El Marco Normativo de las Relaciones Comerciales entre Chile y Canadá: Antecedentes y Realidades - Núm. 7-2, Junio 2001 - Ius et praxis - Libros y Revistas - VLEX 43474978

El Marco Normativo de las Relaciones Comerciales entre Chile y Canadá: Antecedentes y Realidades

AutorBernardita Blasco Pauchard
CargoMagíster en Estudios Internacionales
Antecedentes generales

Las relaciones comerciales entre Chile y Canadá han experimentado un paulatino crecimiento, en especial en la última década. La importancia de este incremento se ve reflejada en la celebración del Tratado de Libre Comercio Chile-Canadá con el cual, como se señala en su Preámbulo, buscan crear un mercado más extenso y seguro para los bienes y los servicios producidos en sus territorios, reducir las distorsiones en el comercio, establecer reglas claras y de beneficio mutuo para su intercambio comercial y asegurar un marco comercial previsible para la planificación de las actividades productivas y de inversión, entre otros, mediante el establecimiento de una zona de libre comercio la que constituye la primera etapa en un proceso de integración entre dos economías.

A cuatro años de su celebración y entrada en vigor resulta de interés revisar algunos aspectos de las relaciones comerciales bilaterales que le sirvieron de base, cómo éstos influyeron en sus disposiciones, la forma en que se ha implementado y cuáles han sido los resultados alcanzados durante este período de aplicación.

Sin lugar a dudas, entre los elementos que permiten explicar la conclusión entre dos o más países de un acuerdo comercial, no sólo están presentes elementos económicos y el deseo de acrecentar el intercambio comercial, sino también consideraciones de orden político, tanto internas como externas. Es así que, diversos factores determinaron la celebración por parte de Chile y de Canadá de este Tratado.

Entre dichos factores, un elemento fundamental lo constituye la inversión directa de Canadá en Chile, la cual se ha realizado al amparo del Estatuto de la Inversión Extranjera, Decreto Ley 600 de 1974, que es el principal instrumento jurídico chileno en materia de política de inversión extranjera. En el período comprendido entre el 1 de enero de 1974 y el 31 de diciembre de 1994, el monto total de las inversiones canadienses directas autorizadas para ingresar a Chile, en virtud del D.L. 600 fue de US$ 4.490 millones, las cuales alcanzaron un bajo porcentaje de materialización de 37,8%, aproximadamente US$ 1.697 millones, debido a reticencias de los inversionistas canadienses derivadas de diversas causas1. Durante este período hubo una relativa homogeneidad en la definición de las políticas de inversión extranjera por el gobierno chileno, procurándose (tanto durante el régimen militar como durante el período de transición), la colaboración activa de las empresas transnacionales en el desarrollo económico de Chile a través del D.L. 600 de 19742. La importancia de las inversiones canadienses en Chile tiende a ser creciente durante los últimos años de este período y particularmente desde el año 1990, en que alrededor de dos tercios de los proyectos autorizados, lo fueron durante los años 1990-1994, alcanzando durante ese período una participación promedio de 19,7% de la inversión extranjera total materializada en el país, convirtiendo a Canadá en uno de los orígenes geográficos más importantes de inversión extranjera directa en Chile. Esto tuvo como consecuencias inmediatas un aumento del comercio exterior entre ambos países y la mayor diversificación efectiva de los orígenes de la inversión extranjera directa hacia la economía chilena, concentrada fuertemente hasta entonces en Estados Unidos3. Respecto de otras formas de inversión canadiense durante dicho período prácticamente no existe la información disponible. Los sectores prioritarios para Canadá son: minería (metales y minerales), equipamientos y servicios de energía, tecnología de información (telecomunicaciones y software), industria ambiental, productos de construcción y sistemas de transporte. La minería es el principal sector de inversión.

Sin embargo, aunque el intercambio comercial entre Chile y Canadá ha tenido un fuerte incremento en los últimos años, llevando a Canadá a convertirse en el segundo mayor inversionista en Chile y que Chile constituye en la actualidad el mayor destino de inversión directa de Canadá en América latina y el séptimo destino en el mundo4, la presencia chilena en la economía de Canadá ha tenido niveles poco significativos los que se han ido incrementando a través del tiempo como lo demuestran las cifras. Las estadísticas canadienses sobre inversión directa en el exterior señalan (en orden de importancia), como los principales destinos geográficos de dicha inversión a Estados Unidos, Reino Unido, otros países de la Unión Europea, Japón, otros países de la OECD y todos los otros. La inversión canadiense en Chile queda dentro de "todos los otros"5, categoría que es compartida por Chile con otros destinos geográficos. Del total de la inversión extranjera directa canadiense, de acuerdo a las estadísticas de Canadá, desde el año 1990 hasta el año 2000 nunca han alcanzado el 2%, como se puede apreciar en el cuadro siguiente.

