Apendice 2: Antologia Poesia Sufi.
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Muhyiddin Ibn' Arabí de Murcia. (1165-1240) En: Pablo Beneito, La Taberna de las Luces: Antología de la poesía sufí de al-Andalus y el Magreb (del siglo XII al siglo XX)", Murcia: 2004. Editora regional, Colección Ibn ' Arabi. Pp. 6-45.
III
Llegado a Su Presencia
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Quienquiera que aspirase a unirse con Mi ser a lo imposible aspira.
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Con ardiente deseo de verlo atravesé los páramos desiertos.
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Llegado a Su Presencia tan sólo a mí me hallé, quedando más confuso.
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-Señor mío, clamé -Heme aquí, siervo Mío, al punto respondió.
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Le dije: No he hallado sino perplejidad; vagando, errante sigo.
IV
Pleamar
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Cuando el secreto se mostró en mi entraña se extinguió mi existencia mi estrella se ocultó;
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por el misterio del Señor mudóse el corazón; del cuerpo todo rastro de sentido perdí, quedando ausente;
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y vine desde Él, por Él y a Él, a bordo de la nave de mi resolución,
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en cuyo mástil desplegué las velas de interna reflexión, en alta mar de mi saber velado;
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y al soplo de los vientos de mi anhelo; como una flecha el mar atravesó
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y el mar de la proximidad crucé, hasta que vi de modo manifiesto a Quien aquí no nombro.
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Clamé entonces diciendo: ¡Ay Tú, a quien mi corazón contempla! ¡Haz que en las suertes saque una flecha que gane Vuestro amor!
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¡Tú eres mi solaz y mi festejo, mi meta en la pasión y mi triunfo!
V
Versos Aislados (Mafarid)
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Los signos de tu existencia, no por tu contemplación a ti se te han de mostrar sino en tu aniquilación.
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Convierte las diversas entidades en una única entidad y esencia: El verdadero Ser de lo Real reside en esta negación del número.
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Si bien la luz otorga resplandores no brinda Vuestra Luz la claridad, tan sólo oscuridad, tinieblas brinda.
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Como reluce el adorno sobre tela de brocado luces brillando destellan en el amigo allegado. 5.
Con el alma mía yo me desposé, y era mi marido siendo mi mujer.
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Al separar dolores y deleites, la Esencia de divina Realidad el ayuno distingue de mi esencia.
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Si por el ser no fuera de Aliento incomparable, mostrado no se hubiera al mundo asemejable.
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¡Por la verdad de la pasión proclamo que el deseo es la causa del deseo! Si el corazón no lo llevara dentro, no sería el deseo así adorado
VI
La Certeza
Aceite y lámpara si bien se aprecia son en si la evidencia de la certeza.
VII
El Pudor
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Pues de Su puerta es el pudor la llave, mi conciencia profunda, mi secreto, revela de su acceso la abertura.
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Si abrirla logras y el umbral alcanzas, ves una luz que brilla...
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