¿Finanzas públicas responsables?
LIBERTAD Y DESARROLLO
TEMAS PÚBLICOS
www.lyd.org
Nº 1431 - 2
27 de diciembre de 2019
ISSN 0717-1528
1
¿FINANZAS PÚBLICAS RESPONSABLES?
En el contexto de las manifestaciones sociales y los reiterados hechos de violencia
que comenzaron a mediados de octubre pasado, los anuncios de mayor gasto
público -contenidos en la “Agenda Social
i
” y “Plan de Protección del Empleo y
Recuperación Económica
ii
”- presentados por el Gobierno, generan inquietud en
relación a la sostenibilidad de las finanzas públicas. Esto, dado que los anuncios
implicarían un importante ajuste en las cuentas fiscales de mediano plazo, al llevar
el balance efectivo y estructural a -4,7 y -3,3% del PIB en 2020 (-2,7 y -1,5% en 2019,
respectivamente) y la deuda bruta a cerca del 40% en 2024 (25,6% a diciembre del
2018), ubicándose en los niveles observados a principios de los años 90.
Una política fiscal es sostenible si es capaz de cumplir con su restricción
presupuestaria intertemporal sin necesidad de un ajuste significativo en su
trayectoria planeada de ingresos y egresos futuros
iii
. Para algunos, la sostenibilidad
ha sido traducida, en la práctica, como la necesidad de estabilizar el nivel de deuda
pública en un porcentaje del PIB en algún límite consistente con los equilibrios
macroeconómicos y que, por tanto, el Estado chileno siga accediendo al mercado
financiero a una tasa de interés razonable.
• En el contexto del estallido de violencia y manifestaciones sociales iniciadas a mediados de
octubre pasado, el Gobierno anunció una serie de gastos, algunos transitorios y otros
permanentes, que implican mayores recursos que inciden en el déficit fiscal por cerca de US$
4.000 millones. Estos gastos adicionales incrementarán en forma importante tanto el déficit
efectivo y estructural en 2020 (-3,3 y -4,7% del PIB, respectivamente) como la deuda pública
estimada al 2024 (cerca de 40% del PIB).
• Junto con proyectar este nuevo escenario, la autoridad fiscal comprometió una nueva senda
de convergencia del balance estructural: reducir este déficit en 0,5% por año para llevarlo a
-1,3% del PIB en 2024.
• Esta nueva trayectoria de las cuentas fiscales genera preocupación respecto de su real
cumplimiento por dos elementos: i) a principios del 2022 asumiría una nueva administración
la cual puede no respetar este compromiso; ii) la actividad económica puede ser aún menos
dinámica que lo actualmente estimado, por lo que el escenario planteado por la autoridad
puede ser más bien un techo que un piso.
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