar, entre el banco y el establecimiento comercial que acepta la tarjeta en pago de sus bienes o servicios, es preciso convenir un contrato de afiliación al sistema de tarjeta de crédito bancaria. En tercer lugar, entre el usuario y el establecimiento comercial afiliado se requiere que se celebre un contrato en el cual el cliente en vez de pagar en dinero, pague mediante la tarjeta de crédito. Por último, existen vínculos contractuales entre el usuario y una sociedad administrado-

    Page 15

    ra del sistema de tarjetas de crédito bancarias y entre ésta y el banco emisor de las mismas.

  4. Reglamentación legal de la tarjeta de crédito bancaria en Chile. No existe hasta ahora una reglamentación sistemática de la tarjeta de crédito bancaria. La regulación se limita a la Circular Nº 3.013-521 del Banco Central de Chile, Acuerdo Nº 1.936-16-890524, conocida con el nombre de Normas para los Bancos y Sociedades Financieras y Empresas que Emitan Tarjetas de Crédito u Operen Sistemas de Tarjetas de Crédito.

    Sin embargo, los derechos y las obligaciones que se generan con la operación de tarjeta de crédito bancaria se regulan en los diversos contratos que la integran, a saber:
    a) el contrato de apertura de crédito celebrado entre el

    banco o la institución emisora y el usuario de la tarjeta;
    b) el contrato de afiliación que une a los establecimientos comerciales con el banco emisor;
    c) el contrato de mandato entre el titular de la tarjeta y la sociedad administradora, y
    d) el reglamento de uso de la tarjeta, que es parte integrante del contrato de apertura de crédito.

    La Ley Nº 18.576, de 27 de noviembre de 1986, que introdujo modificaciones a la legislación bancaria y financiera tampoco ha llenado el vacío existente de una legislación orgánica sobre la materia, porque se limitó a conceder facultades fiscalizadoras a la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras y extendió las facultades normativas del Banco Central a toda empresa cuyo giro consista en la emisión de tarjetas de crédito.

    Estas normas y esta fiscalización no se aplican a los establecimientos mercantiles que emitan tarjetas de crédito para el uso de sus clientes. En nuestro país establecimientos tales como Falabella, Ripley, Almacenes París, etc., otorgan tarjetas de crédito a sus clientes, pero ellas no son tarjetas de crédito bancarias.

    Page 16

    Según el texto del art. 18 Nº 9 del D.L. Nº 1.078, Ley Orgánica del Banco Central, fijado por la Ley Nº 18.576, son atribuciones normativas del Banco Central dictar las normas a que deberán sujetarse las empresas cuyo giro consiste en la emisión de tarjetas de crédito o en la operación de cualquier otro sistema similar y que se encuentren bajo la fiscalización de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras.

  5. Concepto de tarjeta de crédito bancaria. Diversos autores han definido esta noción; así, por ejemplo, Alfonso E. Vitale2señala que es “el instrumento emitido en virtud de un convenio según el cual el emitente otorga al titular de la cuenta la facultad de obtener crédito del mismo emitente o de otra forma en las compras o arrendamiento de bienes o servicios, obtención de avances en efectivo o en cualquier otra operación acorde con su naturaleza, realizadas por su portador legítimo con el emitente, instituto corresponsal o en un establecimiento afiliado y mediante la transmisión de la información contenida en ella oralmente, por...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR