Un urbanismo de la observación. Metodologías prospectivas en torno a la idea de calle ciudad en tres capitales andaluzas (Córdoba, Málaga y Granada). - Vol. 41 Núm. 123, Mayo 2015 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 636788129

Un urbanismo de la observación. Metodologías prospectivas en torno a la idea de calle ciudad en tres capitales andaluzas (Córdoba, Málaga y Granada).

AutorRivas, Juan Luis

RESUMEN | Las ciudades del sur de España tienen en la ordenación de su territorio un reto mayúsculo. Al aumento de la diversidad de formas y tiempos del urbano contemporáneo, se suma un incremento de relaciones, sensibilidades y niveles de gobernanza en una coyuntura socioeconómica muy difícil e incierta. En este contexto se reconoce una necesidad de cambio de paradigma en relación con el urbanismo heredado, un camino que permita una renovación metodológica de sus criterios de actuación y relación con la sociedad. Desde esta perspectiva, en este artículo se exponen los resultados de una investigación sobre la calle ciudad, una lectura específica de tres ciudades andaluzas. La calle ciudad es definida como un elemento urbano complejo perteneciente a cada ciudad, a través del cual observar el conjunto urbano. Mediante análisis propositivos y series cartográficas que atienden a la multiplicidad, las metodologías presentadas apuestan por un urbanismo descriptivo y crítico que sirva para profundizar en el conocimiento de los territorios urbanos.

PALABRAS CLAVE | urbanismo, planificación urbana, estructura urbana.

ABSTRACT | Cities in southern Spain have a huge challenge when it comes to organizing their territories. The intensification of relationships, sensibilities and varying levels of governance, in the context of very difficult and uncertain socioeconomic circumstances adds to the diversity of various forms and times regarding contemporary urban space. In this context, there is a need for a paradigm shift in traditional urbanism that allows for methodological renovation regarding both criteria for intervention and a rewnewed relation with society. Along these lines, this article presents the results of research on the city street, a specific study of three Andalusian cities. The city street is defined as a complex urban element pertaining to each city, through which the urban ensemble is perceived. Through forward-looking analysis and cartographic examples that display a wide-ranging variety of city-streets, the methodologies presented call for a more descriptive and critical urbanism that will enhance the consciousness of urban territories.

KEYWORDS | urbanism, urban planning, urban structure.

Introducción

El territorio urbano contemporáneo parece expandir sus fronteras sin mayores restricciones al mismo tiempo que aumenta su complejidad. Paralelamente a este proceso físico y también socioeconómico, las administraciones responsables de la ordenación del territorio y del urbanismo han ido recogiendo en las últimas décadas los segmentos disciplinares que se hacían fuertes--centrados en las infraestructuras, el patrimonio, la protección del medioambiente, el turismo, el comercio, la vivienda, etcétera--, y les han dado en muchos casos autonomía legislativa y poder decisorio en la ecuación urbana.

En España, particularmente, el fortalecimiento de las autonomías--que observamos imparable--, al mismo tiempo que el peso del municipalismo, han convertido el territorio urbano en un campo superpuesto de todo tipo de regulaciones, sirviéndose para ello de los planeamientos generales urbanos, así como de los planeamientos supramunicipales de tipo metropolitano. En último término, ha sido un intento de controlar la difusión espacial, la mezcolanza ciudad-campo, la mala praxis edificatoria, la fragilidad ambiental o la distancia entre gobiernos y ciudadanos, al tiempo que se trata de domesticar cambios socioeconómicos que se han mostrado casi inevitables. Es un proceso similar a los que se han podido producir en los países europeos del entorno, Italia, Portugal o Francia, y también en otros muchos países latinoamericanos.

Sin embargo, este incremento normativo y este esfuerzo delimitador de competencias y definidor de cada vez más contornos administrativos, con ordenamientos específicos, no han logrado los fines esperados, genéricamente hablando. En la balanza de lo positivo, es una realidad que el urbanismo reciente ha logrado evidentes progresos sectoriales en cuanto al incremento de sensibilidades históricas, ambientales o sociales. No obstante, otros síntomas--como la desorganización de las rentas del suelo, sus burbujas globales y locales, el dominio de la voluntad privada de las grandes empresas en la localización de usos e infraestructuras o la persistencia de las irregularidades e ilegalidades urbanísticas, por ejemplo--muestran cómo, paradójicamente, este territorio "híper-planificado" parece encontrarse en la práctica cada vez más liberalizado.

