Síntesis
| Autor | María Angélica Jiménez - Tamara Santos - Paula Medina |
| Páginas | 92-93 |
92
MARÍA ANGÉLICA JIMÉNEZ / TAMARA SANTOS / PAULA MEDINA
SÍNTESIS
En este apartado se destaca la información estadística que entregan los prin-
cipales indicadores existentes en el país para medir la criminalidad, obte-
nida antes y durante la vigencia de la Reforma procesal penal. Estos datos dan
cuenta que tanto la percepción de exposición al delito por parte de los ciuda-
danos como la victimización real, muestran una tendencia a la disminución
en los últimos años: En el primer caso, pasó de un 47,8 % en el año 2003 a
un 40,2 % en el año 2012. Por su parte, la victimización pasa de un 43 % en
el año 2003 a un 26,3 % en el año 2012. Mientras que el homicidio, que es
el delito más grave, presenta en todo el período una baja ocurrencia con
un promedio nacional de 1,2 % que, a su vez, es uno de los más bajos de la
región latinoamericana.
En el caso de las denuncias policiales, se observa sin embargo una tenden-
cia distinta, ya que los resultados muestran un alza sistemática desde el
año 2001 al 2012, aumentando en un 61 % la tasa entre esos años y espe-
cialmente luego de la Reforma procesal penal. Dicho aumento podría rela-
cionarse con una expectativa sostenida por parte de la población hacia la
justicia penal.
Pese a que los indicadores anteriores muestran una realidad de la criminali-
dad y de la inseguridad vinculada al delito que se encuentra en una situación
de relativa estabilidad e incluso con tendencia a la baja, observamos cómo
la delincuencia continúa siendo una preocupación prioritaria para los ciu-
dadanos, de manera sostenida durante más de 20 años, incluso por sobre los
tradicionales problemas como pobreza, educación y salud.
En esto, se sostiene en la segunda parte, los medios de comunicación de
masas juegan un rol protagónico, atizando los miedos frente al delito y
canalizando —para bien o para mal— tanto las expectativas y demandas que
surgen de la ciudadanía como el discurso de autoridades políticas, guberna-
mentales y parlamentarias, en su necesidad de responder al problema que
representa la criminalidad.
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