Las exposiciones como ocasion para el desarrollo de nuevo enfoques disciplinarios: una revision a partir de la Xa Exposición International de Arquitectura Bienal de Venecia, Venecia: Septiembre-noviembre 2006. - Vol. 32 Núm. 97, Diciembre 2006 - EURE-Revista Latinoamericana de Estudios Urbanos Regionales - Libros y Revistas - VLEX 56839085

Las exposiciones como ocasion para el desarrollo de nuevo enfoques disciplinarios: una revision a partir de la Xa Exposición International de Arquitectura Bienal de Venecia, Venecia: Septiembre-noviembre 2006.

AutorGallanti, Fabrizio
CargoEure tribuna

Una Bienal con dirección

La xa Exposición Internacional de Arquitectura, "Ciudades, Arquitectura y Sociedad", organizada por la Fundación La Biennale di Venezia, se desarrolló entre los días 10 de septiembre y 19 de noviembre 2006. Los resultados numéricos referidos a este evento confirman su relevancia internacional como plataforma de pensamiento y debate sobre la arquitectura y el urbanismo: durante sus 71 días de duración la sede principal de Venecia fue visitada por 127.928 personas, mientras que los 11 eventos colaterales, a los cuales más de 500 profesionales y expertos contribuyeron con ponencias, lecturas magistrales, debates y mesas redondas, contaron con la presencia de 104.000 espectadores.

El titulo, suficientemente amplio como para poder incorporar variadas practicas estéticas y culturales, es el resultado de una decisión sin precedentes adoptada por la dirección de la Bienal, que nominó como director a Richard Burdett, profesor de arquitectura y urbanismo de la London School of Economics, con una indicación específica sobre los contenidos y el enfoque de la exposición. Esta indicación, explícitamente formulada, propuso desplazar la atención de la exposición desde la arquitectura, percibida como una disciplina frecuentemente cerrada y autorreferencial, hacia el espacio urbano y sus transformaciones, analizadas en su totalidad y considerados como el campo más amplio al interior del cual la arquitectura debe eventualmente ser inscrita y entendida.

Ahora, esta indicación previa al nombramiento del director --cuando tradicionalmente en la praxis de las ediciones anteriores se había dejado libertad absoluta de acción a los directores escogidos- no ha sido consecuente con la necesidad de mejorar la participación del público que ha ido constantemente en aumento, pero sí ha generado un nuevo planteamiento sobre un posible rol pedagógico y de dirección cultural de la institución. En este sentido, considerar la ciudad como objeto de estudio, análisis y representación permite dirigirse a una pluralidad articulada de públicos potenciales, unidos por el hecho de compartir elementos comunes propios de la vivencia urbana contemporánea.

La plataforma conceptual sobre la cual se desarrolla la Exposición se deriva de una constatación sencilla, descrita en varios documentos de las Naciones Unidas" en 2050 el 75% de la población del planeta vivirá en ciudades. En las palabras del mismo Burdett, entrevistado por el diario español El País en los días de la inauguración de la Bienal, los problemas cotidianos y triviales que afligen la vida de los ciudadanos deberían concitar una mayor atención por parte de políticos, planificadores y arquitectos. Según indicó el mismo director, no solamente recurrir, como en el caso del museo Guggenheim de Bilbao, al arquitecto estrella, en este caso Frank Gehry, sino también dedicar atención a infraestructuras tan básicas como las de alcantarillado, es una opción que está en la base de un desarrollo enriquecedor para las comunidades urbanas. Esta declaración de modestia y una atención general por una posición ética sobre los actuales procesos de urbanización, coincide con el tono general de toda la exposición, claramente diferente de las anteriores bienales más indinadas hacia una celebración del estado del arte.

Breve Historia de la Bienal de Venecia

La Bienal de Venecia empezó formalmente sus actividades en 1893, con la realización de una exposición organizada en homenaje a las bodas de plata del rey

Umberto de Savoia y la reina Margherita. La primera edición inaugurada en 1895, que ya contaba con una nutrida selección de artistas italianos e internacionales, dispuestos en el Palazzo delle Esposizioni, construido en tiempo record, fue visitada por 200.000 personas, que aprovecharon en particular las favorables tarifas ferroviarias para dirigirse a Venecia. A partir de 1907, Bélgica empezó la construcción de los pabellones nacionales, que iban progresivamente disponiéndose en los jardines del Castello, llegando a ser actualmente veintinueve.

Ya en los primeros años del siglo XX, la Bienal destacó por su actitud de vanguardia, donde los lenguajes más experimentales de las artes visuales eran ofrecidos a públicos vastos. Los impresionistas franceses, van Gogh, Klimt, Cezanne, Modigliani constituyeron algunas de las apuestas promocionadas por el entonces secretario general Vittorio Pica. Esta tradición de la bienal de arte como vitrina de las expresiones más avanzadas y experimentales de las artes visuales se ha mantenido a lo largo de todo el siglo XX, determinando la convergencia de la atención mediática y especializada cada dos años. La última edición de la bienal de arte, la numero 51, estuvo abierta en el verano del 2005. El primer festival de música fue inaugurado en 1930, el primer festival de cine en 1932, el de teatro en 1934, estos últimos dos con versiones anuales.

