El SIMCE y las herramientas correctas
Autor | Luz María Budge |
Cargo | Miembro del Consejo Asesor para la Calidad de la Educación y Consejera de LyD |
Páginas | 12-13 |
revista Nº284 / junio 2017
12
E
ENTREVISTA
LC
LA COLUMNA DE
ablar del Simce hoy ya no e s un acto de
defensa o de ata que a las pruebas , es,
afortunad amente, un acto de reexión y
análisis que permite hacer gestión de la
información.
A pesar de toda la mala p rensa que el Simce f ue adquiriend o
a lo largo del tiempo, h oy nadie podría negar que ha si do la
política pública educacional que ha permitido los mayores
avances en cuanto a aj ustar los focos p ara otras políti cas
públicas y para diagnosticar desde las necesidades
propias de una escuela: seg ún grupo soc io-económ ico o
dependencia o sus capacitaciones docentes, hasta ajustes
curriculares o modicaciones a los planes d e est udio.
Con los resultados del Simce se pueden hacer muchas
lecturas de datos y los grácos pueden poner acentos
en aquellas cuñas qu e a unos o a otros hagan más
felices. Pueden mostrar, por ejemplo, que las mujeres
han mejorado en mate máticas hast a casi eliminar la
brecha; que los hombres de los grupos GSE medio
alto y alto han disminuido signicativamente su
capacidad de comprensión lectora; que los gr upos
socioeconómicos bajo y medio bajo son los que más
han avanzado en la úl tima década (a pes ar que cada
punto de avance ha sido c arísimo en términ os de costo/
benecio); que matemátic as ha sid o más es table que
lenguaje; y podemos identicar el impacto de la ley de
Subvención Especial P referencial (SEP). Sin embargo, no
es tan fá cil identicar las otras variables que puedan
estar incidiendo en los movimientos de los últimos años.
Más allá de la anécdota, hay un cambio signicativo
en la actitud de los colegios. Hoy tienen m ás material
para revisar sus prácticas; cuentan con estándares
como referencia para analizar su desempeño; tienen
los niveles de logros de aprendizaje por curso y pueden
ponerse metas respec to de e stos niveles y no sólo de
puntajes promedios; tienen información respecto de los
otros indicadores de desarrollo social que actúan como
factores asociados a resultados de aprendizaje; se les
entregan grácos con su trayectoria de los últimos años
y en algunos caso s, se ha avanzado h asta un análisis
por eje en las asignaturas. Han aume ntado las horas no
lectivas en los colegios y ya es p osible ver el aumento de
reuniones semanales de trabajo ped agógico en e quipo.
También es más frecuente encontrarse con profesores
analizando sus e valuaciones y sus resultados.
Todo esto, eso sí, se hace so bre la base del análisis i nter-
no del colegio ya que p ara un colegio o para un ap ode-
rado resulta lento y engorroso descargar la información
de otro colegio e inve rtir tiempo p ara hacer análisis com -
parativo, pero está a libre disposición si alguien quisiera
hacerlo. Est á, pero no es ni transpare nte ni tan asequible
,por lo tanto comp ararse con los pares de la comun a o con
quienes están aplicando un mismo determinado modelo
pedagógico o siguiendo una misma asesoría ya no es una
tarea simple. Cuesta mirar y cuesta aprender de ot ros si
no se puede comparar.
Instalar las c apacidades para h acer un mejor uso
de la información ha sido una me ta y gradualmente
El SIMCE
y las herramientas correctas
H
LUZ MARÍA BUDGE
Miembro del Con sejo Asesor para la Cali dad de la Educación y
Consejera de LyD
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