Resulta bastante evidente que por el camino de la acumulación lineal de reglas y aspectos necesarios de considerar, no se ha logrado, al menos en este contexto, un efectivo acercamiento entre la teoría y la práctica de la planificación, ni tampoco una buena comunicación con la sociedad. Esto es más acentuado aún en las ciudades de tamaño medio y en sus entornos (1), a diferencia de las ciudades "capitales", donde el planeamiento heredado de tipo "ensanche"--Barcelona, Madrid, Valencia, entre otras--, la densidad poblacional, la actividad económica diversificada, la capacidad para captar inversiones privadas potentes, la producción de ciudad burguesa, la presencia de una administración con presupuesto y las capacidades culturales y de innovación del conocimiento, han sido casi constantes desde hace mucho más tiempo.

Por todo lo anterior, de manera especialmente necesaria en este tipo de ámbitos, la técnica urbanística debería cuestionarse sus principios orientadores y reconsiderar sus modos y sus actitudes. Recordar ciertas bases constituyentes que en algunos momentos de la historia de las ciudades y del urbanismo fueron espléndidamente formuladas puede resultar interesante, y también hacerlo desde una perspectiva actual que tenga en cuenta las conquistas del modelo sociocultural y económico imperante, así como sus deficiencias y dificultades.

En este sentido, la forma de aproximación a lo urbano a través de la calle ciudad se presenta como muestra de un necesario urbanismo de la observación que apuesta por "comprender el territorio", reflexionando acerca de sus características y de los procesos habituales para su planificación, que nos sitúan hoy ante esta necesidad de introspección.

Definida, básicamente, como un conjunto de elementos y relaciones urbanas vertebradas alrededor de una calle relevante del entramado urbano, la calle ciudad es utilizada, a través de un repertorio metodológico asimétrico, como instrumento para interpretar cada ciudad y orientar su crítica.

La necesidad de un cambio de paradigma

Un territorio urbano complejo y diverso

Desde un punto de vista conceptual, el territorio urbano se ha extendido en las últimas décadas hasta coincidir prácticamente con el conjunto integral del territorio. En él podemos encontrar ciudades de todos los rangos y tamaños posibles, y también territorios no urbanos, paisajes agrarios o naturales. Pero en el territorio intervienen también todos los espacios intermedios y la relación entre sus partes: carreteras, áreas de servicio, crecimientos exurbanos, polígonos tecnológicos, etcétera.

Necesitamos entender esta sumatoria como un todo-unidad inseparable que conserva sus diferencias internas y genera, cada vez más, mecanismos complejos de relación, nuevas actividades y formas urbanas o pseudourbanas. El urbanismo reciente se ha esforzado por acercarse a tal complejidad desde los diferentes campos disciplinares que en él se concitan y atravesando lógicas y corrientes más o menos locales, lo que ha derivado en un sinfín de teorías que tratan de capturar parte de estos significados. De entre los conceptos derivados de todas ellas, propondríamos señalar aquí algunos especialmente útiles, que remiten a variables actuales de lo urbano muy significativas y discutidas: el tiempo, la acumulación y la gestión del espacio.

Para empezar, vivimos en un espacio y tiempo concretos, conscientes de un zeitgest particular y propio, aquel que nos permite ser específicos en el tratamiento y la valoración de cada entorno, dando pie a una perspectiva más amplia y seguramente más justa (2). En él se desarrollan las actividades urbanas con sus acentos particulares, hábitos e innovaciones que marcan algunas cualidades del territorio más que otras. Dicho de otro modo, el zeitgest polariza los materiales con que las ciudades están hechas y la forma y los instrumentos con que debemos juzgarlas.

Por otro lado, el reclamo de la cualidad sedimentaria está presente desde el origen de la teoría urbanística (Geddes, McHarg, Aymonino, Rossi, Muratori, Pannerai (...). Aprender de las formas urbanas que se van superponiendo desde la fundación de la ciudad se convirtió para muchos en motor de la crítica y, en definitiva, del proyecto o la planificación. "La ciudad, como objeto de la arquitectura, es siempre una reescritura de una ciudad anterior (...). A otro nivel, nos enfrentamos también al plano urbano, que puede verse como el terreno en el que las trazas se graban y retienen indefinidamente mientras cambia todo lo demás" (Gandelsonas, 1990a, p. 67).

Por su parte, el historiador André Corboz (2004), a través de la idea de "palimpsesto urbano", define el territorio como un "proceso", en presente continuo de acciones en marcha; un "producto" resultante de la acumulación de estados pasados de sí mismo; y también un "proyecto", de futuros probables o no tanto, de intenciones y orientaciones deseables. Y es que nos enfrentamos hoy al conjunto heredado de formas anteriores en convivencia con la forma actual, y también a los cambios sociales, políticos y económicos, cambios incluso en el lenguaje urbano. Surgiría así la posibilidad de parar el tiempo precedente en cualquier momento, confrontar esa forma con la que actualmente vemos y aprender de sus diferencias.

Por otro camino bien distinto, la arquitectura del pasado siglo se enzarzó en una fructífera discusión sobre la relación entre forma y función, en especial con los postulados del Movimiento...

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