Discurso de inauguracion año judicial 2000 - Núm. 1-2000, Enero 2000 - Revista de Derecho y Jurisprudencia y Gaceta de los Tribunales - Libros y Revistas - VLEX 226924001

Discurso de inauguracion año judicial 2000

AutorHernán Alvarez García
CargoPresidente de la Corte Suprema
PáginasI-XVI

Señor José Antonio Gómez Urrutia, Ministro de Justicia;

Señores Ministros de la Corte Suprema;

Señor Fiscal Nacional del Ministerio Público;

Señores Senadores, don Marcos Aburto O.; don Enrique Zurita C. y don Hernán Larraín R.;

Señores Ministros del Tribunal Constitucional;

Señores Miembros del Tribunal Calificador de Elecciones;

Señor Fiscal de la Corte Suprema;

Señor Auditor General del Ejército; Señores ex Ministros de la Corte Suprema;

Señores Presidentes de las Cortes de Apelaciones de Santiago, San Miguel, Valparaíso y de la Corte Marcial;.

Señores Ministros y Fiscales de las Cortes de Apelaciones de Santiago, San Miguel y regiones;

Señor Subsecretario Subrogante del Ministerio de Justicia;

Señor Presidente Subrogante del Consejo de Defensa del Estado;

Señores Abogados Integrantes de la Corte Suprema;

Señor Secretario de la Corte Suprema;

Señoras y señores Relatores de la Corte Suprema;

Señor Director de la Corporación Administrativa del Poder Judicial;

Señora Directora de la Academia Judicial;

Señores Decanos de las Facultades de Derecho;

Señor Presidente del Colegio de Abogados;

Señoras y señores Magistrados; Señoras y señores.

Para cumplir con lo dispuesto en el artículo 102 del Código Orgánico de Tribunales, corresponde en esta audiencia, que el Presidente de la Corte Suprema dé cuenta del trabajo efectuado por el Tribunal durante el año anterior, del que haya quedado pendiente para el año que se inicia, de los datos e informaciones estadísticos que se hayan remitido por las Cortes de Apelaciones de conformidad al Nº 9 del artículo 90 del citado Código; y de las medidas que fuere necesario adoptar para mejorar la Administración de Justicia y, finalmente, de las dudas y dificultades que hayan ocurrido a la Corte Suprema y a

las Cortes de Apelaciones en la inteligencia y aplicación de las leyes como de los vacíos que notaren en ellas.

Previo al inicio de esta cuenta, siento el deber ineludible de recordar a distinguidos Ministros que fueron de esta Corte y que fallecieron el año pasado o muy recientemente, me refiero a don Estanislao Zúñiga Collados y al ex Presidente don Roberto Dávila Díaz.

El Ministro Zúñiga Collados cumplió una destacada carrera judicial que se extendió por más de 50 años. En 1989 y después de 14 años de desempeño en este Tribunal, se acogió a una merecida jubilación, dejando de existir en septiembre del año pasado. En sus honras fúnebres, en representación de esta Corte me correspondió rendirle un homenaje por sus distinguidos servicios.

El 27 de enero último y a escasos días de haber cesado en el cargo de Presidente de esta Corte, nos conmovió profundamente el fallecimiento repentino del Ministro don Roberto Dávila Díaz, en pleno ejercicio de sus funciones. El deceso del ex Presidente consternó a la familia judicial y a la ciudadanía, por su prematura partida y porque recién había concluido de desempeñar con austeridad y reconocida dedicación la Presidencia de esta Corte. Así tuve la oportunidad de destacarlo en la circunstancia triste de despedir su restos mortales.

Renovamos a ambos altos Magistrados, en esta solemne audiencia, nuestro sentido homenaje y recuerdo.

Agradecemos, además, el duelo oficial decretado por el Supremo Gobierno en honor al fallecido ex Presidente señor Dávila, y las múltiples condolencias de pesar que nos hicieran llegar autoridades de gobierno, señores Senadores y Diputados, Cortes de Apelaciones del país, las Fuerzas Armadas en general, rectores de universidades, académicos y señores abogados.

En el curso del año anterior se acogieron a jubilación por haber cumplido el límite máximo de edad, dos distinguidos Ministros, don Rafael Huerta Bustos, de la Corte de Apelaciones de Santiago, y la señora Iris González Acevedo, de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, habiendo sido ambos Presidentes de sus respectivas Cortes.

En esta solemne oportunidad, como referencia preliminar y personal, deseo expresar mi reconocimiento a los señores Ministros, a mis colegas de este Tribunal, quienes manifestando una generosa adhesión me confirieron el alto honor de elegirme Presidente de esta Corte, designación que, sin duda, constituye la más elevada dignidad que es posible asignar a un juez de la República.

