Conclusiones
Autor | M. Cristina Tupper C. |
Cargo | Ingeniero comercial con mención en Administración de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente se desempeña como investigadora del Programa Social de LyD. |
Páginas | 31-31 |
Libertad y Desarrollo
pesar del importante aumento de recursos inver-
tidos en los distintos niveles educativos, los resul-
tados de nuestros nios y jvenes siguen estan-
do muy lejos de los resultados observados en los
pases desarrollados. Adems, nuestros resultados estn
fuertemente vinculados al nivel socioeconómico de los
alumnos, lo que se traduce en amplias brechas de habili-
dades que tienen su origen en la primera infancia y se van
ampliando a medida que los nios crecen.
A lo anterior se suma el hecho que las cifras disponibles
para nuestro país sobre los niveles de desarrollo infantil
temprano son bastante alarmantes. Se estima que entre
un 13% y 35% de los nios entre 6 meses y 7 aos presen-
ta algún tipo de rezago en su nivel de desarrollo general,
y resultados similares se observan al realizar un análisis
para los distintos mbitos del desarrollo. Adems se obser-
va una alta prevalencia de factores de riesgo asociados a
los cuidadores de los nios, como presencia de depresin
post parto y altos niveles de estrs parental. Finalmente,
todos estos resultados presentan una correlación con el
nivel socioeconmico.
Todo esto ha generado un especial inters por comprender
el proceso por medio del cual se originan las mencionadas
brechas y por identicar intervenciones que sean efectivas
en prevenir su aparicin o corregirlas. Algunos programas
de habilidades parentales o de educacin parvularia han
mostrado gran potencial en este aspecto. Sin embargo,
una de las principales conclusiones de la revisión de evi-
dencia realizada en este trabajo es que estos resultados
son muy difíciles de replicar a gran escala, especialmente
para pases en desarrollo como el nuestro. El contexto cul-
tural en que se llevan a cabo las intervenciones, los detalles
de su diseo y la rigurosidad con que se implementen, han
mostrado ser factores tremendamente relevantes.
Lo anterior hace difcil determinar cul es el camino correc-
to en términos de política pública, pero esto no puede ser
una excusa para no actuar. Hoy estamos invirtiendo una
suma importante de recursos en programas e intervencio-
nes sobre las que no tenemos mayor información de su
A
6. CONCLUSIONES
efectividad. Esto no solo tiene un alto costo en trminos de
recursos nancieros, sino que tambin en capital humano,
ya que estamos dejando pasar la oportunidad irrecupera-
ble que nuestros nios desarrollen su mximo potencial.
En este escenario de gran incertidumbre sobre lo que pue-
de o no funcionar para mejorar la preparación con que
nuestros nios ingresan al sistema escolar y reducir la
influencia del nivel socioeconómico en este aspecto, re-
sulta adecuado implementar un sistema de constante
revisión de nuestros programas y políticas asociadas al
desarrollo infantil. La constante evaluacin de las inter-
venciones implementadas, en conjunto con una revisión
sistemática de la evidencia disponible y la aplicación de
intervenciones piloto, nos permitirían acelerar el proceso
de mejora de nuestra política de infancia y enfrentar de
manera eficaz y eficiente el desafío de emparejar la can-
cha de las oportunidades.
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