Año Inversión Directa de Canadá en el Exterior (en Millones de CND) Inversión Directa Canadá en Chile (en Millones de CND) Participación de la Inversión Directa Canadiense en Chile (% del Total)
1990 94.402 285 0,30
1991 109.068 447 0,40
1992 111.691 482 0,43
1993 122.427 1.225 1,00
1994 146.315 1.878 1,28
1995 161.237 2.673 1,65
1996 181.238 3.281 1,53
1997 213.583 3.876 1,81
1998 255.648 4.878 1,90
1999 270.181 4.773 1,75
2000 301.357 5.481 1,81

Fuente: Statistics Canada, catalogue 67-202 Canada's International Investment Position

Cabe preguntarse entonces por qué el interés de Canadá en la economía chilena y, por ende, en la existencia de un Acuerdo Comercial no siendo Chile un socio comercial particularmente significativo. La respuesta se encuentra en las definiciones de la política exterior de Canadá y, especialmente, en su política comercial.

En 1999 las exportaciones canadienses alcanzaron los niveles récords que habían experimentado en los 17 años anteriores. Desde la perspectiva de la política comercial canadiense, en palabras del Ministro de Comercio Internacional, Honorable Pierre S. Pettigrew, el comercio internacional es importante para cada uno de los canadienses, por ello dependen de la existencia de reglas claras y predecibles que gobiernen el comercio internacional. La herramienta más grande que tiene Canadá para hacer tales reglas y abrir nuevos mercados para sus bienes y sus servicios es la Organización Mundial de Comercio. De manera tal que mientras se gesta una nueva ronda de negociaciones al interior de la OMC, el gobierno de Canadá continúa haciendo esfuerzos para asegurar y mejorar el acceso a los mercados de sus exportaciones a través de variados medios. Estos objetivos se persiguen a través de iniciativas multilaterales, regionales y bilaterales, en las que el Area de Libre Comercio para las Américas es una promesa para liberalizar el comercio en el hemisferio occidental6. Ciertamente el Acuerdo Chile-Canadá forma parte de estas definiciones políticas y, consecuentemente, de dichas iniciativas bilaterales.

Para una mejor comprensión de lo anterior, resulta necesario tener presente que Canadá se define a sí mismo como un país comercial y que el comercio internacional es vital para su prosperidad continua, ya que genera 1 de cada 3 empleos en Canadá y que el 43% de su PIB es originado por las exportaciones de bienes y servicios. La gran mayoría de los 1,9 millones de empleos creados desde 1993 provienen de sus exportaciones. Sin embargo, Canadá estima que su habilidad para explotar oportunidades claves es frecuentemente limitada por una variedad de barreras. Para asegurar el acceso seguro y predecible al mundo a sus comerciantes e inversionistas, el gobierno canadiense realiza esfuerzos para derribar barreras en mercados claves. Esto significa expandir las instituciones y reglas que gobiernan el comercio internacional y la inversión, ya que la inversión canadiense en el exterior es importante como una vía para expandir el uso de tecnología canadiense, apoyar la exportación de bienes y servicios canadienses y establecer la reputación de las empresas canadienses en el exterior. Canadá está consciente que la baja penetración de las importaciones en mercados extranjeros frecuentemente está vinculada a bajos niveles de inversión debido a que las reglas sobre inversión favorecen los inversionistas domésticos. Los estudios demuestran que entre el 30% y el 40% del comercio internacional de bienes manufacturados se lleva a cabo entre la matriz y las subsidiarias en el extranjero. Debido a ello, las normas sobre inversión juegan un papel importante al proteger y facilitar la inversión extranjera de empresas canadienses, puesto que los acuerdos sobre inversión extranjera no eximen a los inversionistas de cumplir con la legislación local7. Estos fundamentos se deben tener presentes al analizar el Tratado de Libre Comercio Chile-Canadá y la importancia asignada en el mismo a temas como la inversión.

En este sentido, se debe tener en cuenta el papel que desempeña en el desarrollo de la política comercial canadiense el denominado "Team Canada" (liderado por el Primer Ministro y compuesto por miembros del gobierno federal). Entre los programas de gobierno de promoción del comercio y la inversión están las misiones del Team Canadá, las que son de gran importancia. Una de dichas misiones visitó Chile en 19988 (época en que ya estaba en vigor el Tratado de Libre Comercio), como resultado de dicha misión (también comprendió a México, Brasil y Argentina), varias pequeñas compañías...

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