Contexto político, mecanismos de movilización y liderazgo político y social
| Autor | Miguel Ángel Martínez M. |
| Cargo | Doctor en Conflicto Político y Procesos de Pacificación por la Universidad Complutense de Madrid. Licenciado y Magíster en Ciencias Políticas por las universidades Central de Venezuela y Simón Bolívar, respectivamente |
| Páginas | 16-19 |
Serie Informe Sociedad y Política 173 16
5. CONTEXTO POLÍTICO, MECANISMOS DE
MOVILIZACIÓN Y LIDERAZGO POLÍTICO Y SOCIAL
asta aquí se han mencionado factores o tendencias
generales -elementos que pudiéramos considerar
como de carácter más bien estructural (structu-
res)- presentes en el contexto transnacional que, en
diversa medida, han contribuido a generar condiciones pro-
picias para el estallido de movilizaciones y protestas en los
últimos tiempos. Se han señalado en particular los factores
que mayor incidencia parecen haber tenido en los ciclos de
protesta acaecidos en Iberoamérica durante el año 2019.
De acuerdo con la terminología enunciada en la primera
sección de este informe, se han abordado hasta aquí, sobre
todo, los elementos relacionados con las oportunidades que
más directamente alimentan la posibilidad que se desate el
tipo de hechos y procesos sociales que nos ocupan.
Ahora bien, en esta cuarta sección se aborda lo relativo a las
“estructuras movilizadoras” y los “procesos enmarcadores”
de los recientes ciclos de protesta en Iberoamérica; esto es,
aquellos elementos que más directamente tienen que ver
con el papel de los actores (agency), y por lo tanto, con el rol
desempeñado por el liderazgo político y social que interpre-
ta, organiza y aprovecha el malestar popular existente me-
diante la generación de interpretaciones, narrativas, agen-
das de movilización y repertorios de protesta. La presente
sección se reere, por ende, al lado de los hechos sociales
sobre el cual operan la razón y la voluntad; dicho de otro
modo, se aborda en este apartado lo correspondiente al libre
albedrío.
Es importante señalar que, al menos desde el punto de vista
aquí planteado, son los factores relativos al comportamien-
to de los actores (agency) y no las circunstancias contextua-
les (structures) los que, en denitiva, conguran la sonomía
particular de las movilizaciones y protestas, así como los
resultados concretos que estos puedan producir. Conside-
ramos que esto es así incluso en un ámbito tan complejo e
impredecible como lo es el de la acción colectiva, en donde
nadie tiene ni puede tener un control general sobre el desa-
rrollo y el resultado de la concatenación de múltiples accio-
nes individuales. Lo cierto es que una coyuntura política y
social puede ser canalizada de modos muy distintos y con-
ducir a resultados políticos muy diversos, dependiendo de la
Hactitud y las decisiones que tomen los actores que asumen
la tarea de liderar el comportamiento colectivo en ese con-
texto particular.
Partiendo de lo general para avanzar hacia lo particular, lo
primero que es necesario señalar en el tema que nos ocupa
es que, una vez iniciado el siglo XXI, la región pasó a experi-
mentar una etapa distinta a la que se conguró tras la Terce-
ra Ola Democratizadora. En un primer momento, durante la
década de los 90 y los primeros años del siglo XXI, la tónica
general estuvo marcada por la conformación de grandes
consensos demo-liberales en torno a la necesidad de pro-
mover y proteger la democracia representativa -consensos
materializados, por ejemplo, a través de la rma de la Carta
Democrática Interamericana en Lima, septiembre 2001, en
el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA)-,
así como por la promoción y el auge de los esquemas de
integración comercial en América Latina -el caso de la Co-
munidad Andina de Naciones (CAN), Mercosur, el G-3, etc.-.
No obstante, a partir de cierto momento, y con la llegada
de gobiernos como los de Chávez en Venezuela y Lula en
Brasil, dichos consensos van a ser cuestionados de modo
sistemático y general. No se trató solamente de un natu-
ral vaivén entre unos gobiernos de corte más socialista y
otros de perl más liberal, sino de un intento mancomunado
y coordinado, por parte de un conjunto de fuerzas políticas
de izquierda, de consolidar regímenes hasta cierto punto
distintos en el marco de un contexto regional que también
se pretendió modicar. Esta voluntad de producir cambios
sistemáticos, duraderos y en alguna medida coordinados en
los usos y reglas imperantes en el juego político nacional
e internacional quedó claramente plasmada, en el ámbito
interno y en los casos más extremos, a través de la prolife-
ración de asambleas constituyentes (el caso de Venezuela,
Bolivia y Ecuador), y en el plano internacional mediante la
generación de nuevos organismos de cooperación regional,
de corte mucho más político que económico, y por lo gene-
ral tendientes a desplazar los ya existentes.
Por un lado, la ventaja que brinda el argumento constituyen-
te de cara a la acción política radica en su oferta de hacer
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