La arquitectura aparece autónomamente en la Bienal por primera vez en 1980, bajo la dirección de Paolo Portoghesi, que hace realizar una escenografía pos-moderna de calle peatonal, llamando a los arquitectos más relevantes de la época a realizar un fragmento de fachada de este eje. El tema general fue la presencia del pasado, interpretando las tendencias historicistas y anti-modernistas del periodo. La organización de exposiciones dedicadas a la arquitectura ha sido irregular desde esta primera edición hasta 1996. En este año el arquitecto austriaco, radicado en Viena, Hans Hollein, con la exposición Sensores del Futuro: d arquitecto como sismógrafo, planteaba la hipótesis del arquitecto como autor cuya sensibilidad es capaz de detectar las tensiones y trayectorias de las transformaciones futuras de su propia disciplina y de las sociedades en las cuales opera.

En el 2000, inaugurando finalmente la actual sucesión de bienales que efectivamente acontecen cada dos años, el arquitecto italiano Massimiliano Fuksas proponía el tema Menos estética, más ética, incluyendo prácticas marginadas y menores que se mueven alrededor de la arquitectura, sin poder evitar otorgar nuevamente el centro de la escena a los arquitectos pertenecientes a la élite mundial de la disciplina. La octava edición de la bienal, en 2002, dirigida por el crítico británico Dejan Sudjic, en ese entonces director de la revista Domus, se proponía simplemente documentar las tendencias y direcciones futuras de la arquitectura actual: su título Next, evocaba una actitud abierta pero al mismo tiempo a-crítica, donde el único principio de selección pareció ser la novedad y la innovación de las proposiciones arquitectónicas, confirmando valores ya consagrados por el sistema académico y mediático de la discipli Da.

Un principio análogo, desarrollado por el crítico suizo Kart W. Forster, bajo el lema Metamorph, estuvo a la base de la edición de 2004. Nuevamente la exposición consistió en una selección de proyectos, presentados a través de maquetas espectaculares y de una impresionante instalación realizada por la oficina Asymptote de Nueva York, dirigida a captar el interés y la atención del público no especializado: los proyectos en curso de realización fueron reunidos bajo categorías de tipo morfológico y perceptivo (Topography, Atmosphere, Surfaces, etc...) fortaleciendo la sensación de una atención enteramente cargada en los aspectos formales.

Nuevos conceptos de exposición

si bien, en términos de visitantes, las sucesivas bienales han visto un constante aumento (115.000 en 2004), esta edición dejó patentes algunas contradicciones y problemas de enfoque cultural, que han sido enfrentados con la decisión de dirigir un pedido específico al nuevo director, Burdett.

En primer lugar, la organización de la exposición de arquitectura cada dos años, moldeada sobre los tiempos de la exposición de arte paralela, con la cual se alterna, no parece ser adecuada a los ritmos de la arquitectura y de la ciudad, que son ciertamente más lentos y amplios. Si el objetivo --logrado-- de la bienal de arte ha sido generalmente presentar el estado de la producción de las artes visuales contemporáneas, esta misma intención no es posible con la arquitectura, ya que muchos proyectos tienen períodos de realización más extensos. La afirmación de nuevos autores en la escena mundial es más reducida, mientras que en las artes visuales (así como en el cine, el teatro y la danza, otros campos de investigación de la Bienal) los ciclos de innovación, creación, difusión cultural, reconocimiento crítico parecen ser más acelerados. De ahí la necesidad de invención de conceptos directivos que puedan ordenar el material, que se mantiene substancialmente idéntico, de manera diferenciada para generar atención pública: una atenta lectura de los documentos de preparación de Nexty de Metamorph, permite reconocer una substancial identidad de posturas y de herramientas críticas.

En segundo lugar, la arquitectura es una disciplina de difícil presentación en el contexto de una exposición, porque nunca es posible que sea experimentada directamente sino a través de sus representaciones (a diferencia de todas las otras disciplinas de la Bienal): estas representaciones pueden variar desde las en uso entre profesionales (plantas, cortes, secciones, detalles) --que necesitan que el visitante posea una capacidad específica para descifrar lenguajes de comunicación profesional-- hasta videos, fotografías, maquetas, donde la comunicación sea comprensible para los no especializados. Sin embargo esta dificultad implícita permanece constante en el pensamiento acerca de los contenidos y modos de transmisión de la arquitectura en la Bienal.

En tercer lugar, la reiteración de enfoques temáticos ha impulsado una atención hacia la arquitectura como hecho formal y creativo (recuperando nuevamente patrones de otras exposiciones de la Bienal), dejando en la sombra las complejas relaciones de orden político, social y económico, subyacentes a la producción del espacio.

Estas diferentes inquietudes, hechas...

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