Junto con este reconocimiento declaro que asumo la responsabilidad que importa el ejercicio de este cargo, con la resolución y voluntad de hacerme acreedor a esta responsabilidad y honor, para lo cual dedicaré mis mayores esfuerzos al servicio de la causa de la Justicia, que es nuestro proyecto común, al fortalecimiento de los atributos que nos corresponden como Poder del Estado y a proseguir en el desafío que se nos presenta junto con ingresar a este nuevo milenio, de avanzar en la modernización del sistema judicial en general, y en lo inmediato para que tenga oportuna aplicación el nuevo sistema de enjuiciamiento criminal que habrá de comenzar a regir a fines de este año, con la legítima esperanza que el país tendrá una justicia penal pronta, eficiente y más al alcance de todos.

A continuación entro a desarrollar la cuenta propiamente tal.

Datos estadisticos generales

En un cuadro estadístico que se agrega como anexo al final de esta cuenta, se señala el total nacional de ingreso de causas a primera instancia durante el año 1999 y comparativamente las ingresadas en 1998. Es interesante el análisis de estos antecedentes, por cuanto son indicadores de la realidad del movimiento y número de causas en uno u otro año y son útiles para diagnosticar políticas de racionalización y optimización de los recursos que sería conveniente destinar, en orden a dotar más personal a los respectivos tribunales o crear otros nuevos para

descongestionar la excesiva carga de trabajo.

Los datos estadísticos demuestran que el total nacional de ingreso durante el año 1999 alcanzó a la cantidad de 2.044.082 y que el año 1998 el ingreso fue de 1.902.924 causas, resultando un incremento porcentual del 7,42% durante 1999.

Las causas civiles ingresadas el año 1999 en los juzgados del país ascendieron a 658.968, aumentando considerablemente respecto del año anterior. Del total de estas causas el 86% correspondieron a materias contenciosas y el 14% a voluntarias, debiendo resaltar que el mayor volumen de las contenciosas son juicios ejecutivos o de cobranzas diversas, lo que se se traduce en la prestación de un servicio judicial de alto costo para el erario que bien podría canalizarse por otra vía, para aminorar la excesiva judicialización del sistema.

Las causas criminales experimentaron un aumento considerable, siendo el ingreso total para 1999 de 716.758 y el año anterior de 649.000, lo que significa un aumento de 10,28%.

Los ingresos laborales a nivel nacional aumentaron de 218.136 en 1998 a 232.777 en 1999. Hemos advertido que aproximadamente el 70 y 80% de causas que se ventilan en los Juzgados del Trabajo corresponden a cobros o juicios ejecutivos por deudas previsionales, lo que recarga la labor y congestiona la función de conocer y resolver las materias propias de la legislación laboral. Resultaría útil, por lo tanto, canalizar el cobro de esas prestaciones por una vía distinta a la jurisdiccional.

Labor de la Corte Suprema

La labor de la Corte durante el año calendario 1999, que comprende desde el 1º de enero al 31 de diciembre de ese año, se especifica en un cuadro estadístico que se agrega como anexo al final de esta exposición.

Aparece de este antecedente que esta Corte durante el año pasado falló 2.854 recursos de casación, es decir, 196 más que en el año judicial 1998, que alcanzó a 2.658. El ingreso subió de 2.471 casaciones a 2.732 en 1999. La existencia pendiente bajó en 122 recursos, que agregada a la anterior, hace un total pendiente de 1.118 casaciones. En esta última cantidad se incluyen 131 recursos ya vistos, que se encuentran en estado de acuerdo y con Ministro redactor designado. Trescientos veintiún recursos se hayan en tramitación, por lo que la existencia real pendiente es de sólo 666 casaciones, de éstas, 199 están incluidas en tabla y las restantes 467 por figurar en ella. Existen en tabla en materia civil 144 casaciones de fondo y 39 de forma, y en materia criminal 4 de forma y 12 de fondo.

Los recursos de queja fallados en 1999, alcanzaron a 401, lo que significa 101 recursos menos que en 1998. Se registran una existencia pendiente anterior de 344 y de 365 en 1999, es decir, se produjo un aumento de 21 recursos. El ingreso de quejas bajó de 579 en 1998 a 422 en 1999, o sea, disminuyó en 157 recursos. El saldo de arrastre aumentó de 139 a 150 quejas en materia civil, e igualmente aumentó de 15 a 26 en materia criminal y en asuntos laborales bajó de 190 a 189.

Como puede advertirse, la cantidad de estos recursos es exigua y si comparamos el ingreso actual, con el que existía antes de la Ley Nº 19.374, de febrero de 1995, que introdujo modificaciones al Código Orgánico de Tribunales, confirién- dole al recurso de queja su carácter propiamente disciplinario y no de medio para impugnar resoluciones judiciales, se aprecia una disminución progresiva y constante hasta hoy.

En efecto, con el nuevo artículo 545 del citado Código, quedó definida nítidamente la naturaleza de este recurso y las resoluciones respecto...

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